Pronunciamientos

CEJIL y la FLIP ganadores del premio de la Universidad de Columbia por caso  de Jineth Bedoya Lima

jueves, 17 febrero 2022

CEJIL y la FLIP ganadores del premio de la Universidad de Columbia por caso de Jineth Bedoya Lima

Bogotá - Washington D.C., 16 de febrero de 2022. La Universidad de Columbia anunció a los ganadores del Global Freedom of Expression Prize 2022. En el grupo que recibirá el galardón el próximo 1 de marzo se encuentra el Centro por la Justicia y Derecho Internacional —CEJIL— y la Fundación para la Libertad de Prensa —FLIP— con el Premio Global a la Libertad de Expresión a la Excelencia en Servicios Legales, por el trabajo y la colaboración estratégica en el caso de la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima.

Conoce más
Informe Capítulo J “Mujeres, medios y comunicación en Colombia 2021”

miércoles, 16 febrero 2022

Informe Capítulo J “Mujeres, medios y comunicación en Colombia 2021”

La Alianza por la igualdad de las mujeres en los medios, integrada por ocho reconocidas organizaciones de Colombia (Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género, Sentiido, Colnodo, Consejo de Redacción, Fundación Karisma, Fundación para la Libertad de Prensa - FLIP, La Línea del Medio y la Red Colombiana de Periodismo Universitario), presenta el 15 de febrero de 2022 el informe “Implementación del Capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing: Mujeres, medios y comunicación en Colombia 2021”, el cual expone los principales desafíos y avances en el reconocimiento y la garantía de los derechos de las mujeres en los medios de comunicación.


El informe está disponible para descarga aquí.

Contexto Informe Capítulo J 

Colombia ha ratificado casi todos los tratados internacionales sobre derechos humanos y derechos de las mujeres, incluyendo la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995) aún vigente y que desde hace 26 años considera el empoderamiento de todas las mujeres y específicamente en el Capítulo J dedicado a la mujer y los medios de difusión (comunicación), propone dos objetivos estratégicos para todos los países: 1. aumentar el acceso de la mujer, su participación en la expresión de sus ideas y la adopción de decisiones en los medios de difusión, así como en las nuevas tecnologías de comunicación; 2. fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de la mujer en los medios de difusión (Naciones Unidas, 1996, pp.107-112).

Durante el tiempo de vigencia de la plataforma se observan avances, pero la falta de presupuesto, continuidad y seguimiento de las estrategias, proyectos, programas y acciones, así como la permanencia de contenidos mediáticos reproductores de estereotipos de género, no han permitido aportar contundentemente a un cambio estructural para la igualdad de mujeres y de hombres acorde con los dos objetivos del Capítulo J, tal y como se evidencia en el informe en el que se encuentran reflejados obstáculos fundamentales relacionados con la continuidad y el seguimiento de las acciones, programas y/o proyectos emprendidos por los gobiernos para la eliminación de brechas de género en relación con la comunicación. 

En la presentación del informe se busca socializar los logros, obstáculos y retos encontrados a partir de cinco ejes temáticos: i) normatividad y políticas públicas, ii) derechos digitales, iii) Libertad de prensa y ejercicio periodístico, iv) participación en los medios de comunicación y derechos laborales, v) contenidos sexistas en medios y comunicación digital. De igual manera, relaciona buenas prácticas sobre una comunicación incluyente y no discriminatoria, así como una serie de recomendaciones para que los gobiernos y los medios de comunicación tengan en cuenta para el avance de los derechos de las mujeres, posibilitando además enriquecer la discusión y la luz del balance de Beijing+25.


