Pronunciamientos

Ernesto Acero Cadena

sábado, 11 diciembre 2021

Ernesto Acero Cadena

Ernesto Acero Cadena era periodista del periódico El Informador Socioeconómico. A sus 59 años fue asesinado el 12 de diciembre de 1995 en Armenia, Quindío. Ese día, un desconocido lo atacó a dos cuadras del Cuartel de Policía y del Palacio de Justicia de Armenia. Su caso prescribió en 2015 luego de que la Fiscalía no lograra determinar a los autores del crimen. 

Ernesto tuvo una reconocida trayectoria periodística. Durante 1957 y 1962, trabajó en los periódicos El Relator y Occidente en Cali, Valle del Cauca. Años más tarde, fue editor del diario Edicron y Estelar Publicidad, así como redactor de la revista de la Policía Nacional en Bogotá. En 1966, viajó a Medellín y se desempeñó como director de Colprensa y de la emisora La Voz de la Independencia. 

Tres años después, Ernesto se estableció en Armenia donde fue jefe de prensa de la Gobernación del Quindío, periodista de las emisoras La Voz del Comercio y Radio Sucesos, corresponsal de La Patria de Manizales, El Espectador, El Pueblo, Occidente, El Siglo, La República, y redactor de La Patria del Quindío. 

Ernesto también fue emprendedor y, por eso, creó El Informador Socioeconómico del Quindío, un plegable que alcanzó 195 ediciones en Armenia y en el que criticaba y denunciaba temas de interés público.

Antes de su asesinato, Ernesto denunció al excongresista Carlos Alberto Oviedo por presuntos vínculos con narcontraficantes. Un funcionario de la unidad de investigaciones secretas de la Policía declaró ante la Fiscalía que, días antes del asesinato del periodista, el agente de policía Edgar Gamboa le contó que se estaba preparando un asesinato por el que pagarían 40 millones de pesos. Y aunque Gamboa fue expulsado de la institución, nunca  hubo condenas y las autoridades no lograron identificar a los responsables del homicidio. 

Nuestro equipo FLIP no ha podido contactar a colegas o personas cercanas a Ernesto. Si usted lo conoció o tiene pistas de quiénes pudieron haber tratado con él, puede escribirnos a info@flip.org.co. 

En la FLIP, recordamos a Ernesto y reconocemos su trabajo periodístico cuya trayectoria lo convirtió en uno de los periodistas más destacados del departamento. 

Gracias por recordar con nosotros. 

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Alerta por restricciones e intimidación al trabajo periodístico

sábado, 11 diciembre 2021

Alerta por restricciones e intimidación al trabajo periodístico

Diversas acciones recientes limitan la libertad de prensa y muestran la fragilidad actual de los mecanismos para contener el ejercicio arbitrario de los poderes públicos. Varias de estas buscan activamente consolidar una suerte de inmunidad de los gobernantes, construyendo mecanismos de censura, con el claro propósito de eximir al Estado y sus funcionarios de la crítica y veeduría ciudadana.

Es alarmante el espíritu aleccionador multiplicado y endurecido contra los críticos de la función pública y del poder. Estos intentos de controlar y moderar el discurso público preocupan especialmente de cara a la contienda electoral de 2022. Limitar la libertad de prensa no contribuye a fortalecer los derechos de participación informada de la ciudadanía en la política, y en esa medida la posibilidad de contener y hacer veeduría del ejercicio arbitrario de los poderes públicos.

Altos funcionarios del gobierno central y regional, así como el poder legislativo, están ejerciendo estrategias de legitimación de su gestión mediante la censura de voces críticas. Algunas de las acciones que mayores alertas generan son: el  art. 68 de la Ley Anticorrupción aprobado por la Cámara de Representantes para proteger a funcionarios; el art. 49 del Proyecto 33 de 2021 “por medio del cual se expide el Estatuto Disciplinario Policial” para proteger la imagen de la Policía Nacional; o los intentos de captura del debate a través de las interferencias de los medios públicos regionales. Todas estas medidas se erigen con un propósito común: identificar y silenciar la crítica.

Además, desde la dirección de la Fiscalía se presume la mala fe y la criminalidad en cualquier mensaje crítico contra el poder público. Así quedó evidenciado cuando el pasado 1 de diciembre, el Fiscal General, Francisco Barbosa, afirmó en un evento que “cada día que hay críticas contra la Fiscalía General de la Nación, hay que encontrar detrás de esas críticas algún delincuente parapetado”. 

