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martes, 30 julio 2019
La FLIP rechaza el ataque a un vehículo de Teleantioquia Noticias
La FLIP rechaza la agresión con pistola de balines a uno de los vehículos de Teleantioquia, en Medellín. Este es el segundo ataque de este tipo que se presenta en menos de un mes contra un carro del canal y hasta el momento se desconoce la identidad de los responsables.
El pasado 24 de julio uno de los vehículos del canal fue impactado por un proyectil de una pistola de balines mientras cruzaba la calle San Juan a la altura de la Avenida Ferrocarril, a pocas cuadras de las instalaciones del medio de comunicación. El balín rompió la ventana izquierda del vehículo. El conductor, quien era la única persona a bordo, resultó ileso.
Teleantioquia ya había sido víctima de un ataque similar hace aproximadamente tres semanas. El pasado dos de julio uno de los vehículos del canal fue atacado con una pistola de balines mientras se encontraba en el sector de La Alpujarra. En esa ocasión en el carro se transportaban una periodista, un camarógrafo y otro conductor para hacer un avance de noticias. Ninguno de los miembros del equipo periodístico resultó herido.
La FLIP expresa su preocupación por estos hechos y le hace un llamado a la Fiscalía General de la Nación para que investigue lo sucedido y capture a los responsables. La Fundación le solicita a las autoridades que asuman como hipótesis principal de la investigación la actividad informativa del medio.
Las sanciones judiciales en este tipo de situaciones son un precedente importante que contribuye a disuadir la ocurrencia de nuevas violencias contra la prensa. Así lo ha dispuesto la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informe sobre Violencia contra periodistas y trabajadores de Medios: “Para prevenir la violencia contra periodistas y trabajadores de los medios de comunicación es indispensable que el ordenamiento jurídico sancione estas conductas de manera proporcional al daño cometido”.
viernes, 26 julio 2019
FLIP rechaza orden de censura en el caso de la periodista Claudia Julieta Duque
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechaza la orden dada por la Juez Segunda Penal Especializada de Bogotá de censurar las expresiones de la periodista Claudia Julieta Duque en el marco del proceso adelantado contra Emiro Rojas Granados, ex funcionario del DAS, por tortura psicológica contra Duque.
La orden de la Juez consiste en limitar la publicación de informaciones por parte de Duque a que estas sean veraces, imparciales y concretas, pero sin tergiversaciones u opiniones; restringir la emisión de opiniones que pongan en tela de juicio a los acusados, testigos o al despacho mismo y; prohibir la publicación de fotos de las partes del proceso.
Las restricciones que se impone a Duque a opinar sobre dicho proceso son contrarias a la libertad de expresión, protegida por el artículo 20 de la Constitución y 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos. La orden de la Juez es una forma de censura previa, prohibida por el artículo 13 de la Convención Americana.
La Corte Constitucional ha dicho que las autoridades no pueden establecer medidas de “supeditar la divulgación del contenido a su permiso, autorización, examen previo, o al recorte, adaptación o modificación"1.
La FLIP considera grave que la Juez restrinja la opinión de Duque de una forma completamente alejada de las garantías de la libertad de expresión. En palabras de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), “la opinión no puede ser objeto de sanción, más aún cuando se trata de un juicio de valor sobre un acto oficial de un funcionario público en el desempeño de su cargo"2. Adicionalmente, la libertad de expresión “no sólo se protege la emisión de expresiones inofensivas o bien recibidas por la opinión pública, sino también la de aquellas que chocan, irritan o inquietan a los funcionarios públicos o a un sector cualquiera de la población"3.
Limitaciones como la determinada por la Juez sólo pueden darse en los casos más extremos, en los que esté comprobado que se causaría un daño superior al interés que existe para que la sociedad conozca lo que pasa en el transcurso de dicho juicio. En este caso, las opiniones e informaciones que Claudia Julieta Duque pueda dar sobre este proceso son de un alto interés público, pues el crimen que se investiga es una grave violación a los derechos humanos y ha sido declarado como crimen de lesa humanidad por parte de la Fiscalía.
Las restricciones que se imponen a Duque, además de violar la libertad de expresión de la periodista, vulneran gravemente el derecho de la sociedad a recibir informaciones y opiniones. Adicionalmente, la libertad de expresión no solo "protege la emisión de expresiones inofensivas o bien recibidas por la opinión pública, sino también la de aquellas que chocan, irritan o inquietan a los funcionarios públicos o a un sector cualquiera de la población".
El abogado que representa a Duque presentó un recurso de reposición para que la juez reconsiderara su decisión y esta última indicó que se pronunciaría otro día. La FLIP exige a la juez que revoque su decisión y que otorgue garantías para el ejercicio de la libertad de expresión por parte de la periodista Duque.
Para conocer más sobre el caso de Duque, consulte en este enlace.
1 Corte Constitucional. Sentencia T 391 de 2007.
2 Corte I.D.H., Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, párr 93.
3 Corte I.D.H., Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, párr 93.
Actualización
El 2 de septiembre de 2019, la FLIP presentó una tutela en representación de la periodista Claudia Julieta Duque contra el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Conocimiento de Bogotá por la vulneración de los derechos a la libertad de expresión e información de la periodista.
En la tutela se solicitó que se revoque la decisión que prohíbe a Claudia Julieta Duque realizar valoraciones sobre el proceso y opinar de forma tal que pongan en tela de juicio a los acusados, testigos o al despacho mismo. Esta decisión constituye censura previa, la cual está absolutamente prohibida por el artículo 20 constitucional y el artículo 13 de la Convención Americana. Al respecto, la Corte Constitucional ha dicho que todo control o prohibición de información y opiniones antes de la publicación está proscrito y constituyen una violación a la libertad de expresión (Sentencia T-098 de 2017).