 

Conoce más
Senadora Cabal desinforma sobre las emisoras de paz

sábado, 12 febrero 2022

Senadora Cabal desinforma sobre las emisoras de paz

La FLIP expresa su preocupación por la desinformación, alrededor de las emisoras de paz, generada por la senadora del partido Centro Democrático María Fernanda Cabal. A través de un trino publicado el pasado 9 de febrero, Cabal afirmó que cinco emisoras están siendo “controladas por excombatientes de las FARC”. Sus declaraciones son irresponsables y ponen en riesgo a los y las periodistas que trabajan en los departamentos que ella menciona: Norte de Santander, La Guajira, Antioquia, Tolima y Bolívar

Conoce más
Primer debate sobre libertad de expresión: candidatos al Senado

jueves, 10 febrero 2022

Primer debate sobre libertad de expresión: candidatos al Senado

Hasta ahora las y los aspirantes al Senado de la República de Colombia no han sido cuestionados sobre el papel de la prensa como bien público y lo que harían para defender la libertad de expresión como pilar de la democracia. 
 
 
En este 9 de febrero, Día del periodista, la FLIP en alianza con la Pontificia Universidad Javeriana y el Proyecto Antonio Nariño, presentan el Primer debate sobre libertad de expresión. Conéctense con nosotros desde las 3:30 de la tarde a nuestro canal de YouTube o a nuestra página de Facebook. En este debate nos acompañarán las y los candidatas David Luna (Cambio Radical), Gustavo Bolívar (Pacto Histórico), Julián Gallo (Partido Comunes), Miguel Uribe Turbay (Centro Democrático), Elizabeth Giraldo (Movimiento Estamos Listas), Guillermo Tobón (Movimiento Fuerza Ciudadana), y José Santamaría (Movimiento de Salvación Nacional). Modera la periodista Yolanda Ruíz Ceballos. Invitado especial: Martin Sjögren, jefe de misión adjunto de la Embajada de Suecia.
Conoce más
Periodista Claudia Duque entrega su esquema de protección a la UNP

miércoles, 09 febrero 2022

Periodista Claudia Duque entrega su esquema de protección a la UNP

La periodista Claudia Julieta Duque hizo entrega de su esquema de protección a la Unidad Nacional de Protección (UNP) tras las reiteradas violaciones a sus datos personales. La UNP usó el esquema proporcionado a la periodista para recolectar y manejar datos sensibles. Esta situación es un claro incumplimiento del Estado colombiano a las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para garantizar la vida, integridad y libertad de expresión de la periodista.

El 27 de octubre de 2021, la FLIP alertó sobre la recolección de manera masiva y sin autorización de datos altamente sensibles de la periodista por medio de un dispositivo GPS instalado en el vehículo que hace parte de su esquema de protección. Dentro de la información recolectada se incluyen direcciones exactas y localización de Google Maps. Esto pone en riesgo la seguridad de la periodista, sus familiares y sus fuentes periodísticas. Además, preocupa que la UNP no haya garantizado el acceso a la información ni proporcionado alternativas para la protección de la periodista.

El 11 de noviembre la UNP respondió a un derecho de petición enviado por la FLIP en el que solicitamos información sobre el uso y la protección de los datos que se recolectan por medio de los dispositivos GPS. Según la entidad, la información era de carácter reservado, pero desconoce que los datos que solicitó la FLIP son de carácter general y estadístico, y no comprometen información privada de las personas protegidas. Por eso, el 17 de noviembre se presentó un recurso de insistencia, del cual se desconoce el trámite que haya adelantado la entidad. 

A raíz de todos estos hechos, el 9 de diciembre la Cancillería convocó a una reunión con la periodista y Alfonso Campo, director de la UNP. En el encuentro discutieron sobre el uso de los GPS en los vehículos de la entidad y Claudia Julieta Duque solicitó que se retirara dicho dispositivo. Sin embargo, no se llegó a una solución concreta.

El 13 de diciembre de 2021 la periodista reiteró la solicitud del retiro del GPS del vehículo, por medio de un derecho de petición. Diez días después, la entidad negó la solicitud alegando que el GPS “es la única herramienta con la que cuenta la UNP, para poder controlar la actividad de protección de manera idónea y eficaz”.

Luego de tres meses de dar a conocer la denuncia y de agotar infructuosamente distintas vías para llegar a una solución que sea acorde a su situación de riesgo, Claudia Julieta Duque tomó la decisión de entregar el vehículo de protección a la UNP. 

