Pronunciamientos

Comunicadora indígena Efigenia Vásquez fue asesinada mientras realizaba labores como periodista

jueves, 26 octubre 2017

Comunicadora indígena Efigenia Vásquez fue asesinada mientras realizaba labores como periodista

Efigenia Vásquez fue herida mortalmente mientras ejercía su derecho a la libertad de expresión como periodista en el municipio de Puracé, Cauca. La Fundación para la Libertad de Prensa maneja la hipótesis que la comunicadora pudo haber muerto a causa de un “proyectil de carga múltiple” accionado por un agente del ESMAD.

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Rodolfo Maya Aricape

martes, 24 octubre 2017

Rodolfo Maya Aricape

Desde joven siempre tuvo presente que su labor en este mundo no era otra sino ayudar a su comunidad. Se inquietaba con las problemáticas que vivía su región y las denunciaba esperando encontrar eco en las autoridades. Esta es la historia de un periodista y comunicador indígena a quien el oficio le costó la vida.

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El CTI continúa obstaculizando a la prensa en audiencias públicas

jueves, 12 octubre 2017

El CTI continúa obstaculizando a la prensa en audiencias públicas

La Fundación para la Libertad de Prensa -FLIP- condena las constantes restricciones y agresiones a la prensa por parte de funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en el cubrimiento de audiencias públicas.

En días pasados, algunos medios de comunicación denunciaron una agresión a la periodista de Caracol Televisión, María Camila Orozco. Estos informaron que un empresario insultó a la reportera y le golpeó la mano, tirándole el micrófono al suelo. Los hechos, que quedaron registrados en video, ocurrieron en los juzgados de Paloquemao el pasado 5 de octubre durante una audiencia en el caso de los Panamá Papers. 

En el proceso de documentación de esa agresión, la FLIP también tuvo conocimiento de una serie de intimidaciones por parte de funcionarios del CTI de la Fiscalía en contra de Orozco. La Juez del caso impidió el ingreso de cámaras de televisión a la sala. Cuando finalizó la diligencia, según relata la periodista, cerca de diez funcionarios del CTI la intimidaron y le ordenaron eliminar el material que había grabado con su celular. Además, le advirtieron que si no borraba los videos, no podía continuar en la sala. A pesar de haber eliminado parte del material que había registrado, fue obligada a salir del lugar.

Este escenario no es una excepción. El 15 de agosto, Yeison Rojas y Julieth Jiménez, periodistas de CM& y La Chiva de Urabá, respectivamente, fueron víctimas de una obstrucción por parte de un funcionario del CTI de la Fiscalía en Apartadó, Antioquia. Ese día se llevó a cabo una audiencia por un escándalo de peculado, en el que están involucrados funcionarios y contratistas del ICBF. Un hombre que se identificó como funcionario del CTI prohibió el ingreso de la prensa y no permitió que los periodistas tomaran fotografías o grabaran videos afuera de los juzgados. Al sentirse respaldados por el CTI, los familiares de los acusados agredieron a los periodistas. Un familiar de una de las capturadas insultó a Jiménez y le tiró el celular al piso.

El 17 de junio, una Juez de control de garantías de Bogotá expulsó de la sala de audiencias a periodistas que cubrían un caso de corrupción en la administración de recursos de Montería. La Juez decidió hacer la audiencia a puerta cerrada como respuesta a la solicitud del fiscal, que argumentó el “alto impacto social” del caso, pues vincula a altos funcionarios públicos. Por estos hechos, la FLIP y la Asociación Colombiana de Medios de Información -AMI- (antes Andiarios) expresaron su preocupación

Para la FLIP, estas situaciones son preocupantes ya que restringen el ejercicio del periodismo. Las constantes obstrucciones de los funcionarios del CTI violan el derecho a acceder a la información. De acuerdo con la Ley 1712 de 2014, toda información en posesión, control o custodia de los servidores públicos es de carácter público y su acceso debe permitirse a todos los ciudadanos.