En la tutela también se argumentó que, contrario a lo que señaló la Juez Segunda Penal, según la cual las expresiones críticas respecto de su labor no están protegidas por la libertad, la Corte Constitucional ha señalado que la libertad de expresión protege también aquellas expresiones críticas, molestas, chocantes e, incluso, insultantes (Sentencia C-417 de 2000).
En la tutela se argumentó que la actuación de la juez es un intento por silenciar posturas críticas con su labor como funcionaria pública y, como tal, corresponde al juez de tutela tomar las medidas necesarias para garantizar los derechos de la periodista.
En los próximos días el Tribunal Superior de Bogotá se pronunciará de fondo sobre la tutela interpuesta por la FLIP.
Actualización 19/09/2019
El 18 de septiembre de 2019, la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá se pronunció en primera instancia respecto de la acción de tutela interpuesta por la FLIP en representación de la periodista Claudia Julieta Duque contra la Juez 2° Penal de Bogotá.
La Sala Penal del tribunal declaró improcedente la acción de tutela por considerar que la periodista cuenta con otros mecanismos judiciales para proteger sus derechos fundamentales. Además, exhortó a la Juez 2° Penal "para que en el término máximo de 10 días se pronuncie respecto de la recusación" planteada en su contra en el proceso que adelanta contra el exfuncionario del DAS, Emiro Rojas. Esto con miras a que se defina lo antes posible el juez que deberá resolver el recurso de reposición interpuesto contra su decisión de prohibir a la periodista opinar respecto del proceso.
Sin embargo, La FLIP manifiesta su preocupación respecto de la parte considerativa de la sentencia toda vez que, a pesar de haber declarado la improcedencia de la decisión, se pronunció señalando que "la limitación impuesta por el juez accionado ofreció una justificación constitucional admisible".
Al respecto, la FLIP le recuerda al Tribunal que al declarar improcedente la acción de tutela debió abstenerse de hacer mención respecto del fondo del asunto en cuestión. Más importante aún, que ninguna limitación previa a la libertad de expresión es legalmente permitida en Colombia.
En el caso en concreto, la FLIP se abstendrá de impugnar el fallo de tutela a la espera de que se resuelva el recurso de reposición en contra de la decisión de la Juez 2° Penal. En caso que la decisión sea confirmada, la FLIP tomará las medidas judiciales necesarias para proteger los derechos fundamentales de la periodista Claudia Julieta Duque.
jueves, 25 julio 2019
Admitida tutela contra la Universidad Distrital por retiro de programa radial
El 19 de julio de 2019, el Juzgado Segundo Penal para Adolescentes con Función de Control de Garantías de Bogotá admitió la tutela presentada por la Fundación para la Libertad de Prensa y el programa Univertopías contra la Universidad Distrital Francisco José de Caldas por el retiro irregular de dicho programa radial de la parrilla de la emisora. En la tutela, que fue presentada el 18 de julio, se alega la vulneración a los derechos a la libertad de expresión del equipo editorial de Univertopias y al acceso a la información de la ciudadanía en general.
Univertopías es un programa informativo y de opinión que hacía parte de la parrilla de la emisora LAUD 90.4 FM Estéreo desde junio de 2018. El programa tiene el objetivo de informar sobre las reformas internas de la Universidad Distrital, así como cubrir el desarrollo de los paros ciudadanos que se desarrollaron a finales de 2018 e inicios de 2019. Debido a esto, durante las emisiones de Univertopías en la emisora se realizaron constantes críticas a las directivas de la universidad.
El 13 de febrero de 2019, Alfredo Ardila Godoy, director de LAUD citó a los miembros del equipo a cargo de Univertopías para informales que, por razones de “reorganización de la programación o parrilla”, el programa no iba a seguir siendo emitido en la emisora. Ardila Godoy argumentó que la parrilla estaba saturada y que fue necesario reorganizarla y dar cabida a nuevos programas.
Sin embargo, la decisión del Consejo Editorial de LAUD está rodeada de irregularidades. Para empezar, la universidad aseguró, en respuesta a un derecho de petición enviado por los productores de Univertopías, que el programa fue retirado para incluir un programa del Centro de Bienestar Institucional de la universidad conforme al régimen legal que les aplica. No obstante, como lo señala la propia universidad, se trataba de una solicitud de "hace bastante tiempo" y el programa de Bienestar aún no está al aire, varios meses después del retiro de Univertopías.
Además, según la Ley 1341 de 2009 y la Resolución 415 de 2010, que regula el funcionamiento de la radio en Colombia, los contenidos que se tratan en Univertopías —promoción de la democracia y derechos humanos— deben ser priorizados para su emisión por la universidad, esto, por tratar asuntos de alto interés público. Las emisiones de Univertopías constituyen un discurso especialmente protegido de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte Constitucional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Los elementos mencionados elementos no fueron tenidos en cuenta por la directivas de la universidad tal como consta en el acta de la decisión.
También es necesario señalar que la mayor parte de la programación actual de la emisora se dedica a programas musicales (en ocasiones pregrabados) y que las directivas no explicaron por qué priorizaron dicho contenido sobre un programa informativo y de opinión protegido legalmente. A esto debe sumarse que miembros cercanos a la rectoría de la universidad han realizado pronunciamientos públicos en contra del equipo editorial de Univertopías, lo que podría ser un indicio de que la decisión de eliminar el programa fue, en realidad, una represalia por las opiniones críticas de sus productores. Otro hecho preocupante es que los programas que ya habían sido emitidos fueron cargados incompletos a la página de la emisora y posteriormente eliminados en su totalidad.