Esta es la segunda vez que se vulneran los derechos fundamentales de la periodista por medio del esquema de protección asignado por el Estado, pues anteriormente Claudia Julieta ya había sido víctima actividades de vigilancia realizadas por parte de los hombres de protección asignados al esquema que pertenecían al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).

La FLIP manifiesta su preocupación por la situación de seguridad de la periodista, que puede agudizarse por la falta de adopción de medidas de protección integrales por parte del Estado. Por eso, le solicitamos a la CIDH que realice un seguimiento especial a las medidas cautelares otorgadas a favor de la periodista, en el que evalúe los riesgos del uso de tecnologías en el mecanismo de protección, y reitere al Estado a que las mismas sean concertadas con la beneficiaria y acordes a su situación de riesgo. 

Conoce más
Nuevas medidas de sostenibilidad que garanticen acceso a la información e independencia

martes, 08 febrero 2022

Nuevas medidas de sostenibilidad que garanticen acceso a la información e independencia

La crisis económica del sector de medios de comunicación es un problema que no da espera. Los despidos masivos de personal, el cierre de medios de larga trayectoria y un deterioro en la calidad de la información periodística han moldeado durante los últimos años el nuevo panorama de la industria.

Esta dinámica, que se ha reproducido en todo el mundo y se aceleró con motivo de la pandemia, ha llevado a un consenso global de que en un futuro próximo no será posible la sustentabilidad para el periodismo regional, local o de nicho, a menos que se financie con recursos públicos. Se trata de un cambio radical en el paradigma del negocio que ha impulsado a que, tanto la Unesco como las Naciones Unidas, apunten a la necesidad de la intervención de los Estados para evitar que la información de calidad desaparezca.

La situación en Colombia es particularmente delicada. En más de 600 municipios, que corresponden a dos terceras partes del país, no existen medios de comunicación con la capacidad de producir información local. La publicidad oficial ha operado durante años como un subsidio encubierto que ha servido para mantener a flote a muchos medios pero a un costo altísimo, toda vez que la falta de transparencia en la asignación deriva, en muchos casos, en la pérdida de independencia editorial. Además, según Asomedios, desde el 2014 la inversión publicitaria en medios de comunicación ha decrecido constantemente y hoy en día, el mayor porcentaje de la torta de ese mercado se la están llevando las plataformas digitales, dinero que, además, no queda circulando en el mercado colombiano, pues son recursos que se van para el exterior y dejan de retroalimentar la industria de medios y de información.

En medio de esta crisis y asfixia mediática, existen varios ejemplos de medios de comunicación e iniciativas particulares que han experimentado con ideas, técnicas y modelos operacionales innovadores. Sin embargo, estos proyectos no encuentran prácticamente ningún apoyo estatal que permita impulsar a mediano y largo plazo un entorno más propicio para su viabilidad, respetando los principios innegociables de independencia editorial y libertad de expresión.

Aquí puede consultar la revista Páginas para la Libertad de Expresión, edición #3.

Aunque son diversas las propuestas que se están implementando en diferentes países, como las deducciones fiscales y subvenciones directas, no existe por ahora una única solución o modelo. Su abordaje debe partir de una lectura clara y completa del contexto nacional y requiere incluir a los gobiernos nacionales y regionales, a la sociedad civil y al sector privado.

La necesidad de encontrar nuevas medidas para el sostenimiento del ejercicio periodístico debe ser prioridad en un gobierno comprometido con la democracia y la libertad de expresión. Sin independencia económica, no hay garantías para que fluya información no tendenciosa entre la sociedad, tampoco para la vigilancia sobre los gobiernos que ejerce el periodismo ni para garantizar que la ciudadanía acceda a información de interés público.

Prensa sin fondos

- La FLIP registró un aproximado de 1.500 despidos de periodistas y personal de medios de comunicación entre el 2016 y el 2019. 

- Solo en Medellín, tres medios de comunicación de larga trayectoria llegaron a su final durante el primer año de pandemia (2020). 

