Jineth Bedoya Lima: 25 años de lucha contra la impunidad
Hoy domingo 25 de mayo se cumplen 25 años del caso de Jineth Bedoya Lima, periodista que fue interceptada, secuestrada y sometida a numerosas agresiones físicas, sexuales y verbales como represalia a su trabajo periodístico sobre distintos crímenes y violaciones a derechos humanos que ocurrían dentro de la cárcel la Modelo en Bogotá. Este ataque buscaba silenciarla, pero Jineth respondió con valentía y determinación y emprendió una lucha por la justicia que aún continúa. Sin embargo, ese camino ha estado marcado por el abandono institucional y la falta de respuestas oportunas por parte del sistema judicial. Aunque se han identificado a varios de los autores materiales, aún no se ha sancionado a quienes serían los máximos responsables ni se ha esclarecido la participación de funcionarios públicos en la planeación y del crimen y quienes permitieron su ejecución.
En esta conmemoración, desde la FLIP y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), representantes de Jineth ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, expresamos una vez más nuestro apoyo a Jineth y seguimos exigiendo justicia, en especial teniendo en cuenta su reciente decisión de no participar directamente del proceso penal.
Durante estos 25 años Jineth ha inspirado y capacitado a nuevas generaciones de mujeres periodistas y ha establecido precedentes históricos en la lucha contra la violencia de género en Colombia. A través de su activismo, en 2009, creó la campaña “No Es Hora de Callar” para denunciar la violencia sexual, la invisibilización de esta práctica y la impunidad generalizada que rodea este crimen. Su incansable labor la llevó a que en 2022, fue designada por la ONU como Campeona en la Lucha Contra la Violencia Sexual en los Conflictos, convirtiéndose en la primera persona en Latinoamérica en recibir este nombramiento.
En 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) emitió una sentencia histórica, en la cual declaró la responsabilidad internacional del Estado colombiano por los hechos del caso y ordenó una serie de medidas de reparación para Jineth, su madre y la sociedad en general. Por primera vez, el alto tribunal analizó el uso de la violencia sexual como forma de silenciamiento y control en contra de una mujer periodista en el marco del conflicto armado colombiano. Sin embargo, a pesar del fallo y el tiempo transcurrido, la impunidad persiste.
La primera medida de reparación a favor de la periodista, en el marco de la sentencia de la Corte IDH —investigar, juzgar y sancionar a todos los responsables de los crímenes— sigue sin cumplirse y deja en evidencia varios retrocesos. Cabe recordar, que previo a de la sentencia de la Corte IDH, en 2019, se logró la condena a 40 años de prisión en contra de Jesús Emiro Pereira Rivera, alias ‘Huevo de Pisca’, pero el año pasado conocimos que fue puesto en libertad por las autoridades y se encuentra prófugo desde hace más de tres años, reactivando así el riesgo de seguridad para Jineth. Además, el único funcionario público que hasta ahora ha sido procesado por el secuestro de la periodista fue absuelto en primera y segunda instancia, en el último año.
Recientemente, en abril de 2025, Jineth informó su decisión de abandonar su búsqueda de justicia penal y no involucrarse directamente en el proceso. Esta determinación refleja las graves consecuencias de más de dos décadas de impunidad y revictimización por parte del Estado. Que una mujer periodista, símbolo de la lucha por la justicia, abandone su caso no solo es una señal del desgaste individual, sino también una advertencia sobre el fracaso institucional para responder a su caso con diligencia y compromiso.
Esta decisión, sin embargo, no puede interpretarse como un cierre del caso ni como una exoneración de las obligaciones del Estado. La búsqueda de justicia debe continuar: el Estado colombiano tiene el deber de investigar, juzgar y sancionar a todos los responsables, incluidos los miembros de la fuerza pública y altos mandos estatales que facilitaron o consintieron la comisión del crimen. Hasta ahora, solo los autores materiales —miembros de grupos paramilitares— han sido judicializados, mientras que quienes desde las instituciones permitieron o contribuyeron a los hechos siguen en la impunidad. Actualmente, se encuentra en curso un recurso de casación interpuesto en contra de la decisión de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá por confirmar que Javier Morantes Pico, el funcionario que recibió a Jineth en la entrada de la cárcel, no estuvo relacionado con los delitos cometidos en contra de la periodista.
Otras de las medidas indicadas en la sentencia están presentando obstáculos en su ejecución: el programa transmedia y la implementación del Fondo “No Es Hora de Callar”, para prevenir casos de violencia basadas en género y asistir a víctimas de estas agresiones, no cuentan con garantías claras de financiamiento estatal sostenido a largo plazo ni de continuidad institucional. Por otro lado, la creación del “Centro Investigativo No Es Hora de Callar”, que busca convertirse en un centro de memoria y dignificación de mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado, es una de las medidas más avanzadas. No obstante, su implementación también ha enfrentado retrasos por demoras en la asignación de recursos.
Desde la FLIP y CEJIL reiteramos que el Estado colombiano sigue en deuda con Jineth y con las mujeres periodistas víctimas de violencia sexual. La persistencia de la impunidad, la falta de implementación de las medidas de reparación integral, la revictimización del proceso penal y la violencia institucional de la burocracia estatal envían un mensaje de tolerancia frente a estos crímenes, desincentiva la denuncia, y profundiza la desprotección de las mujeres que ejercen el periodismo en contextos de alto riesgo. En este sentido, le exigimos a la Fiscalía General de la Nación que avance con celeridad en las investigaciones sobre la ubicación actual de “Huevo de Pisca”, identifique a los máximos responsables y garantice justicia integral. Igualmente, instamos al Estado colombiano el cumplimiento pleno y oportuno de las medidas de reparación ordenadas por la Corte IDH, sin dilación ni obstáculos.
En conmemoración de los 25 años del caso de Jineth Bedoya, honramos su lucha, su valentía y su voz. Su caso no solo representa una búsqueda personal de justicia, también ha marcado un hito en la defensa de los derechos de las mujeres, la libertad de prensa y la lucha contra la impunidad. Hoy, más que nunca, reafirmamos el compromiso de seguir exigiendo justicia plena y garantías para que ninguna periodista vuelva a ser silenciada por la violencia.
En esta galería, que cuenta con información de IFEX, pueden consultar algunos de los hitos relacionados con este caso:
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