La FLIP hace un llamado a la directivas de la universidad para reconsidere su decisión a la luz de los parámetros legales sobre radio pública y libertad de expresión vigente en Colombia. Así como al juez encargado del caso para que tutele los derechos a la libertad de expresión e información vulnerados en este caso.
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*Actualización:
Una versión anterior de este comunicado informaba que el programa radial de Bienestar Universitario ya había sido incluido en la parrilla de programación de LAUD Estéreo. Según la programación oficial de la emisora, el programa está siendo transmitido los sábados en la franja de 11:00 am a 12:00 pm.
Sin embargo, el 25 de julio de 2019, la FLIP se comunicó con el jefe de programación de la emisora de la Universidad Distrital, Daniel Tamayo, quien aseguró a la FLIP que actualmente se transmite música en la franja horaria disponible para el programa de Bienestar. Igualmente, Tamayo informó que el programa de Bienestar está en desarrollo y que en cuanto esté listo saldrá al aire y se incluirá en la parrilla.
jueves, 18 julio 2019
Corte Interamericana de Derechos Humanos juzgará al Estado colombiano por el caso de la periodista Jineth Bedoya Lima
Tras culminar su análisis sobre las violaciones a los derechos humanos sufridas por la periodista Jineth Bedoya a partir del 25 de mayo de 2000, el 16 de julio de 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) decidió presentar el caso de la periodista contra el Estado de Colombia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), el más alto tribunal de derecho humanos de la región.
miércoles, 10 julio 2019
El homicidio de Mauricio Lezama y la sentencia de silencio para la prensa en Arauca
El 9 de mayo de 2019 el productor audiovisual y gestor cultural Mauricio Lezama fue asesinado en el corregimiento la Esmeralda del municipio de Arauquita, Arauca. Según investigaciones realizadas por FLIP, el homicidio estaría relacionado con las labores que desarrollaba Lezama como gestor cultural y realizador audiovisual. Sin embargo, corresponde a las autoridades judiciales adelantar las investigaciones del caso para determinar quiénes fueron los responsables del crimen y que se emitan sanciones ejemplares.
El día en que sucedieron los hechos, Lezama se encontraba en este corregimiento haciendo un casting para la grabación del cortometraje Mayo, en el que participaba como productor general. El objetivo de este proyecto audiovisual era contar la historia de Mayo Villarreal, una enfermera y militante de la Unión Patriótica (UP) en Arauca, quien sobrevivió a un atentado en el cual casi pierde la vida.
Mayo fue una de las sobrevivientes de la arremetida violenta contra los miembros y simpatizantes de la UP en Colombia a finales de los años 80 y principios de los 90, que se acentuaban en regiones donde este partido político tenía fuerza y apoyo social, como ocurría en Arauca. Al igual que muchas personas, después del paso de la violencia, Mayo salió junto a su familia de la zona como estrategia de sobrevivencia, pero evitó perder los vínculos que la ataban a la región. Tonni Villarreal, hijo de Mayo, se interesó porque, al igual que él, la sociedad conociera esta historia a través de un relato ficcionado y se juntó con Lezama para sacar adelante este proyecto audiovisual.
Con una historia por contar, estos dos realizadores se dieron a la tarea de encontrar los recursos para la producción de la cinta. A través de la productora Indosana, de la que Mauricio Lezama era uno de los representantes legales, estos realizadores se presentaron para la convocatoria del Fondo de Desarrollo Cinematográfico en el estímulo de Relatos Regionales. Su propuesta fue merecedora del apoyo que necesitaban para emprender el cortometraje, del cual Tonni Villarreal sería el director y Lezama el productor general.
Dentro de las múltiples tareas para desarrollar el cortometraje, en conjunto, habían decidido algunas locaciones y la realización de casting para seleccionar a los actores y actrices que participarían en el audiovisual que se empezaría a rodar en junio. Dentro de las locaciones estaba el corregimiento La Esmeralda, lugar donde ya había realizado trabajos Lezama, según contó a la FLIP uno de sus compañeros de trabajo, quien habló de talleres con niños y jóvenes en la zona.
Semanas después de que el proyecto fuera aprobado, Andrea Martínez* se unió al equipo de trabajo. Según cuenta, Lezama le pidió que hiciera parte de esta iniciativa para ordenar todo lo relacionado con los trámites administrativos de gastos y soportes de facturación. Martínez* cuenta que “llegó a poner orden al proyecto”, debido a que Lezama se caracterizaba por ser un poco desordenado con las cuentas y con los requisitos de las entidades que financiaban sus proyectos. “Trabajar con Mauricio siempre fue una gran experiencia, era muy talentoso, pero a veces tocaba llamarle la atención para que se organizara”, agrega Martínez*.
Martínez* cuenta que uno de los requisitos del proyecto era seleccionar a los actores a través de un casting que tuviera una convocatoria abierta. Por esta razón, Lezama se dirigió el 8 de mayo a La Esmeralda, donde la participación de la gente fue menor a la que se esperaba, así que decidió quedarse un día más para continuar con el casting al día siguiente. En medio de la jornada, Lezama y Ricardo Llain, un joven fotógrafo de La Esmeralda, se sentaron en una de las pocas cafeterías del poblado a tomar una gaseosa. Mientras estaban de espaldas a la carretera, dos hombres en moto llegaron al lugar y les propinaron siete tiros. La persona que se encontraba con Lezama recibió uno de los impactos en un brazo y alcanzó a correr hasta un establecimiento para refugiarse. Los otros seis tiros los recibió Lezama, quien no tuvo oportunidad de reaccionar y de inmediato quedó tendido en el suelo.