- Según cifras de Asomedios, la facturación en publicidad de los medios en Colombia de octubre de 2021 fue apenas similar a la del 2016. 

- El sector de las revistas fue el más afectado. En el 2021 registró 43% menos de lo que facturó en el 2020. 

- El anuncio, hecho a inicios del 2021, por parte del gobierno de Iván Duque de destinar 85.000 millones de pesos para ayudar a la reactivación económica de los medios más afectados durante la pandemia se quedó en eso: un anuncio vacío. En septiembre, MinTIC dio por terminada la convocatoria para adjudicar los recursos porque ninguno de los 354 medios, cerca del 15% del total de medios del país, que habían participado cumplía con los requisitos. Nunca se hicieron públicos los detalles o la postura del ministerio ni hubo más explicaciones sobre su decisión.

- Las plataformas de redes sociales se instalaron como el principal competidor de los medios por ambas pautas, la comercial y la pública. Las redes sociales están captando un porcentaje muy alto de estos recursos sin someterse a ningún tipo de regulación tributaria y además, usando el contenido producido por terceros, como el de la prensa, sin que los creadores, medios y periodistas reciban alguna retribución.

- Muchos analistas del tema sostienen que no hay forma de recuperar los ingresos que han quedado en manos de las grandes compañías de tecnología y que sin intervención estatal los medios desaparecerán.

Conoce más
Urgencia en políticas para prevenir, proteger y garantizar justicia

martes, 08 febrero 2022

Urgencia en políticas para prevenir, proteger y garantizar justicia

La violencia permanente contra los y las reporteras se traduce en menos información valiosa para la ciudadanía y en posibilidades limitadas para indagar sobre asuntos de interés público. Si bien el Estado colombiano ha realizado esfuerzos importantes para reaccionar a esa violencia, es necesario revisar las políticas de protección. Se requieren estrategias diferenciadas y enfoques particulares.

Entre 180 países, Colombia ocupa el puesto 130 con las peores condiciones para el ejercicio de la prensa. Según la clasificación más reciente realizada por Reporteros sin Fronteras, en América Latina, el nuestro es el segundo país más letal para el periodismo, después de México. En los últimos cinco años, han sido asesinados ocho periodistas y por lo menos 782 han sido amenazados. 

Bajo estas circunstancias, es necesario reiterar que la seguridad debe ser una prioridad para los Estados y que deben hacer todo lo posible para prevenir actos de violencia, intimidación, amenazas y agresiones contra periodistas y trabajadores de los medios de comunicación. Así ha quedado nuevamente consignado en la resolución adoptada, de manera unánime, por la Asamblea General de Naciones Unidas en noviembre de 2021.

En Colombia, el programa de protección se creó en el año 2000 y se ajustó en el 2012, momento desde el cual está en manos de la Unidad Nacional de Protección (UNP). Este programa no es suficiente para atender las vulnerabilidades de los y las reporteras. Es un mecanismo que, aunque fue pionero en su momento, actúa, principalmente, de manera reactiva, no opera articuladamente con otras entidades y desconoce las condiciones y prácticas únicas del ejercicio periodístico, así como las diferencias entre las violencias ejercidas en cada región del país. 

Aquí puede consultar la revista Páginas para la Libertad de Expresión, edición #3.

Por otro lado, la pedagogía alrededor de la autoprotección es insuficiente y prácticamente no existen medidas preventivas. En la mayoría de los casos, al menos de la población de periodistas, estas acciones se limitan a patrullajes y revistas policiales que no se cumplen a cabalidad y que casi nunca tiene en cuenta el contexto en el que se encuentran las personas en riesgo o la capacidad del cuerpo policial que debe prestar esta función. La FLIP ha advertido en diferentes informes que este programa se ha transformado en un mecanismo burocrático, cada vez más inclinado a tomar decisiones por motivaciones políticas y no técnicas.

