Rechazamos las declaraciones de las disidencias de las FARC que ponen en riesgo a periodistas de Caracol Televisión

Desde la Fundación para la Libertad de Prensa rechazamos de manera categórica el video difundido por el Estado Mayor de Bloques y Frentes, al mando de alias “Calarcá”, en el que voceros en la negociación que este grupo adelanta con el Gobierno Nacional, consideran a periodistas como actores del conflicto armado. Estas afirmaciones constituyen un grave atentado contra la libertad de expresión y ponen en riesgo la vida e integridad de los periodistas.

Las declaraciones de los negociadores del grupo armado surgen en respuesta a una investigación de alto interés público realizada por la unidad investigativa de Noticias Caracol, presentada el domingo 23 de noviembre, en la que se revelan presuntos vínculos de estas disidencias con altos funcionarios del Estado. Que negociadores de un grupo armado califiquen a periodistas como actores del conflicto no tiene precedente en nuestro pasado reciente. Los señalamientos no solo ponen en riesgo máximo a todos los trabajadores y periodistas de Noticias Caracol, sino también a todos los y las periodistas que informan sobre las actividades de estos grupos armados. Es una clara incitación al silencio de la prensa sobre temas de interés público.

El trabajo de la prensa consiste en investigar, contrastar, verificar y publicar información de interés público, por esto al afirmar que Caracol Televisión es un actor del conflicto por hacer su trabajo, estos grupos cruzan una línea extremadamente grave: distorsionan el papel de la prensa, ubican a las y los periodistas en el terreno de la confrontación y los ponen en la mira, como si informar fuera un acto de hostilidad. Ningún actor armado, estatal o no estatal, puede atribuir a un medio de comunicación la condición de “actor del conflicto” como represalia por la publicación de contenidos periodísticos por medio de los cuales hacen denuncias.

Desde que comenzaron los diálogos de paz han sido reiteradas e infructuosas las solicitudes que hemos hecho al Gobierno nacional, a la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y a cada uno de los jefes de negociación del Gobierno para que exijan a los grupos armados ilegales respeto a la labor periodística y excluyan de manera definitiva a los y las periodistas de la confrontación armada.

Hacemos un llamado urgente al Presidente de la República, Gustavo Petro; a Otty Patiño, Alto Comisionado para la Paz; y a Gloria Quiceno, jefa negociadora por parte del Gobierno Nacional para que se pronuncien frente a las amenazas de este grupo armado contra el equipo de Caracol Noticias y expresen su respaldo a la labor periodística.

Solicitamos a la Unidad Nacional de Protección (UNP) evaluar de manera inmediata el nivel de riesgo y adoptar medidas de protección eficaces para el equipo periodístico de Caracol Televisión. A la Policía Nacional le pedimos garantizar la seguridad en las instalaciones del medio de comunicación.

En amplias regiones del país, los grupos armados continúan imponiendo restricciones, intimidando y hostigando a periodistas. Pronunciamientos como el difundido por el grupo armado no solo incrementan el riesgo, sino que normalizan la violencia contra quienes informan y deterioran las condiciones esenciales para construir paz.

Frente a esto, reafirmamos que la prensa no es un enemigo ni un actor de la confrontación. Y el Estado tiene la obligación de garantizar, sin vacilaciones, su protección y su libertad para informar. Reiteramos un llamado histórico que sigue siendo urgente: saquen a los periodistas de la guerra.