Esta falta de garantías para el ejercicio libre de la prensa se agudiza por la actitud esquiva del gobierno, que no tomó medidas enérgicas para detener los ataques violentos contra periodistas cuando se llegó a  durante las protestas y que ha preferido rehuir a la prensa cuando lo critica. 

Un poder que elude a la prensa, que la criminaliza, y genera temor por las expresiones en línea, sofoca el debate público y anula la participación libre e informada de la ciudadanía. Resulta paradójico que meses después de celebrar los 30 años de la Constitución del 91, se utilicen las mismas herramientas constitucionales para menoscabar las garantías básicas del oficio periodístico como la prohibición de censura, la protección de las fuentes y denunciantes de buena fe, y la primacía de la libertad de expresión.

Recibimos de manera positiva el llamado de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la OEA al Estado colombiano a cumplir con sus obligaciones internacionales de protección y garantía de la libertad de prensa, al encontrar incompatible con estándares interamericanos la norma aprobada por el Congreso de Colombia que sanciona injurias y calumnias contra funcionarios públicos. En particular, adherimos su llamado a la urgente reflexión para que en lo que resta del proceso legislativo, en la conciliación, se sintonice la legislación a las obligaciones internacionales de derechos humanos.  

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La Cámara aprueba artículo que limita la libertad de expresión

miércoles, 08 diciembre 2021

La Cámara aprueba artículo que limita la libertad de expresión

Anoche, 6 de diciembre, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó, con 73 votos y en cuarto debate, el artículo 68 del Proyecto de Ley Anticorrupción que dispone la posibilidad de sancionar mediante la cancelación de la personería jurídica de organizaciones comunitarias a quienes injurien o calumnien  a funcionarios, e incluso, exfuncionarios públicos. 

Se trata de una norma decididamente regresiva contra la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la información de los colombianos.

En el debate se evidenció que un sector político ve con recelo a la prensa y está tramitando inconformidades personales a través del sistema legislativo, a tal punto que durante el debate se cuestionaron garantías de suma importancia para la actividad periodística como la presunción de buena fe y la rectificación. Para adoptar medidas para la transparencia, prevención y lucha contra la corrupción no se puede establecer un sistema de control de la prensa y el flujo de información en nombre de una supuesta garantía de la corrección y veracidad de la información, tal y como lo pretendió justificar el ponente César Lorduy, congresista del partido Cambio Radical.

El apoyo de 73 representantes a la imposición de estas medidas desproporcionadas y aleccionadoras contra la prensa, en contravía de todas las advertencias de su efecto censurador, revela un poder legislativo que rechaza la veeduría ciudadana y, en su lugar, ejerce el poder con un fin intimidatorio, un mensaje nefasto para la libertad de expresión en el país. El artículo en cuestión mantiene la opacidad, en contravía del propósito del proyecto de ley, sofoca el debate público y crea un terreno fértil para la corrupción impidiendo a la prensa y a las organizaciones de sociedad civil cumplir su rol de perro guardián en una sociedad democrática.    

Además de la evidente inconstitucionalidad del artículo y su desconocimiento de los estándares interamericanos, la inconveniencia es clara. Cuando los y las periodistas están frente al riesgo de ser sancionados penalmente, tienden a autocensurarse, afectando gravemente el libre flujo de información en una sociedad democrática, en especial en las regiones. 

Por lo anterior, hacemos un llamado a la Comisión que conciliará el texto definitivo del proyecto de ley, para que lo retire, y en caso de ser incluido, exhortamos al presidente Iván Duque para que objete parcialmente el Proyecto de Ley Anticorrupción, en particular el artículo 68 ya que es inconstitucional. La FLIP y las organizaciones firmantes, continuaremos revisando el curso de este proyecto de ley y adoptaremos las medidas legales para que se declare la inconstitucionalidad de dicha norma.