En el Decreto 1139 de 2021, que establece la reingeniería de la UNP contemplada en el Plan de acción oportuna de prevención y protección para los defensores de derechos humanos, líderes sociales, comunales y periodistas (PAO), se establecieron algunas modificaciones dirigidas a reducir los tiempos de respuesta de los análisis de riesgo y a formalizar espacios y prácticas que ya existían. Sin embargo, no es suficiente ni útil reducir tiempos de respuesta si no se subsanan vacíos en la ruta de protección como la formación de los analistas en temas relacionados con labor periodística, enfoque de género, derechos humanos, etc. Tampoco es eficiente en la medida en que no hay disponibilidad de recursos para asignar medidas adaptadas a los territorios y garantizar su correcto funcionamiento. Además, sigue sin haber un espacio abierto a la veeduría por parte de organizaciones de la sociedad civil a la ruta de protección.

También existen riesgos de otra naturaleza que no están siendo reconocidos por el mecanismo y que pesan sobre la seguridad de los periodistas en la era digital como la vulnerabilidad a convertirse en blanco de la vigilancia, el acoso en línea o la intercepción ilegal o arbitraria de comunicaciones. En el 2020, el Ejército Nacional vigiló y parametrizó a periodistas etiquetando su trabajo. Con base en sus reportajes periodísticos o líneas editoriales, les relacionó, de manera estigmatizante, con grupos al margen de la ley y recolectó información personal sin su autorización. Casi dos años después no hay sanciones disciplinarias ni penales por estos hechos.

Además de la protección reactiva, el Estado también está llamado a promover la diversidad y la independencia de los medios de comunicación y el acceso a la información. Pero acontecimientos recientes evidencian la especial fragilidad de los medios independientes y del periodismo ciudadano, pues son blanco recurrente de ataques y estigmatizaciones. Por ejemplo, este tipo de medios de comunicación fueron los más afectados durante las manifestaciones del 2021; sobrevivieron a semanas muy violentas sin garantías para hacer su trabajo y cubrir las protestas sociales. 

Crímenes contra la prensa

  1. La FLIP ha registrado desde 1938 hasta la fecha 163 casos de asesinatos a periodistas por razón de su oficio. 

  2. De los 782 periodistas que han sido amenazados en los últimos cinco años en Colombia, en cuarenta casos tal amenaza ha derivado en desplazamientos internos y exilios. 

  3. Entre 2016 y 2021, ha habido ocho atentados y ocho secuestros contra periodistas.

  4. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha sostenido que existe una situación de riesgo para la prensa en Colombia, que además se une a altas tasas de impunidad en la investigación de crímenes contra la prensa. 
Conoce más
Colombia en reversa

martes, 08 febrero 2022

Colombia en reversa

Durante el año pasado fuimos testigos del período más violento contra la prensa en años recientes en Colombia. El asesinato de un periodista demuestra que la prensa se sigue enfrentando a agresiones extremas sin garantías por parte del Estado. Este es un repaso por los momentos que marcaron la libertad de prensa del 2021. 

1. Asesinato de Marcos Efraín Montalvo

El 19 de septiembre fue asesinado Marcos Efraín Montalvo, un periodista veterano de Tuluá, Valle del Cauca. Su trabajo periodístico es recordado por las denuncias y críticas a la administración local. Su asesinato es el segundo que ocurre en menos de un año en el Valle del Cauca. Este contexto genera temor entre los y las periodistas de la región que ante estos hechos de violencia pueden verse obligados a autocensurarse y dejar de denunciar temas como los que cubría Montalvo. 

Por el asesinato ya fue capturado un menor de edad y la principal hipótesis de la Fiscalía General de la Nación es que el crimen fue motivado por el trabajo periodístico de Montalvo. 

2. Récord de periodistas agredidos en manifestaciones sociales

A lo largo del año registramos 359 agresiones a la prensa durante las manifestaciones sociales. Especialmente nos llama la atención el período entre el 28 de abril y el 19 de julio, en el que documentamos 304 agresiones contra periodistas y medios. En los contextos de protesta del 2021, la fuerza pública fue responsable del 63% de las agresiones. A pesar del compromiso institucional de investigar y sancionar a los responsables, hasta el momento, solo hay siete procesos abiertos y no conocemos de ninguna sanción a los responsables.