El carácter público de las audiencias implica que la comunidad, los medios de comunicación y los vinculados al proceso puedan tener acceso a ellas. La publicidad de los procesos es un principio que debe regir cualquier actuación y sólo por excepciones debidamente respaldadas por la Ley, puede limitarse.  Los medios de comunicación en las audiencias hacen seguimiento a la correcta administración de justicia y son una garantía al debido proceso.

La FLIP exhorta a la Fiscalía General de la Nación y al Consejo Superior de la Judicatura a que tomen medidas para reducir las cada vez más frecuentes restricciones a la prensa en audiencias públicas. El accionar de los funcionarios del CTI trasgrede la transparencia en los procesos judiciales. 

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Martha Luz López López

miércoles, 11 octubre 2017

Martha Luz López López

El 10 de octubre de 1989 fue asesinada Martha Luz López López, gerente administrativa de El Espectador en Medellín. Dos hombres le dispararon cuando se disponía a salir de su residencia, ubicada en el barrio El Poblado de Medellín.

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FLIP condena ataques de la Policía a periodistas y comisión civil en Tumaco

martes, 10 octubre 2017

FLIP condena ataques de la Policía a periodistas y comisión civil en Tumaco

La Fundación para la Libertad de Prensa –FLIP– condena los ataques de agentes de la Policía Nacional en contra de periodistas y personal que integraba una comisión humanitaria de carácter civil, organismos internacionales y defensores de los derechos humanos en Nariño. Los hechos ocurrieron hacia las 2 de la tarde del domingo 8 de octubre en la vereda de Tandil, en inmediaciones de Tumaco.

La FLIP documentó que en terreno se encontraban desplegados equipos periodísticos de la Revista Semana, El Espectador, Contagio Radio, Vice Colombia/Pacifista y City Tv/El Tiempo.  Tanto la misión humanitaria como los periodistas se encontraban cerca del lugar donde el pasado jueves 5 de octubre seis campesinos fueron asesinados en situaciones que aún se investigan y ya han sido atribuidas a la Policía Nacional.

La Policía Nacional emitió un comunicado en el que aceptó que sus agentes dispararon granadas de aturdimiento contra los civiles. Sin embargo, según documentación recibida por la FLIP a través de personas que estuvieron en el lugar, los uniformados dispararon armas de fuego y bombas aturdidoras en varias ocasiones a una distancia de no más de 20 metros.

Al respecto la FLIP:

1.      Informa que las explicaciones de la Policía son insuficientes. En algunos apartes falta a la verdad y pretende justificar una acción policial abiertamente desproporcionada. El número de personas que integraban la misión era significativamente menor, la misión humanitaria y periodística era de conocimiento previo de mandos policiales en terreno y además de las granadas aturdidoras se presentaron ráfagas, al parecer, de fusil. 

2.      La misión civil en terreno no tenía capacidad de representar riesgo alguno para el despliegue de la fuerza pública en la zona, esta situación le resta legitimidad y proporcionalidad a la respuesta violenta de la Policía. Fue un ataque a civiles, con plena conciencia de que lo eran y sin justificación alguna.

3.      Recuerda que la masacre de campesinos en Tumaco es un hecho de enorme gravedad que despierta un interés legítimo de cubrimiento periodístico. Al Estado en su conjunto le corresponde brindar garantías para que las misiones periodísticas en terreno puedan desarrollar su labor de informar a la sociedad sobre lo que está sucediendo.

4.      Resalta que este deber de garantía se acentúa en el caso de la Fuerza Pública, teniendo en cuenta no sólo su labor misional sino también el hecho de que la masacre de campesinos que investigaba misión humanitaria y los equipos periodísticos sea atribuida a la Policía Nacional.

5.      Exige que el ataque de la Policía a periodistas y la obstrucción al cubrimiento periodístico sea objeto de investigación desde la censura y el miedo que se impone con estos actos.  Se trata de un caso grave en el que existe la posibilidad de encubrimiento policial a serias denuncias en su contra, o el despliegue de agentes policiales negligentes y arbitrarios que desconocen estándares básicos de necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza.

6.      Exige al Gobierno Nacional explicaciones sobre lo sucedido incluyendo: la pronta asignación de sanciones ejemplarizantes, asumir responsabilidad al interior de los cuerpos policiales y dar instrucciones de plenas garantías al cubrimiento periodístico de conformidad con los estándares internacionales a los que está obligado.