Según los testigos del crimen, el homicidio ocurrió hacia las tres de la tarde. Sin embargo, el cuerpo del realizador audiovisual estuvo más de cuatro horas expuesto en la vía. Personas cercanas a Lezama aseguran que el levantamiento del cuerpo fue completamente irregular y que ellos a la distancia tuvieron que gestionar con el encargado de la funeraria más cercana el respectivo levantamiento. La FLIP tuvo conocimiento de que, a pesar de ser advertidos de manera casi inmediata sobre el homicidio, ningún miembro de la Policía Judicial o de la Fiscalía pudo llegar a la zona, debido a que no contaban con garantías de seguridad por parte del Ejército ni de la Policía.
Contrario a las versiones de los familiares y amigos de Lezama, desde su cuenta de Twitter el Ministro de Defensa, Guillermo Botero, señaló que miembros de la Policía, el Ejército y la Fiscalía se desplazaron al lugar una vez fueron alertados sobre el homicidio: “Rechazamos el asesinato de Mauricio Lezama, quien trabajaba como gestor cultural en Arauca, hecho ocurrido en la zona de La Esmeralda, Arauquita. Desde el momento del hecho se desplazaron equipos de @PoliciaArauca, @Ejercito_Div8 y @FiscaliaCol para adelantar actos urgentes”.
En el momento del levantamiento los casquillos de las balas no se encontraron en el sitio, tampoco el celular y la cámara fotográfica que llevaba Mauricio Lezama sujeta al cinto. No se sabe quiénes se llevaron la cámara y el celular o cómo desaparecieron los casquillos, solo que no estaban ahí cuando sobre las siete de la noche, ante la negativa de los cuerpos de seguridad del Estado de realizar un operativo, el delegado de la funeraria levantó el cuerpo y se lo llevó rumbo a Arauca.
Este tipo de irregularidades ocurren con relativa frecuencia en zonas de difícil orden público en el departamento, según menciona una funcionaria local de Arauca, quien advierte que estos inadecuados procedimientos permiten que se pierdan elementos probatorios vitales para el proceso judicial.
Mauricio Lezama: un artista con vocación social
Aunque no había nacido en Arauca, Lezama había asumido como propio el departamento. Trabajaba en procesos de formación de actuación, de pintura y de fotografía, con niños, jóvenes o población indígena, en varios de los municipios del departamento. Además de las actividades de formación y realización de proyectos como Imaginando Nuestra Imagen y audiovisuales como El corazón en la guerra o Los Ángeles —de la cual fue actor y realizada con la productora Indosana en 2017—, se debe agregar su labor como gestor cultural. Lezama era Consejero Departamental de Cine y había realizado, en el 2015, la primera versión del Festival de Cine de la Frontera, del cual fue fundador.
Una familiar de Lezama recuerda otros proyectos que se quedaron en carpetas y que va encontrando mientras revisa los papeles que dejó el productor. Ella menciona Camaritas, un proyecto para hacer recetas con niños y otro, aún sin nombre, para hacer un audiovisual de cambio climático con población indígena. También muestra su asombro frente a la diversidad de actividades que hacía Lezama desconocidas para ella y las que se encontraba en mora de realizar. Señala, frente a los efectos de su asesinato, “el daño irreparable que significa su ausencia para la cultura en el departamento”.
Me falta uno era otro de los proyectos audiovisuales que estaba realizado Lezama, esta vez en compañía de la emisora Meridiano 70, que lo había apoyado para hacer la convocatoria del casting. Se trataba de la historia de una profesora que, junto con sus alumnos, inician la búsqueda de uno de uno de los niños, después de advertir que él no había asistido a clase. De este proyecto quedó un video de prelanzamiento que estaba a la espera de ser enviado a una convocatoria. El gerente de la emisora, Carlos Alberto Jaimes, afirma que recientemente habían concertado una alianza para desarrollar otros productos audiovisuales y que la noticia del asesinato le produjo un profundo desaliento.
El impacto de la ausencia de Lezama es palpable en el recuento de estos y otros proyectos que se quedaron por hacer, así como en los niños y jóvenes que se quedaron sin la posibilidad de ser formados y capacitados por él en teatro, fotografía o pintura. La integralidad artística le permitía a Lezama trasegar entre expresiones artísticas y dotarlas de un sentido práctico para la comunidad. Una capacidad que le daba un valor especial al trabajo de Lezama.
Otro familiar de Lezama cuenta que el joven productor llegó a principios de los 90 a Arauca, en tiempos en los que todavía estaba en el colegio. Luego de dos años de vivir allí, Lezama se devolvió para Cali, ciudad donde nació, para terminar el bachillerato y posteriormente estudiar bellas artes. Después de cursar algunos semestres, Lezama abandonó la universidad y se devolvió a Arauca a vivir con sus familiares. Sin embargo, esta vez no volvió solo, pues ya tenía una pareja y una hija. Para los parientes del productor audiovisual fue una sorpresa verlo llegar acompañado, pero lo recibieron con su nueva familia.