Firmantes

Fundación para la Libertad de Prensa -FLIP-
Asociación Colombiana de Medios Informativos -AMI-
Asomedios
Centro de Internet y Sociedad de la Universidad del Rosario -ISUR-
Consejo de Redacción -CdR-
El Veinte
Fescol
Fundación Karisma
Fundación Gabo
Proyecto Antonio Nariño 

 

 

 

 

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Artículo del proyecto de ley anticorrupción ataca la libertad de expresión

lunes, 06 diciembre 2021

Artículo del proyecto de ley anticorrupción ataca la libertad de expresión

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) hace un llamado al Senado para que elimine el artículo 221A del Proyecto de Ley No. 369 de 2021 de Cámara y 341 de 2020 del Senado “por medio de la cual se adoptan medidas en materia de transparencia, prevención y lucha contra la corrupción y se dictan otras disposiciones”. Este artículo viola las garantías básicas de la libertad de expresión al pretender impartir medidas penales desproporcionadas. 

Este artículo promueve el uso de la vía penal como sanción a la libertad de expresión, contrario a los estándares interamericanos y constitucionales de protección a la libertad de prensa.  Dispone una pena de prisión de hasta 10 años y multas de hasta $1.359 millones contra quienes profieran injuria o calumnia contra funcionarios, e incluso, exfuncionarios públicos. 

Por otro lado, también establece la creación de un fuero extraordinario de protección de las y los funcionarios públicos, lo que resulta contraria al propósito de promover estrategias de transparencia. Estas figuras públicas tienen gran incidencia en asuntos de interés y deben asumir que su rol requiere vigilancia y crítica por parte del público. Esto implica tomar una postura abierta al debate para discutir los aspectos que consideran inexactos o erróneos.

Además, este nuevo artículo desconoce que las denuncias penales deben ser la última medida para limitar la labor de los y las periodistas, y que existen otras vías reconocidas en el ordenamiento, como la rectificación. No todo ataque a la moral o crítica constituye una injuria o una calumnia, la Constitución también protege expresiones que puedan parecer ofensivas o chocantes para los funcionarios públicos. 

Nos sumamos a otras organizaciones como Ami, Asomedios y la Sociedad Interamericana de Prensa para expresar nuestra preocupación, pues este tipo de medidas resultan altamente inconvenientes para el ordenamiento jurídico, en especial regresivas para la garantía del ejercicio de la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la información de los colombianos.

La libertad de expresión no puede verse menoscabada por la presunta vulneración a la moral de un o una funcionaria. Además, la opinión de las y los periodistas tiene especial protección frente a denuncias penales, especialmente cuando se da sobre asuntos de interés público o sobre funcionarios. 

Preocupa que la práctica de acoso judicial contra la prensa crítica encuentre nuevos respaldos en la legislación, cuando esta censura está prohibida por la Constitución. El acoso judicial, y la posibilidad de enfrentar un proceso penal genera un ambiente de autocensura. Reiteramos que la garantía del ejercicio de la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la información no son el enemigo, por el contrario son pilares esenciales de una sociedad democrática. 

La lucha contra la corrupción debe contar con mayores garantías de flujo de información y transparencia para la veeduría y el debate público, en lugar de edificarse en castigos que buscan privilegiar la opacidad y castigar a la prensa crítica. 

Solicitamos al Senado que elimine el artículo del proyecto de ley y que así proteja la libertad de prensa y de expresión.

 

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El acoso judicial se ha convertido en una de las principales estrategias de censura contra los periodistas en Colombia. A los comunicadores se les amedrenta con denuncias penales o civiles para impedir que opinen o que informen, algo que no permite la libertad necesaria para cumplir con su oficio. Los casos documentados por la FLIP han incrementado, en lo que lleva del 2021 se han registrado 34 casos. 

Aquí pueden escuchar un episodio de nuestro pódcast Perifoneo sobre un caso de acoso judicial contra la periodista Cecilia Orozco, a manos del abogado Abelardo De La Espriella.

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Guillermo León Agudelo: veintiún años de impunidad

miércoles, 01 diciembre 2021

Guillermo León Agudelo: veintiún años de impunidad

Guillermo León Agudelo fue asesinado el 30 de noviembre del 2000 en Florencia, Caquetá. Guillermo era periodista de la emisora La Voz de la Selva, que para ese momento estaba afiliada a la cadena radial Caracol.

El 30 de noviembre del 2000, tres sicarios ingresaron a la vivienda de Guillermo y lo asesinaron. Inicialmente se creyó que las FARC era responsable del homicidio, pues en su espacio radial, Guillermo respaldaba al partido Conservador. Sin embargo, las autoridades no han logrado esclarecer el caso que aún permanece en investigación.