7.      Solicita al Ministerio Público, Procuraduría y Defensoría del Pueblo, así como a todas las bancadas del Congreso de la República, iniciar acciones de su competencia para que la investigación de los hechos sucedidos en Tumaco cuente con garantías a la libertad de prensa.

Estos hechos ponen en riego el derecho a una sociedad informada sobre asuntos de interés público y marcan acciones de censura por parte de agentes estatales. Recuperar la sana y democrática vigilancia periodística sobre lo público es entonces una prioridad.

En lo que va corrido del año, la FLIP ha documentado 18 casos en los que agentes de la Policía y las fuerzas militares han agredido a la prensa. De estos, 8 han ocurrido en medio de manifestaciones sociales. En julio, una periodista fue agredida e intimidada en zona rural de Meta durante el cubrimiento de los enfrentamientos entre campesinos y fuerza pública por la erradicación forzada de coca. Así mismo, en mayo un periodista resultó gravemente herido por parte de uniformados que lo agredieron con arma de fuego mientras cubría una movilización de indígenas en el Cauca.

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FLIP condena muerte de comunicadora indígena en el Cauca

martes, 10 octubre 2017

FLIP condena muerte de comunicadora indígena en el Cauca

La Fundación para la Libertad de Prensa -FLIP- condena y lamenta la muerte de la comunicadora indígena Efigenia Vásquez Astudillo, quien falleció ayer después de enfrentamientos entre comuneros del Pueblo Kokonuko y agentes del ESMAD en Puracé, Cauca.

Vásquez Astudillo murió en el hospital San José de Popayán como consecuencia de heridas ocasionadas con armas de largo alcance, según dijeron autoridades indígenas del Cauca a la FLIP. Los enfrentamientos se dieron en el sector de Aguatibias, Puracé, en medio de un operativo de desalojo de tierras por parte de la Policía Nacional en reacción a las acciones de la Minga de Liberación de la Madre Tierra por parte de la Guardia Indígena del Pueblo Kokonuko.

La FLIP está verificando si Vásquez se encontraba realizando labores periodísticas durante los hechos. Efigenia Vásquez fue una comunicadora reconocida por su amplia trayectoria en medios de comunicación indígenas del Cauca. La FLIP resalta el trabajo de los medios indígenas y comunitarios en las regiones del país.

La Fundación exige a la Policía Nacional que investigue los hechos y a los agentes involucrados en el operativo. Así mismo, solicita a la Fiscalía General de la Nación que procese y sancione a quienes ordenaron accionar el arma de fuego que acabó con la vida de la comunicadora.  

Antecedentes:

La FLIP expresa su preocupación por las constantes agresiones durante las confrontaciones entre la comunidad y miembros de la Fuerza Pública en el contexto de manifestaciones sociales. La Fundación ha documentado varias agresiones en las que existen actos deliberados de la Fuerza Pública con el fin de censurar e impedir el registro de las protestas.  

El pasado 9 de mayo, Pedro García, colaborador del periódico El Turbión, y quien, según su familia, se encontraba tomando fotografías durante la Minga Comunitaria de Liberación de la madre Tierra, resultó gravemente herido por un impacto de bala en uno de sus glúteos.

Luego, el 12 de julio, en una jornada de enfrentamientos entre comuneros y policías, la emisora Renacer Kokonuko se quedó sin servicio de energía desde aproximadamente las 6 de la mañana. La empresa de energía no informó que estuvieran programados cortes eléctricos. Ese mismo día, periodistas de Caracol Televisión fueron agredidos con piedras durante el cubrimiento de la Minga en Puracé.

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Nuestro país aún no garantiza el derecho de acceso a la información pública

viernes, 29 septiembre 2017

Nuestro país aún no garantiza el derecho de acceso a la información pública

En el Día internacional del Derecho a Saber, la Alianza Más información Más Derechos manifiesta su preocupación por las barreras que aún persisten para el acceso a la información.

Nos preocupa, en particular, el rol de la Procuraduría General de la Nación como garante de la Ley de transparencia y acceso a la información pública así como el déficit de transparencia judicial y de acceso al escrutinio público sobre la financiación de iniciativas electorales.