Para esa época los familiares de Lezama tenían una cafetería en el primer piso de su casa con la que conseguían el sustento diario. Uno de los parientes del joven artista le insistía constantemente que trabajara con él en el negocio, pero Lezama se negaba. Él quería explorar esa vena artística heredada de su madre, la cual lo motivó a dedicarse a sus proyectos creativos. Sus familiares no tuvieron otra alternativa que apoyarlo y le regalaron la primera cámara para que trabajara en sus proyectos. Los familiares coinciden con el resto de compañeros del cineasta en describirlo como un soñador, un hombre muy activo que: “se metió en cosas de meditación, yoga y se volvió Hare Krishna para canalizar toda esa hiperactividad”, asegura uno de los familiares.
Y fue precisamente el cortometraje sobre Mayo el proyecto que por esos días le generaba mayor entusiasmo a Lezama. Andrea Martínez* cuenta que el proyecto audiovisual era la oportunidad del productor para levantarse de la difícil situación emocional por la que estaba atravesando, luego de la muerte de su madre, quien falleció en diciembre de 2018. Adicionalmente, Martínez* asegura que Mauricio Lezama estaba enfrentando dificultades económicas y que, al ser un hombre tan solitario, no contaba con muchas personas. Raúl Rodríguez*, compañero de trabajo de Lezama, coincide con Martínez* en la importancia que le estaba dando el cineasta al cortometraje y asegura: “Mayo era el proyecto que le estaba quitando todo el tiempo. Era lo que lo tenía soñando”.
Las hipótesis del asesinato
Al momento de indagar sobre las hipótesis del asesinato de Lezama, sus familiares y amigos no se atreven a afirmar con certeza cuál pudo ser la motivación. Sin embargo, entre las versiones de las autoridades y lo que han podido indagar los allegados del cineasta, existen por lo menos tres hipótesis sobre el asesinato.
La primera de ellas es que Lezama fue asesinado porque se trasladó a La Esmeralda para hacer los trabajos de campo sin el acompañamiento de personas reconocidas en la región. A pesar de que esta es una situación que se puede presentar con frecuencia en el departamento de Arauca, donde el conflicto armado ha hecho que los actores en disputa desconfíen de la presencia de personas extrañas, los familiares y amigos de Lezama aseguran que él ya había estado en la región haciendo otros trabajos y que un mes atrás había visitado las locaciones para el rodaje.
Andrea Martínez* sostiene que, luego de esa última visita, Lezama no le manifestó haber tenido ningún inconveniente durante el trabajo en la región. Personas cercanas al cineasta le confirmaron esta información a una familiar de Lezama e, incluso, le contaron que la misma Mayo Villarreal, quien conserva un liderazgo importante en la región, conocía sobre el proyecto y les manifestó su apoyo.
Al respecto, Raúl Rodríguez* afirma que Mauricio no sólo había visitado el municipio de Arauquita para hacer estas tomas, sino que lo había recorrido en varias ocasiones para hacer talleres con menores. Agrega que él hizo parte de esas jornadas de formación con Lezama y que en ocasiones se habían visto obligados a transitar durante altas horas de la noche sin que nada les ocurriera.
La segunda hipótesis apunta a que el asesinato de Lezama estuvo motivado por sus labores como gestor artístico y productor audiovisual. Sobre esta posibilidad, ninguno de los allegados del cineasta se atreve a asegurar que éste haya sido el motivo, pero no lo descartan del todo. La mayoría de ellos asegura que el liderazgo de Lezama era muy importante para la comunidad: “Mira, lo que él hacía con la cámara era empoderar a las personas, a los niños y a las mujeres para contar sus historias”, agrega una de sus parientes.
Al reflexionar sobre esta hipótesis, Andrea Martínez* manifestó que la producción audiovisual de Lezama no estaba enfocada en abordar los temas de conflicto. Por el contrario, su interés estaba en producir piezas audiovisuales que se enfocaran en contar las historias de personas inmersas en esos contextos: “En Mayo, por ejemplo, ni siquiera se menciona a grupos armados”, agregó.
Martínez* afirma que durante la planeación del proyecto ninguno de los miembros consideró que la temática del cortometraje pudiera representar un riesgo para ellos. Sin embargo, al ver que después del asesinato de Lezama muchos medios de comunicación se refirieron al cortometraje como un documental, Martínez* reconoce que pudo haber un error en la promoción y la convocatoria que se hizo para el casting. Por esa razón, ella no descarta que algún grupo armado de los que opera en el departamento haya asesinado a Lezama con el objetivo de impedir que se publicara el cortometraje.
La tercera hipótesis es que al productor audiovisual lo asesinaron las disidencias de las FARC, debido a que lo confundieron con un informante de la Fuerza Pública. Una funcionaria de la Defensoría del Pueblo en Arauca explicó que en 2013 las FARC y el ELN firmaron un manual de convivencia para mantener el control del departamento. A pesar de que las FARC se desmovilizaron, la funcionaria sostiene que recientemente el pacto se reactivó entre las disidencias de este grupo y las estructuras del ELN.
La funcionaria explicó que el pacto se firmó con el fin de disminuir los homicidios de civiles que se estaban ejecutando sin que las estructuras armadas corroboraran la razón del asesinato. Sin embargo, aclaró que en los casos en los que los grupos armados tienen información sobre un posible informante, no se contrasta la información, sino que la persona es asesinada sin advertencia previa. A pesar de que esta versión ha sido difundida, sobre todo, por funcionarios del departamento como el gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado, no hay información que permita determinar quiénes fueron los responsables y cuál fue su motivación.
Teniendo en cuenta las circunstancias en las que ocurrió el asesinato de Mauricio Lezama, la FLIP reconoce este homicidio como el número 159 en Colombia relacionado con el desarrollo de labores informativas. La fundación, además, le solicita a la Fiscalía General de la Nación que investigue los hechos para dar con el paradero de los responsables y emitir las sanciones correspondientes.