3. Ciberpatrullaje y vigilancia en línea

Durante el paro nacional el Ministerio de Defensa y la Policía iniciaron acciones de ciberpatrullaje para combatir lo que, según ellos, son noticias falsas que circulan en Internet. Esta política, que va en contravía de las indicaciones y recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de la Relatoría para la Libertad de Expresión de las Naciones Unidas, institucionaliza un discurso de estigmatización y censura arbitraria contra voces críticas del Estado que denuncian irregularidades de las instituciones. Preocupa la vigilancia y seguimiento que puedan hacer a usuarios de redes sociales y periodistas, en especial porque el país ya tiene antecedentes de perfilamientos a la prensa. 

Hasta ahora, ni el ministerio ni la Policía han asumido alguna responsabilidad y se escudan en decir que se trataba de una campaña pedagógica para hacer frente a las noticias falsas. 

4. Visita de la CIDH

En junio, la CIDH visitó Colombia y se reunió con periodistas y organizaciones de la sociedad civil. Su objetivo era recolectar información sobre las múltiples violaciones a derechos humanos durante el período de manifestaciones sociales. Luego de la visita, la CIDH publicó un informe con recomendaciones para el Estado colombiano. Algunas de ellas: asegurar la protección de periodistas, no intervenir en el libre funcionamiento de los medios, abstenerse de aplicar formas directas o indirectas de censura, brindar información sobre el funcionamiento de las redes de Internet y que la Policía deje de categorizar contenidos como verdaderos o falsos. 

El Gobierno rechazó algunas de las recomendaciones y dejó entrever su falta de disposición en la implementación de las mismas. 

Aquí puede consultar la revista Páginas para la Libertad de Expresión, edición #3.

 

5. Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre el caso Jineth Bedoya

Después de más de 20 años en búsqueda de justicia, en octubre de 2021 la Corte IDH condenó al Estado colombiano por el secuestro, la tortura y la violación de Jineth Bedoya. La sentencia es histórica porque representa un gesto de justicia para todas las víctimas de violencia sexual en el conflicto.

En su fallo, la corte le ordena al Estado investigar, juzgar y sancionar a todos los responsables de los crímenes cometidos contra Bedoya; llevar a cabo una política integral para la protección de los y las periodistas; la creación del Centro Investigativo No es Hora de Callar; el diseño e implementación de un sistema público de recopilación de datos y cifras actualizadas sobre violencia de género, amenazas y violencia contra periodistas y defensores(as) de derechos humanos; y la creación de un fondo de prevención, protección y asistencia de mujeres periodistas víctimas de violencia de género.

6. Acoso judicial: los casos de Vicky Dávila y Cecilia Orozco

Durante el 2021, el acoso judicial contra la prensa se incrementó. En abril conocimos la decisión en segunda instancia de la Corte Suprema de Justicia que sentenciaba a la periodista Vicky Dávila a indemnizar al excomandante de la Policía, Jorge Hilario Estupiñán, por los cuestionamientos que hizo frente a un posible acto de corrupción de Estupiñán. Judicializar una opinión es un golpe contundente contra la libertad de expresión, pues en una democracia se deben proteger los discursos en todas sus formas y manifestaciones.

Por otro lado, se dio la sentencia a favor de Cecilia Orozco en un caso en el que el abogado Abelardo de la Espriella la acusó de dañar su honra y buen nombre. Aunque la decisión represente un alivio para el ejercicio de la prensa libre en Colombia, esta no elimina los efectos negativos que representó el proceso judicial para la periodista.

7. Interferencias y ataques a los medios

En marzo, el gobernador del Quindío, Roberto Jaramillo, realizó llamados de atención a los periodistas por la forma en la que se estaban emitiendo las noticias. Y en octubre, despidieron al director del sistema informativo de Telemedellín, Hernán Muñoz, como sanción a las críticas que realizaba a la Alcaldía de Medellín. Según el periodista, el nuevo gerente del canal habría dicho en una reunión de empalme que el noticiero “ya no sería para la gente, sino para defender al alcalde”.

