La falta de investigación agrava la situación de seguridad del periodista Eder Narváez

La FLIP expresa su preocupación por el aumento de amenazas en contra del periodista Éder Narváez, director del medio digital NP Noticias Online y corresponsal de Teleantioquia. Desde el 24 de noviembre el periodista ha recibido dos amenazas y dos hostigamientos relacionados con su trabajo informativo en el municipio de Caucasia, en el Bajo Cauca antioqueño. En total la FLIP ha registrado 14 ataques contra el periodista en sólo el 2022. Es urgente que la Fiscalía General de la Nación avance con diligencia en la investigación de las amenazas para encontrar a los responsables y así desarticular el riesgo del periodista.

En la última semana de noviembre y la primera de diciembre, Narváez recibió comentarios y mensajes amenazantes en redes sociales como forma de retaliación por la publicación de distintos artículos relacionados con el desarrollo de las corralejas y asuntos de seguridad en el municipio de Caucasia. Días después, el 7 y el 12 de diciembre, personas que se identificaron como miembros del grupo criminal Virgilio Peralta Arenas, también conocido como “Los Caparros”, presionaron a Narváez para que publicara un panfleto de la organización criminal. Ante la negativa del periodista, los desconocidos lo hostigaron, cuestionaron y le dijeron que él no publica las noticias que le convienen a la comunidad. 

Desde el 2014, Narváez ha sido víctima de amenazas y hostigamientos que incluso lo llevaron a desplazarse forzadamente en el 2020. En lo corrido de este año  el periodista ha interpuesto cinco denuncias ante la Fiscalía relacionadas con las amenazas que ha recibido. Sin embargo hasta el momento, no se han conocido avances significativos sobre las investigaciones que está realizando esta entidad. Sobre esto la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido la importancia que tiene la debida diligencia en las investigaciones de los delitos de amenazas contra periodistas: “[es] obligación de los Estados adoptar todas las medidas necesarias, no solo para proteger a las y los periodistas de esos riesgos, sino de investigar diligentemente cualquier acto de agresión que puedan sufrir”. 

La falta de resultados en las investigaciones de Fiscalía resulta más preocupante si se tiene en cuenta que el periodista le ha manifestado a la FLIP que ha aportado evidencias que permitirían tener más elementos para individualizar a los agresores y así combatir la impunidad que ha rodeado su caso por varios años y configurado un escenario de permisividad para los agresores.  

Además, es necesario que la Unidad Nacional de Protección (UNP) tenga en cuenta estos nuevos hechos y evalúe un refuerzo de las medidas con las que cuenta el periodista actualmente e inicie acciones articuladas con las instituciones locales como Policía y Alcaldía con el fin de prevenir ataques a la vida y la integridad del periodista.