La FLIP considera indispensable que la entidad asuma como hipótesis principal del asesinato la producción cinematográfica que estaba desarrollando Lezama en el momento en el que ocurrieron los hechos. Las sanciones judiciales en este tipo de situaciones son un precedente importante que contribuye a disuadir la ocurrencia de nuevas violencias contra la prensa. Así lo ha dispuesto la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe Violencia contra periodistas y trabajadores de medios: “Para prevenir la violencia contra periodistas y trabajadores de los medios de comunicación es indispensable que el ordenamiento jurídico sancione estas conductas de manera proporcional al daño cometido”.
La Fundación le hace un llamado a la Procuraduría General de la Nación para que investigue las acciones y las omisiones por parte de las entidades que tenían la responsabilidad de hacer el levantamiento del cuerpo. Según el relato de las personas cercanas a Lezama, en la escena del crimen se perdió material probatorio indispensable para determinar quiénes fueron los responsables del asesinato. Es importante que estos procedimientos cuenten con criterios claros de monitoreo y verificación por parte de los organismos de control para garantizar el debido proceso.
La violencia que acecha a los periodistas de Arauca
El asesinato de Mauricio Lezama es un caso representativo de la difícil situación de zozobra que enfrentan los habitantes de Arauca en estos últimos meses, donde las acciones violentas han aumentado considerablemente. Según las cifras de homicidios en el departamento, entre enero y mayo de 2019, se han presentado 74 asesinatos contra miembros de la sociedad civil. A partir de información de la Defensoría del Pueblo, entre las víctimas hay 17 migrantes venezolanos, seis líderes sociales y dos menores de edad.
Un aumento de la violencia de este año, contrasta con las cifras de acciones violentas, incluyendo homicidios, que registraban una continua disminución entre 2015 (96 homicidios), 2016 (94 homicidios) y 2017 (88 homicidios) y un notable aumento para el 2018, cuando hubo un total de 156 homicidios en el departamento. Información del contexto de seguridad en la zona, muestra la configuración de un nuevo mapa de la violencia, con fortalecimiento del ELN y la consolidación de una disidencia de las FARC, así como el surgimiento de nuevos actores armados en la zona, que dan muestra de unas disputas por el territorio, en las que la población civil está llevando la peor parte. El 9 de mayo se difundió un panfleto de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, en el que se amenazaban a varios líderes sociales, incluyendo a un periodista de Saravena.
En medio de esta situación de violencia, los periodistas de Arauca han tenido que desarrollar su labor asumiendo los riesgos que implica informar sobre estos temas sensibles. En lo corrido de 2019, la FLIP ha registrado doce ataques contra la prensa en el departamento, la mitad de ellos son amenazas y las seis restantes son cuatro casos de hostigamiento, una obstrucción y el asesinato de Mauricio Lezama. Adicionalmente, según cifras de la FLIP, Arauca es uno de los siete departamentos que ha registrado más ataques contra la prensa entre 2016 y 2018 con 38 violaciones.
Frente a esta situación los periodistas del departamento manifiestan que sienten temor de informar sobre acciones violentas de los grupos armados como el reclutamiento forzado, el bloqueo de vías, las actividades del narcotráfico y los asesinatos selectivos en todo Arauca. Las amenazas contra la prensa provienen de todos los sectores de la confrontación armada y se hacen a través de llamadas como las que ha recibido Meridiano 70 por parte de las disidencias de las FARC, de panfletos firmados por grupos paramilitares como el que recibió el pasado mes de mayo Emiro Goyeneche, director de Sarare Stereo, o las comunicaciones por parte del ELN que ha recibido el corresponsal de RCN Televisión, Daniel Martínez.
Debido a los altos índices de violencia contra la prensa, actualmente 26 periodistas del departamento cuentan con medidas de seguridad por parte de la Unidad Nacional de Protección (UNP). Sin embargo, los reporteros consideran que las medidas no están siendo suficientes para afrontar los riesgos a los que están expuestos. Las quejas van desde las dificultades administrativas que tienen para el funcionamiento de sus esquemas hasta en la forma como se hacen los estudios de riesgo y se determina la implementación de las medidas.
Algunos periodistas del departamento denuncian que tienen problemas con la aprobación de viáticos para sus guardaespaldas y esto les impide desplazarse a otros municipios. También han tenido dificultades con el pago oportuno de estos gastos, lo que ocasiona que en muchas ocasiones los hombres de protección se abstengan de hacer traslados a otros lugares del departamento. Según una funcionaria de la Defensoría del Pueblo de Arauca, en lo corrido de 2019, los grupos armados han despojado de sus vehículos de protección a beneficiarios del programa de protección del gobierno. Por esta razón, muchos reporteros temen viajar por las vías del departamento.
Por otro lado, los contratos laborales de los guardaespaldas estipulan que su disponibilidad diaria es de diez horas para acompañar a los protegidos. Esta situación resulta problemática si se tiene en cuenta que, debido a sus trabajos de reportería, algunos periodistas deben permanecer fuera de sus casas más del tiempo estipulado y temen quedar expuestos durante estas jornadas. Finalmente, otros reporteros manifiestan que las evaluaciones de riesgo de la UNP no son rigurosas y en muchas ocasiones no encuentran relación entre el contexto que viven y las medidas que les otorgan. Otros reporteros, incluso, a quienes les son asignados esquemas de protección más limitados, aseguran que deben asumir los gastos de transporte de los guardaespaldas que les asigna la UNP, debido a que no les otorgan vehículo ni alternativas seguras para sus traslados.