Además, el alcalde Daniel Quintero arremetió contra el periódico El Colombiano, que ha realizado varias investigaciones sobre corrupción en la alcaldía. Les han desacreditado, por ejemplo, diciendo que el periódico es un “pasquín”. Por este hecho, a inicios de enero del 2022, la Procuraduría General de la Nación abrió una indagación preliminar contra Quintero.

Estas intimidaciones son una carta blanca para que otras entidades y funcionarios dejen de lado su obligación de propiciar un clima óptimo para el periodismo.

8. MinTIC cancela ayudas económicas a medios

A inicios del 2021, el MinTIC anunció la entrega de 85.000 millones de pesos para la transformación digital y la reactivación económica de los medios. Sobre esto, la FLIP advirtió acerca de la necesidad de establecer mecanismos de evaluación independientes para dar mayor transparencia al proceso y establecer expresamente una cláusula de respeto a la libertad editorial de los medios. El MinTIC respondió que el proceso de evaluación sería objetivo y transparente, y que no debía haber preocupación alguna frente a posibles vulneraciones a la libertad de prensa. 

Sin embargo, en septiembre, se anunció la terminación anticipada del proceso de convocatoria. Supuestamente, ninguno de los 354 medios que participó cumplía con los requisitos, pero nunca se explicó por qué las propuestas no se ajustaban a los ejes de la convocatoria o por qué los presupuestos no se adecuaban a las condiciones del MinTIC. Así, el Estado dejó en vilo a un aproximado del 15% de los medios del país y se lavó las manos de su responsabilidad en apoyarles. 

9. La Cámara aprueba artículo que limita la libertad de expresión

En diciembre, las dos cámaras del Congreso aprobaron un artículo que amenazaba la libertad de prensa, pues imponía sanciones desproporcionadas para quienes injurien o calumnien a funcionarios o exfuncionarios públicos. A pesar de que días después fue eliminado, es sumamente alarmante que el Congreso haya aprobado en primera instancia una legislación regresiva contra la prensa, que desconoce los estándares internacionales, sofoca el debate público y crea un terreno fértil para la corrupción, pues le impide a la prensa y a las organizaciones civiles cumplir su rol de veedores.

10. Agresiones contra la prensa que caminan hacia la impunidad


El año pasado se cumplieron tres años del asesinato del equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio. En mayo tuvo lugar el acto de perdón de alias “Cherry”, responsable del asesinato de los periodistas ecuatorianos. Sin embargo, el acusado mostró contradicciones en su relato y no evidenció un interés de revelar la verdad del crimen. Es clave que se dé una reparación a través de espacios de perdón que esclarezcan la verdad y eviten nuevos gestos de revictimización.

Por otro lado, en enero la CIDH concedió medidas cautelares a favor del periodista Ricardo Calderón por las agresiones de las que fue víctima en el caso de perfilamiento a periodistas por parte de miembros del Ejército. Sin embargo, la Fiscalía y la Procuraduría no han avanzado en las sanciones a los responsables, con lo cual se evidencia la falta de interés estatal en avanzar en el esclarecimiento del caso. 

Conoce más
Promoción de la comunicación ciudadana en un país silenciado

martes, 08 febrero 2022

Promoción de la comunicación ciudadana en un país silenciado

En más de la mitad del país no existen medios de comunicación que produzcan información local. Esto, sumado a las precarias condiciones de conectividad, ha instalado el silencio informativo y un riesgo para el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa.

