Periodista es agredido por miembros del ESMAD en Popayán
La FLIP rechaza la agresión y obstrucción al trabajo periodístico de la que fue víctima el periodista Camilo Fajardo por parte de miembros del ESMAD el pasado 15 de febrero en la ciudad de Popayán. La Fundación exige a las fuerzas policiales el respeto de la labor de la prensa y garanticen el derecho constitucional de información, sobre todo, en escenarios de protesta social.
Fajardo, corresponsal de CM& en la región del Cauca y periodista independiente, se encontraba cubriendo en la Alcaldía de Popayán las manifestaciones que se estaban desarrollando por parte de estudiantes, quienes reclamaban la implementación del programa de “Matrícula Cero” para las universidades de la ciudad. En medio de la manifestación, hubo forcejeos entre un grupo de estudiantes y la fuerza pública; situación que el periodista registró y transmitió vía Facebook. En el vídeo grabado por Fajardo, se observa que mientras él intentaba registrar una situación en la que varios miembros de la Policía tenían retenido a uno de los manifestantes, un integrante del ESMAD se acercó, lo empujó y le dijo “Quítese, quítese, no está escuchando o qué”. Momentos después, se observa que dicho integrante del ESMAD lanzó una granada de aturdimiento a los pies del periodista, quien pateó el artefacto para protegerse.
Más tarde, el periodista estaba grabando las agresiones de los uniformados a una de las manifestantes, cuando sintió que lanzaron otra granada a sus pies, intentó patearla, pero esta explotó y lo dejó herido, por lo que tuvo que retirarse del lugar para recibir atención médica.
Posteriormente, el periodista se acercó al Coronel Boris Albor, Comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, para reportar las agresiones, a lo que el Comandante respondió: “Yo siempre lo he dicho y lo manifestado: he sido respetuoso de los derechos humanos y de todas las personas que están en la protesta pacífica pero por vías de hecho no hemos permitido eso. Y usted también señor periodista pateó la granada de aturdimiento, usted ha estado todo el día acompañándolos”.
La respuesta del Comandante en la que insinúa una justificación de la agresión contra el periodista parte de un prejuicio en contra de quienes hacen este tipo de reportajes y desconoce su rol en el flujo de información sobre las razones de la protestas y su rol fundamental en un Estado Social de Derecho.
Para la FLIP resulta altamente preocupante que persisten las agresiones contra la prensa que reporta sobre las manifestaciones a pesar de que, hace ya cinco meses, la Corte Suprema de Justicia ordenó al Estado colombiano que cesen las agresiones de la fuerza pública respecto de quienes, de manera pacífica, se manifestaron y de quienes hacían el cubrimiento periodístico.
Los hechos descritos demuestran que no se está dando cumplimiento al "Estatuto de Reacción, uso y verificación de la fuerza legítima del Estado y protección del derecho a la protesta ciudadana" -Decreto 003 del 05 de enero de 2021-. Por una parte, no se está garantizando la protección transversal a la prensa en el marco de las manifestaciones, que se establecieron a favor de la prensa. Por otra parte, tampoco se está acatando el uso de la fuerza en el marco de la legalidad. Las actuaciones del agente del Esmad, en este caso, parecen un uso desproporcionado, malintencionado e injustificado de la fuerza. Esto revela que se no ha superado la violencia sistemática.
Por lo anterior, la FLIP hace un llamado urgente a la Procuraduría General de la Nación para que investigue y sanciones disciplinariamente las violaciones a la libertad de prensa en el marco de las manifestaciones sociales. Para tal efecto, solicitamos a la Alcaldía de Popayán que entregue la información de los miembros de la fuerza pública que causaron daño a la integridad o vida de las personas durante la manifestación, en particular respecto de la obstrucción y agresión al periodista Camilo Fajardo con el fin de aplicar las sanciones a las que haya lugar.
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miércoles, 27 noviembre 2019
La FLIP rechaza los ataques contra los periodistas en el marco de las manifestaciones y alienta a la prensa para que continúe su cubrimiento
Es obligación del Estado garantizar que la prensa pueda informar de manera libre y sin ser atacada por sus propias fuerzas, lamentablemente esto no ha sido así. Desde que empezó el paro nacional el 21 de noviembre la FLIP ha documentado que 42 periodistas han sido agredidos, dejando un récord histórico como una de las jornadas más violentas contra los periodistas.
Los eventos de los últimos días son del máximo interés público y resulta necesario que la ciudadanía pueda conocer y recibir la información que desde distintos frentes se produce. Siguiendo ese objetivo, el trabajo de los medios de comunicación resulta esencial para acercar los hechos a la ciudadanía. En ese sentido, la FLIP alienta a toda la prensa para que continúe el cubrimiento de las manifestaciones que empezaron el pasado 21 de noviembre pues su trabajo ha sido vital para garantizar el derecho de la sociedad a estar informada y lo seguirá siendo en las próximas jornadas.
De las 32* agresiones que La FLIP ha registrado durante el cubrimiento del Paro Nacional, en 19 ocasiones la Policía Nacional fue el agresor. Esta cifra convierte a la Policía en el máximo agresor contra las prensa durante el cubrimiento del Paro. Esto confirma la tendencia de otras manifestaciones realizadas en el 2019, donde integrantes de la fuerza pública han sido responsables de 28 ataques contra la prensa.