Se avecinan las próximas elecciones locales y, dada la tensión en el departamento, los periodistas temen a enfrentar una situación de violencia como la ocurrida a principios de los 2000 en Arauca. En 2002, Efraín Varela, uno de los periodistas más reconocidos del departamento, fue asesinado por paramilitares de Arauca. Un año después, en 2003, dieciséis periodistas del departamento tuvieron que salir desplazados hacia Bogotá, luego de recibir amenazas por parte de la guerrilla y de los paramilitares. Carmen Rosa Pabón, una de las periodistas más veteranas de la región, quien sobrevivió a esa etapa violenta y que regresó para seguir cumpliendo con su labor de informar, manifiesta que le llena de angustia la situación de violencia actual contra la prensa y con lágrimas en sus ojos advierte: “todo coincide, todo vuelve a ser como en esa época y sería terrible tener que repetir eso”.
* Los nombres de estas fuentes fueron modificados con el fin de proteger su vida y su integridad.
sábado, 06 julio 2019
Primer semestre de 2019: 196 ataques a la prensa y una sentencia positiva
A pesar de la preocupante cifra de agresiones, hubo una buena noticia para el ejercicio periodístico gracias a una sentencia de la Corte Constitucional que estableció nuevos parámetros para valorar el riesgo que corren los periodistas.
domingo, 23 junio 2019
Comunicado de la FLIP sobre el asesinato de Ánderson Pérez
El 17 de junio de 2019, fue asesinado en Caloto (Cauca) Ánderson Pérez, excombatiente de las FARC, comunicador audiovisual y activista político. Según fuentes consultadas por la FLIP, Pérez se encontraba departiendo con unos amigos cuando dos hombres que se desplazaban en moto le dispararon y huyeron del lugar.
Desde que tuvo noticia del asesinato, la FLIP inició su proceso de documentación. Fuentes cercanas a Pérez indicaron que él había participado en la escuela de comunicadores para la paz que se realizó en las zonas veredales transitorias a principios de 2017 y que trabajaba como reportero audiovisual y camarógrafo. Además, fue actor en Historias de guerra, un cortometraje realizado por reincorporados de las FARC. Pérez también realizó videos sobre los procesos productivos de excombatientes. Sin embargo, la FLIP sólo conoció producciones del 2017.
Diversas fuentes indicaron que Ánderson Pérez había recibido amenazas y que temía por su vida, pero vinculan estos hechos a su condición de excombatiente y no a su ejercicio como comunicador. Las fuentes también señalaron que Pérez no se encontraba desarrollando trabajos investigativos. Manuel Bolívar, gerente de NC Noticias, señaló que el medio tampoco encuentra relación directa entre el trabajo de Pérez como comunicador y el motivo de su asesinato.
Además de comunicador, Ánderson fue activista político y excombatiente. Este hecho, sumado a la ausencia de registros recientes de su actividad periodística, llevan a la FLIP a concluir que no se advierten razones para atar su asesinato al ejercicio del periodismo.
No obstante lo anterior, debe señalarse que para la FLIP es muy importante que las personas que están en proceso de regresar a la vida civil luego de la firma del acuerdo de paz encuentren en el periodismo una opción de vida que asegure que sus voces también sean escuchadas. Para ello se requieren plenas garantías del Estado para un periodismo libre de violencia y censura.
En el caso Cepeda Vargas Vs. Colombia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo que “la participación efectiva de personas, grupos y organizaciones y partidos políticos de oposición en una sociedad democrática debe ser garantizada por los Estados, mediante normativas y prácticas adecuadas que posibiliten su acceso real y efectivo a los diferentes espacios deliberativos en términos igualitarios, pero también mediante la adopción de medidas necesarias para garantizar su pleno ejercicio, atendiendo la situación de vulnerabilidad en que se encuentran los integrantes de ciertos sectores o grupos sociales”.
La FLIP tomará contacto con NC Noticias para ofrecer un acompañamiento especial para los procesos comunicativos con el fin de evaluar su situación de riesgo y trabajar en protocolos de seguridad.
sábado, 15 junio 2019
La FLIP expresa su preocupación por proyecto de ley que endurece las penas contra los alertadores
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) expresa su preocupación por el proyecto de ley con el cual se busca endurecer las penas contra los funcionarios que revelen información o noticias reservadas. El proyecto de ley 18 de 2018 Senado - 05 de 2017 Cámara incrementa las multas y establece la pena de prisión en todos los casos y no sólo cuando la conducta cause perjuicios, como sucede actualmente.
Este proyecto es riesgoso para la libertad de expresión, ya que él podría afectar a los funcionarios que alertan sobre corrupción y otros hechos ilegales que ocurren al interior de las instituciones del Estado. Resulta irónico que un proyecto de ley que pretende combatir la corrupción endurezca las penas y, en consecuencia, desincentive la denuncia de quienes adviertan conductas ilegales.
Criminalizar a los alertadores trae consecuencias negativas para la libertad de prensa. Si bien el proyecto no castiga a los periodistas, sí debilita a sus fuentes. Así, se afecta la capacidad de los medios, y de la sociedad en general, para acceder a información de alto interés público y de realizar veeduría de los poderes estatales.