En la FLIP, no olvidamos a Guillermo y hacemos un llamado para que su caso no permanezca en total impunidad. Gracias por recordar con nosotros.

 

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Tres décadas sin Rodrigo Ahumada Bado, fundador de Radio Galeón

sábado, 27 noviembre 2021

Tres décadas sin Rodrigo Ahumada Bado, fundador de Radio Galeón

Rodrigo Ahumada fue periodista y fundador de la emisora Radio Galeón y Galeón TV, programadora que lo convirtió en uno de los fundadores de Telecaribe. El 26 de septiembre de 1991 fue atacado. Recibió dos impactos de bala, que lo dejaron hospitalizado por doce días, hasta que finalmente murió en Santa Marta, Magdalena.

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Medios de comunicación libres de violencia de género

viernes, 26 noviembre 2021

Medios de comunicación libres de violencia de género

En mayo de 2021, y a propósito del caso de la periodista Claudia Vanessa Restrepo contra el periódico El Colombiano, la Corte Constitucional promulgó una sentencia T-140, que habla sobre la violencia de género contra mujeres periodistas y las obligaciones de los medios de comunicación.

Los medios tienen la obligación de identificar los riesgos de violencia y de acoso del personal, tomar medidas para proteger de manera eficaz a las periodistas de dichos riesgos, aplicar una política laboral para prevenir y tratar los casos de violencia de género, y capacitar al personal sobre los riesgos de violencias de género.

Junto a FES Comunicación publicamos este corto manual que explica a fondo la sentencia que obliga a todos los medios de comunicación a prevenir y tratar los casos de violencia contra las mujeres periodistas. 

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Gustavo Ruíz Cantillo, un periodista asesinado por denunciar la presencia de las AUC en el Caribe colombiano

martes, 16 noviembre 2021

Gustavo Ruíz Cantillo, un periodista asesinado por denunciar la presencia de las AUC en el Caribe colombiano

Hace 21 años fue asesinado el periodista Gustavo Ruíz Cantillo en el municipio de Pivijay, Magdalena. Antes de su asesinato, fue amenazado por su trabajo periodístico. Luego de más de dos décadas, la Fiscalía mantiene en reserva la información sobre el caso.  

Gustavo era un periodista empírico, apasionado por el oficio y la investigación. Llevaba 10 años trabajando como corresponsal de Radio Galeón, medio de comunicación de Santa Marta, Magdalena donde diariamente hacía cubrimientos para el noticiero Mi Radioperiódico. 

“Él los reportajes los hacía desde Pivijay y llamaba a Radio Galeón desde la plaza de mercado, era el único lugar aquí donde había teléfono público. A veces tenía que estar viajando a la emisora, pero él casi todos los días informaba lo que pasaba desde acá”, cuenta su hermana. 

Los reportajes y noticias que Gustavo emitía abordaban temas como la presencia y control de grupos paramilitares en el municipio, corrupción, inseguridad, deficiencias del servicio de electricidad y la demora del pago de salarios a docentes. Sus emisiones tenían una amplía audiencia, y así, empezó a convertirse en un periodista reconocido en la región. 

A causa de sus informes, Gustavo comenzó a recibir amenazas en las que le advertían que debía detener su actividad periodística. “Aquí no podía haber periodistas, porque estábamos en la era de las AUC y ellos no querían a personas como él en Pivijay; le habían dicho que dejara de contar todo lo que pasaba en el municipio”, explica la hermana de Gustavo, quien además dice que su hermano jamás les contó sobre las amenazas, porque de lo contrario habrían hecho lo necesario para sacarlo de allí. 

A sus 39 años, el miércoles 15 de noviembre del 2000, Gustavo fue asesinado en la plaza de mercado de Pivijay, mientras recolectaba información para el noticiero.

En la FLIP, no olvidamos las denuncias periodísticas de Gustavo y su labor por mantener informada a la región del Caribe colombiano. Gracias por recordar con nosotros. 

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En menos de una semana tres nuevos casos de acoso judicial contra periodistas

sábado, 13 noviembre 2021

En menos de una semana tres nuevos casos de acoso judicial contra periodistas

En una semana, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) conoció tres casos en los que personas con alta visibilidad pública han denunciado penalmente a periodistas que investigan asuntos de interés. En el Congreso cursa un proyecto de ley para hacerle frente a este fenómeno, pero algunos y algunas senadoras han puesto trabas para su votación. 