1. La ambiciosa Ley de transparencia y acceso a la información pública (1712 de 2014) presenta serias dificultades en su implementación. No se evidencia que el Ministerio Público haya priorizado sus obligaciones como órgano garante. Además, es precaria la gestión del Procurador General de La Nación, Fernando Carrillo, como líder del Ministerio Público en cumplir con las responsabilidades que la ley le establece:

a. Hasta la fecha no se han identificado sanciones para entidades que no cumplan con el ejercicio de divulgar la información de manera proactiva, ni siquiera por la información mínima obligatoria que establecen los artículos 9 y 11 de la Ley.

b. En cuanto a la revisión de tutelas relacionadas con acceso a la información pública, los datos están atrasados, son poco amigables y no cumplen con la función de ayuda al ciudadano.

c. El Grupo de Transparencia y Acceso a la Información Pública, actualizado mediante Resolución N° 077 del 23 de marzo de 2017 y ahora denominado Transparencia, Integridad y Cultura de lo Público, no ha divulgado su Plan de Acción o Plan Estratégico.

La deuda de este organismo dificulta la posibilidad de que la ley pueda ser verificada en sus alcances.

2. Poniendo de presente que Colombia se encuentra en temporada de preparación para las elecciones legislativas y presidenciales de 2018, la Alianza quiere llamar la atención sobre la falta de información frente al cumplimiento de los estándares de transparencia por una gran parte de las candidaturas en curso. En particular, sobre el hecho de que no hay rendición de cuentas ni claridad en cuanto a los recursos invertidos en las gestiones que actualmente despliegan los aspirantes que han elegido obtener su candidatura por medio de la recolección de firmas ciudadanas.

En este sentido, La Alianza advierte a la sociedad colombiana sobre el vacío normativo al respecto de los procesos de recolección de firmas y exige a los grupos promotores y a sus candidatos rendir cuentas a la sociedad de manera voluntaria.

3. El sistema judicial colombiano enfrenta una crisis que involucra hasta a magistrados de las altas cortes en escándalos de la más grave corrupción. Para recuperar la confianza ciudadana, la Alianza Más Información Más Derechos exhorta a las altas cortes a cumplir las obligaciones de transparencia que la Ley 1712 de 2014 les impone. Si bien valora las instrucciones de transparencia recientemente dictadas por el Consejo de Estado en la Circular interna No. 12 del 21 de septiembre de 2017, ve con extrañeza que no se incluye a la Ley 1712 de 2014 como fuente de sus compromisos, lo que evidencia la precariedad del cumplimiento de los mismos. Además, rechaza la idea extendida en sectores de la Rama, de que información personal como experiencia y formación de los funcionarios judiciales se encuentra protegida por su derecho a la intimidad, pues desconoce que tal derecho admite las limitaciones propias que impone la condición de servidor público.

Por esas razones, la Alianza Más Información Más Derechos se suma a la solicitud recientemente extendida por Dejusticia y la Corporación Excelencia en la Justicia a las altas cortes y al Fiscal General de la Nación en días pasados y exhorta a la publicación de las hojas de vida de los magistrados auxiliares y titulares de las altas cortes, sus declaraciones de renta, sus licencias y comisiones de servicios y a divulgar los nombres de quienes tengan familiares en cargos públicos de libre nombramiento y remoción en la Fiscalía, los órganos de control, el Congreso de la República o en altos niveles de la rama ejecutiva, sus viajes y días de permiso, entre otras.

Resaltamos la crucial importancia del rol que la sociedad civil desempeña en favor del cumplimiento efectivo de las medidas de transparencia y rendición de cuentas. Adicionalmente, invitamos a los Magistrados y Magistradas de la Jurisdicción Especial para la Paz recientemente elegidos a adoptar medidas en esa precisa dirección durante el desempeño de sus funciones.

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La Alianza Más Información Más Derechos es una campaña de la sociedad civil por la transparencia y el derecho de acceso a la información pública en Colombia, conformada por Corporación Ocasa, el Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia), el Proyecto Antonio Nariño (PAN), la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), y la Corporación Transparencia por Colombia (TpC).