En una sociedad democrática debería protegerse y no castigarse, como propone el proyecto, a quienes valientemente denuncian la ilegalidad. Este ha sido el reclamo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que Colombia reciéntemente hace parte, y de las Relatorías Especiales para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La denuncia por parte de quienes tengan conocimiento de actos ilegales dentro de las entidades del Estado es una herramienta esencial para el control público. El Estado debe garantizar canales seguros para denunciar, garantías frente a posibles represalias laborales, penales o de seguridad, y la posibilidad de acudir a la prensa o a organizaciones de la sociedad civil.
Sin las denuncias de alertadores el país no habría tenido acceso a información de altísimo interés público. Por ejemplo, Jorge Enrique Pizano, testigo en el caso de Odebrecht en Colombia, entregó audios a los medios de comunicación que vinculan al exfiscal Néstor Humberto Martínez al caso. Recientemente, el New York Times hizo pública información entregada por miembros del ejército para denunciar las directrices dadas por algunos oficiales para aumentar el número de bajas, reviviendo las preocupaciones en torno a la tragedia de los denominados “falsos positivos”.
Este proyecto fue presentado en forma conjunta por Néstor Humberto Martínez, ex-Fiscal General de la Nación, Enrique Botero Gil, ex-Ministro de Justicia, y varios congresistas, como una ley para combatir la corrupción. Éste ya fue aprobado en tres debates y sólo necesita un último debate en Senado para convertirse en ley.
La FLIP hace un llamado al Congreso de la República para que no apruebe esta proposición sin que antes se discutan los efectos nocivos que ésta podría causar y se planteen alternativas de regulación. También hace un llamado a la Procuraduría General de la Nación, entidad encargada de la transparencia, para que haga veeduría de lo que queda del debate legislativo e intervenga a favor de la protección de los alertadores.
jueves, 13 junio 2019
La FLIP rechaza el asesinato del periodista Libardo Montenegro en Samaniego y exige investigaciones
El 11 de junio de 2019 fue asesinado en el municipio de Samaniego (Nariño) el periodista José Libardo Montenegro, integrante de la emisora comunitaria Samaniego Estéreo. Según la gobernación de Nariño, un reporte de la fuerza pública señala que el asesinato fue cometido en horas de la noche por dos sicarios que se desplazaban en moto.
La FLIP se comunicó con Ricardo Álvarez, compañero de Libardo en Samaniego Estéreo. Los periodistas trabajaban juntos de lunes a viernes. Según Álvarez, Libardo presentaba varias secciones de la emisora: programa informativo El despertador, en la mañana; luego el magacín Café al día y un programa de dos a cuatro de tarde con música y cápsulas informativas. De acuerdo con Álvarez, Libardo publicaba información del municipio, centrándose en noticias municipales y departamentales.
En la noche del asesinato, el periodista Leobar Ibarra Fernández, director del programa Nuestro Sur Televisión, informó que Libardo le había concedido una entrevista esa mañana. Según Ibarra, en la entrevista hablaron de un encuentro por la paz que éste estaba organizando para el viernes 14 de junio, por la defensa de la vida y los derechos humanos en Samaniego.
Adicionalmente, según Giovanni Melo, coordinador de la Oficina Local de Paz de la Secretaría de Gobierno de Samaniego, no tienen reporte de amenazas en contra de Montenegro. Melo añadió que el contexto de seguridad del municipio es complejo y que han hecho varios llamados al gobierno nacional para que investigue e intervenga sobre esta situación.
Según cifras de Cartografías de la Información, Samaniego hace parte de los 578 municipios con déficit de oferta de información local o zonas silenciadas. En el municipio sólo hay cinco medios de comunicación: dos son de fuerza pública, una radio comercial, un canal de televisión comunitario y una emisora comunitaria que es Samaniego Estéreo 104.1 FM. Se tiene registro de un solo informativo: el de la emisora comunitaria en la que trabajaba Libardo Montenegro..
De acuerdo con Fundepaz, 15 defensores de DDHH han sido asesinados en lo corrido del año en Nariño. El 20 de mayo fue asesinada por dos sicarios en el mismo municipio Paula Andrea Rosero Ordóñez, personera del municipio. De acuerdo con el diario El Espectador, Rosero habría recibido amenazas luego de denunciar malos manejos en el hospital local. Por otro lado, según Caracol Radio, el mecánico Víctor Fernando Corrales fue asesinado horas antes del crimen contra Montenegro en el mismo municipio.
La FLIP conoció un audio en el que el Coronel Jhon Peña, subcomandante de la Policía de Nariño, expresó que Libardo Montenegro se desempeñaba como locutor, en actividades de perifoneo en el municipio. Como se indicó anteriormente, la FLIP documentó que Montenegro era un periodista reconocido en el municipio con una larga trayectoria en medios de comunicación incluyendo la conducción de un programa informativo.
La calificación de la Policía no solo es precaria sino contradictoria con la labor que Montenegro desarrollaba en el municipio. Si bien la relación del asesinato con el oficio está en proceso de documentación, no hay un solo insumo para que la Policía desconozca su condición de periodista. Cuando las autoridades desconocen el rol de periodista se puede afectar las cifras oficiales de registro y monitoreo del fenómeno de violencia contra la prensa. Los impactos de esta reacción -imprudente- se agudizan en municipios como Samaniego donde la prensa regional es escasa y vulnerable.
La FLIP rechaza el asesinato del periodista Libardo Montenegro y hace un llamado a las autoridades para que se investiguen los hechos y se sancione a los responsables. Además la Fundación le solicita a la Fiscalía que tenga como hipótesis de la investigación sobre los móviles del crimen el desarrollo de su labor periodística. La FLIP se solidariza con los familiares y colegas de Libardo Montenegro y continuará la documentación del caso.