El acoso judicial se sigue consolidando como una herramienta para silenciar a la prensa. En los últimos dos meses, la FLIP ha registrado 14 casos de acoso judicial hacia medios de comunicación y periodistas que investigan temas de alto interés público como la pederastia al interior de la iglesia católica, el sistema de salud, las actividades de los senadores y el seguimiento a la contratación en entidades públicas. 

En la última semana la FLIP conoció tres casos de periodistas que han sido citados a audiencias de conciliación ante la Fiscalía General de la Nación por denuncias en su contra que han sido interpuestas por importantes figuras públicas en el país. Estos casos reflejan un patrón en común: los y las periodistas, por los mismos hechos, han enfrentado otros procesos judiciales de distinta naturaleza, como acciones de tutela o demandas civiles. Así se puede entender que existe una presión sistemática sobre las publicaciones que desgasta a los y las periodistas y al mismo aparato de justicia. 

El primero de estos procesos fue reportado por las periodistas Claudia Báez y Diana Salinas de Cuestión Pública, quienes fueron citadas por una denuncia interpuesta por el presidente del Senado de la República Juan Diego Gómez. Las periodistas ya habían ganado una acción de tutela por los mismos hechos iniciada en junio por Gómez. La investigación de Cuestión Pública denominada Sabemos lo que hiciste la legislatura pasada es una publicación en donde hay 75 perfiles de senadores con importantes anotaciones sobre sus actividades y las de su círculo cercano. 

El segundo caso es el del periodista Carlos Cortés, quien fue denunciado por el abogado Abelardo De La Espriella por un trino en su cuenta de Twitter en mayo de 2019. Por este mismo mensaje el periodista también enfrenta un proceso de responsabilidad civil extracontractual iniciado por De La Espriella. 

El tercer reporte que recibió la FLIP esta semana es del periodista Gabriel Angarita en Cúcuta. El periodista fue citado a una audiencia de conciliación ante la Fiscalía, al parecer, por una denuncia adelantada por Víctor Manuel Carrillo, un empresario de Norte de Santander. El periodista ya había enfrentado un proceso de tutela iniciado también por Carrillo.  

La FLIP expresa su preocupación pues estos tres casos reflejan un preocupante patrón que incluye la estrategia de interponer múltiples procesos contra publicaciones y opiniones protegidas por el derecho a la libertad de expresión y de prensa. Los casos dan cuenta de que esta estrategia es desproporcionada y va en contra del ejercicio del oficio periodístico con el fin de callar las denuncias y causar un efecto inhibidor sobre temas similares. 

Por esta razón, urge que el Congreso de la República debata y vote el proyecto de ley 090 de 2021 que busca cortar el mecanismo de abuso del sistema judicial para intimidar y censurar asuntos de interés público. La FLIP ha podido conocer que este proyecto de ley ha tenido algunas trabas por parte de algunos senadores que han argumentado que no están a favor de la iniciativa. Particularmente, el pasado 10 de noviembre, mientras se votaba en la Comisión Primera del Senado, los senadores Paloma Valencia y Gustavo Petro mostraron su posición contraria al proyecto de ley. Al momento de votar el articulado ninguno de los dos senadores estuvo en el recinto, por lo que no se logró el quórum necesario para proceder con la votación y ésta tuvo que ser suspendida.

Es urgente y necesario que los debates al interior del Congreso de la República tengan en cuenta el problema de fondo: existe una desproporcionalidad y sistematicidad con la que funcionarios públicos, importantes empresarios y figuras públicas en Colombia inician procesos judiciales para desgastar a periodistas cuando reportan sobre asuntos de alto interés público. Por eso hacemos un llamado a los miembros del Congreso de la República, quienes deben garantizar la libertad de prensa, para que aborden el debate a la altura de la situación y tomen una decisión que hable de un Estado con garantías para ejercer el oficio periodístico de forma libre y sin trabas.

Hace unos meses les contamos la historia de Cecilia Orozco, y el acoso judicial que ha sufrido a manos del abogado Abelardo De La Espriella. Aquí pueden escuchar el episodio.

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