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La UNESCO y la Policía Nacional de Colombia fortalecen alianza para la capacitación a la Fuerza Pública de Iberoamérica en estándares de libertad de expresión

viernes, 29 septiembre 2017

La UNESCO y la Policía Nacional de Colombia fortalecen alianza para la capacitación a la Fuerza Pública de Iberoamérica en estándares de libertad de expresión

La Policía Nacional de Colombia en el marco del Proceso de Modernización y Transformación Institucional (MTI) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) anuncian la creación conjunta del curso “Libertad de prensa y función policial en Iberoamérica”.

A través de esta alianza asesorada y acompañada por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), se creará una plataforma virtual y en línea, para capacitar masivamente a miembros de la Policía Nacional de Colombia y de otros cuerpos policiales del continente en estándares internacionales de acceso a la información, libertad de pensamiento y de expresión. 

El pasado 13 de septiembre, miembros de la Policía Nacional de Colombia que incluyen al señor GENERAL CARLOS MENA BRAVO – Inspector General de la Institución Policial, a la señora Coronel MARTHA LIGIA HERRERA BETANCOURTH - Jefe Área de Derechos Humanos y a funcionarios adscritos a la Dirección Nacional de Escuelas de la Institución, se reunieron con el señor GUILHERME CANELA - Consejero de Comunicación e Información para el Mercosur de la Unesco, y con el señor PEDRO VACA, Director Ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP, para formalizar su compromiso de realizar el curso. 

Los asistentes a la reunión reiteraron la necesidad de contar con una plataforma digital de enseñanza de libertad de expresión que sea de fácil acceso para integrantes de la Policía Nacional en todo el país y cuya experiencia pueda ser replicable masivamente en otros países de la región. En palabras del General Mena, este programa “busca del mejoramiento continuo para ser una Policía más humana, íntegra, disciplinada, innovadora y efectiva en su gestión”. Así mismo, en la reunión se definió el cronograma para el diseño del material pedagógico y la implementación de las herramientas en la plataforma.  

Este 28 de septiembre, Día Internacional por el Derecho de Acceso Universal a la Información, la UNESCO, la Policía Nacional de Colombia y la FLIP reafirman su interés en continuar trabajando en la generación de garantías para la actividad periodística y en reforzar el rol de garantes de la libertad de prensa.

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Guzmán Quintero Torres

domingo, 17 septiembre 2017

Guzmán Quintero Torres

Periodista de El Diario Vallenato y jefe de redación de El Pilón, Guzmán Quintero Torres investigó y denunció las alianzas entre el Ejército Nacional y grupos paramilitares en la década de los 90 en la Serranía del Perijá. El 16 de septiembre de 1999, mientras compartía con sus compañeros después de un cierre, un hombre entró a la cafetería donde se encontraban y le disparó a quemarropa.

Quintero Torres, una voz que sigue pidiendo justicia

La noche del 16 de septiembre de 1999 a tan solo cinco cuadras de las instalaciones del periódico El Pilón, fue asesinado quien era el Jefe de Redacción, Guzmán Quintero Torres. Este asesinato silenció una de las voces más prominentes de la región. Solía defender los derechos humanos y denunciar los nexos que había entre la Fuerza Pública y los grupos paramilitares.  

Desde que cursaba noveno grado se interesó por el periodismo. Con la llegada del primer diario a Valledupar, El Diario Vallenato, Quintero tuvo su primer acercamiento al oficio periodístico. Poco a poco, fue desempeñando funciones en distintos medios hasta graduarse como Comunicador Social-Periodista de la Universidad Autónoma del Caribe.  “Fue uno de los periodistas más acuciosos, me atrevería a calificarlo como un enamorado de este oficio. una persona que vivía con mucha intensidad, con mucha emoción con lo que hacía“, dice Edgar de la Hoz, quien era su colega y amigo.