Según los datos de 2019 de la investigación Cartografías de la Información, los desiertos de información en el país se extienden por 666 municipios, y de acuerdo con el último informe trimestral del sector TIC publicado por MinTIC, Bogotá D.C. es el territorio con mayor penetración de Internet fijo con apenas el 27.5%. Mientras que 18 departamentos no llegan al 10% de penetración, entre ellos: Guaviare, Putumayo, San Andrés y Providencia, Arauca, Nariño, Magdalena, Chocó, Córdoba y Cauca. Adicionalmente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó su ranking más reciente de países donde hay acceso a por lo menos un computador por hogar, Colombia está en el último puesto

La imposibilidad de establecer un ecosistema plural impide el debate público local y dificulta que se consolide la democracia en lugares que han sido históricamente precarizados y silenciados. Una de las alternativas más valiosas para hacer frente a esta situación está en la comunicación comunitaria de voces organizadas que dinamizan el debate en los territorios. Sin embargo, el modelo actual no termina de cumplir su función a cabalidad, pues sus problemas estructurales ponen en jaque la posibilidad de consolidar medios comunitarios sostenibles y legítimos. 

Para la muestra, un botón: la radio comunitaria. La radio es el medio con mayor alcance en todo el país, allí donde no llega internet ni televisión es probable que sí llegue una frecuencia radial, pues cubre alrededor del 95% del territorio nacional. Hay más de 600 emisoras comunitarias. Incluso, con ocasión del Acuerdo de Paz, se abrieron dos nuevas convocatorias para radios comunitarias y étnicas. A la fecha hay 74 en funcionamiento. A eso se le suman las emisoras de paz que transmiten en once zonas. Aunque no son comunitarias, ilustran la importancia de la radiodifusión para la construcción de paz. 

Aquí puede consultar la revista Páginas para la Libertad de Expresión, edición #3.

Sin embargo, las emisoras comunitarias sobreviven a pesar de: (i) Una regulación restrictiva que las categoriza como emisoras Clase D con la menor de las potencias y por ende, poco alcance y cobertura. (ii) Desigualdad de condiciones frente a emisoras comerciales y emisoras de la fuerza pública. En varias ocasiones no logran transmitir en todo el municipio. (iii) Procesos burocráticos que no atienden los contextos diferenciados que viven las organizaciones comunitarias. (iv) Altas cargas financieras que dificultan la sostenibilidad: pagos de servicios, arriendos, licencias y SAYCO y ACINPRO, entre otros. (v) Falta de capacitación técnica y acompañamiento institucional, y (vi) Dependencia de la publicidad oficial que en ocasiones obliga a la autocensura para asegurar recursos. 

La comunicación comunitaria tiene el potencial de dar lugares de enunciación y participación a las comunidades, de garantizar el ejercicio de la libertad de expresión y el derecho de acceso a la información. Sin embargo, se ha encontrado constantemente escalando un muro de obstáculos a los que la institucionalidad no responde. Organismos como la CIDH han establecido que los procesos de asignación deben hacerse mediante procedimientos especiales que no exijan requisitos tecnológicos severos. Asimismo, otras condiciones discriminatorias son las limitaciones injustificadas de potencia, contenidos, cubrimiento territorial o acceso a fuentes de financiamiento. 

En Colombia, aparecen varias de las anteriores condiciones que impiden la consolidación de una radio comunitaria robusta y sostenible. Le corresponde al Estado evaluar la regulación existente, y más que simplemente limitarse a otorgar licencias, velar porque a estas se les dé buen uso, por brindar capacitación y herramientas para que los medios comunitarios cumplan con el rol fundamental que requiere un país en silencio.

El dial perdido

  • Entre el 2019 y el 2020 el Gobierno nacional abrió convocatorias para emisoras comunitarias y con enfoque étnico, después de diez años de inactividad en este campo. En la primera, 188 emisoras fueron declaradas viables. Sin embargo, solo 74 están funcionando. Diez viabilidades fueron canceladas por el MinTIC porque no pagaron a tiempo los derechos de concesión. 

  • En la segunda convocatoria, la de emisoras con enfoque étnico, 116 propuestas fueron evaluadas y solo quince cumplieron con los criterios establecidos por el MinTIC.

  • Las emisoras del Ejército llegan a tener hasta 15 kW de potencia (ninguna tiene menos de 1 kW), mientras que las comunitarias tienen una potencia restringida en la mayoría de casos a 0.25kW. Esto ilustra la disparidad en las condiciones que afecta a la radio comunitaria.

 

Conoce más