Era la voz de la comunidad que quería justicia, que fuera conocida la realidad que los rondaba. Luchó incansablemente por la defensa de los derechos humanos, esos mismos que él sabía que existían y que le eran vulnerados a la comunidad. Las personas se le acercaban para comentarle sobre sus problemas, queriendo encontrar en él un respaldo y el medio para denunciarlos públicamente. Aunque él se esmeraba por denunciar las injusticias allí vividas, no encontró eco en los organismos de control. Su hermano Yury Quintero recuerda: “Guzmán se extendía en su condición de periodista siendo crítico, reflexivo, íntegro, respetuoso. Pero tenía una condición, se comprometía con las personas cuando encontraba una situación que violaba los derechos humanos.”

En 1995 inició una investigación relacionada con la conformación de un grupo paramilitar en la Serranía de Perijá. Publicó varios artículos en los que denunciaba la existencia de vínculos entre el Ejército Nacional de Colombia y grupos armados ilegales. Las amenazas no se hicieron esperar. Era notorio el disgusto de los militares ante las denuncias realizadas por el periodista. Luego de un viaje que realizó al Perijá, fue abordado por militares que le prohibieron publicar su investigación. Sin embargo, sus intentos por silenciar esta voz fueron frustrados. Aunque se vio obligado a abandonar la región, Quintero hizo público lo que había encontrado en la Serranía del Perijá.  

A mediados de 1999 hubo una segunda alerta. Militares del Batallón La Popa irrumpieron en las instalaciones de El Pilón. Querían saber quién denunció ante la luz pública el asesinato de dos mujeres en El Conejo, La Guajira. Artículos que habían sido escritos por Quintero. Esta fue la última amenaza que recibió el periodista antes de su asesinato. “Yo pienso que él tuvo unas amenazas sino que no nos las comunicó, no nos las hizo saber”, dice su hermano.

Las amenazas se convirtieron en hechos. La noche del 16 de septiembre de 1999 asesinaron al periodista que velaba por la verdad. Paradójicamente, el último texto que Quintero escribió hacía alusión a una campaña en contra de la violencia que estaba viviendo el país en esa época. Esa tarde estuvo haciendo la graficación del periódico del día siguiente. Al llegar la noche, se reunió con sus amigos y colegas Edgar de la Hoz y Óscar Martínez, reportero gráfico y editor político del diario.

En la cafetería del hotel Los Cardones, ubicado en el centro de Valledupar, los periodistas discutían sobre periodismo, según comenta Edgar de la Hoz. Luego de algunas cervezas que compartían con motivo del cumpleaños de Óscar Martínez, llegó un sujeto que le dio cuatro tiros al periodista.

Periodismo vallenato de luto. Asesinado periodista de El Pilón. Así se tituló el diario el día después del asesinato de Quintero. Durante el entierro, sus colegas y conocidos le rindieron un sentido homenaje al asistir con la boca vendada. Hacían alusión a la censura que, a partir de ese momento, empezaría a sufrir el periodismo con la muerte de Guzmán Quintero Torres, quien había entregado su vida a esa labor.

El miedo y el silencio fueron el único método de defensa de los periodistas que continuaron en la región. El periodismo investigativo desapareció durante los años siguientes al asesinato. La información publicada en los medios estaba basada en boletines de prensa emitidos por los diferentes órganos de control. “Esos años fueron muy difíciles, uno no sabía qué postura asumir, uno trataba de ceñirse estrictamente a lo que era la estructura del periodismo. Cubrir los hechos como tal. Siempre con el temor de ir un poco más allá”, comenta De la Hoz.

La falta de garantías para el ejercicio periodístico afectó de forma directa la labor de los periodistas que aún se encuentran en la región. 18 años después del asesinato del periodista, el crimen continúa impune. Aunque fueron condenados los autores materiales, no se ha vinculado a la investigación ningún presunto autor intelectual. El tiempo pasa y a tan solo dos años de que el caso prescriba, su familia, conocidos y periodistas del país siguen esperando que se haga justicia.

Desde hace 10 años, aproximadamente, se han formado más voces como la de Quintero, que pretenden denunciar y hacer visibles las problemáticas de la Colombia actual. Su esposa, Alcira Vitola se refirió al respecto, “Su legado para el periodismo fue la valentía. El periodista debe ser investigador, esa pasión que él le ponía a su trabajo por investigar, por hacer valer los derechos humanos en defensa de la libertad.”

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