A pesar de las agresiones, las recientes jornadas de protesta han demostrado la capacidad del periodismo para ofrecerle a las audiencias contenidos relevantes que dinamizan la democracia y sirven para recordar que la misión básica del periodismo es estar al servicio de la ciudadanía. De tal manera que ni las acciones por mantener el orden público ni el legítimo derecho a la protesta pueden afectar la actividad periodística que en coyunturas como la actual debe ser plural y merecedora de todas las garantías.
Vale resaltar que los registros en video hechos por ciudadanos en distintas partes del país han sido determinantes para exponer las agresiones de la fuerza pública y, al pasar por los procesos de contrastación de información en las salas de redacción, se convierten en un insumo periodístico muy valioso. En consecuencia, es necesario que el Estado proteja y garantice la documentación ciudadana de la protesta como fuente para los reporteros y reporteras.
Las agresiones a la prensa muestran algunas tendencias. Varios de los casos en los que la prensa fue atacada por miembros de la Policía Nacional ocurren como consecuencia de que los reporteros grabaran procedimientos policiales irregulares o después de que registraran a los uniformados en medio del enfrentamiento con los manifestantes.
También hay agresiones que buscan que el cubrimiento periodístico sea interrumpido de manera definitiva. La FLIP documentó seis detenciones arbitrarias a comunicadores por parte de miembros de la Policía. Además, en cinco casos hubo daño o robo de equipo periodístico, esto impidió que continuaran con el trabajo informativo. Tres de estos casos fueron ocasionados por desconocidos, dos por la Policía.
También hubo amenazas contra periodistas que buscaban intimidar el trabajo de los medios. Dos casos ilustran lo sucedido. El primero ocurrió después de que de manera irresponsable se difundiera información no confirmada que relacionaba a un periodista de Caracol Noticias con un grave mensaje antiprotesta. A pesar de no tener pruebas que sostuvieran estas peligrosas insinuaciones el mensaje tuvo una amplia difusión, en parte gracias a que figuras públicas como el senador Gustavo Petro lo replicaran en sus redes. Luego de las amenazas recibidas por el periodista y el equipo, el canal tuvo que retirar a algunos de sus reporteros de puntos críticos de cubrimiento.
Por otra parte, 11 de las 32 agresiones afectaron a periodistas independientes, quienes suelen ser más vulnerables en este tipo de escenarios. En todos los casos los reporteros fueron agredidos a pesar de estar identificados como prensa.
La FLIP exige a la Fiscalía, a la Procuraduría y a la Policía Nacional que se avance prontamente con las investigaciones disciplinarias y penales que lleven a sanciones efectivas en contra de los agresores de la prensa. Resulta indispensable que la Procuraduría y la Defensoría establezcan un comité de seguimiento a estas investigaciones. Así mismo, exigimos acciones contundentes desde la Policía para que se garantice el cubrimiento de la protesta social y se proteja a los periodistas durante el ejercicio de su labor.
*El paro nacional ha dejado un número récord de agresiones contra la prensa durante el cubrimiento de la manifestación. En 2013, durante el paro agrario, la FLIP documentó 24 agresiones a lo largo de 75 días que afectaron a 44 periodistas. En tres días de este paro, del 21 al 23 de noviembre, la FLIP documentó 32 casos de agresiones que afectaron a 42 periodistas. Siendo esta, la jornada de protestas más violenta para la prensa en el histórico de la FLIP.
viernes, 24 enero 2020
Durante las manifestaciones de 2020 la FLIP ha registrado siete ataques contra la prensa
La FLIP reitera su preocupación por los ataques a la prensa durante el cubrimiento del Paro Nacional. En lo corrido del año la Fundación ha registrado siete ataques que han afectado a doce periodistas:
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En tres situaciones los responsables de las agresiones fueron miembros de la Fuerza Pública.
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En dos más el autor fue un particular.
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En otros dos episodios se desconoce al agresor.
Estos son los casos
El pasado 21 de enero, Nikolai Pinilla, periodista de la emisora Radio Rumbo 107.4, fue agredido por cerca de diez miembros de la Policía Nacional mientras cubría las manifestaciones sobre la Avenida de Las Américas en Bogotá. El periodista sufrió heridas en sus manos, nariz y cabeza. Los médicos le ordenaron tres días de incapacidad. El reportero explica que escuchó cuando uno de los policías que estaba en el operativo aseguró que no quería dejar ninguna evidencia. Luego de esto, varios uniformados lo agredieron e intentaron quitarle la cámara con la que estaba haciendo el cubrimiento periodístico.
En el mismo punto de la ciudad, un periodista del medio de comunicación Colombia Informa fue víctima de una agresión física por parte de un policía mientras cubría las movilizaciones. A pesar de que el reportero se encontraba identificado con su chaleco y su credencial de prensa, uno de los uniformados se le acercó a exigirle que se retirara del lugar. El policía empujó al comunicador con su escudo, le pegó con el bolillo a la altura de las costillas y lo amenazó con detenerlo y decomisar el material periodístico si no se retiraba de inmediato.
En otro lugar de Bogotá, sobre la carrera 30, miembros del equipo periodístico de Contravía tuvieron que abandonar el cubrimiento de la manifestación después de que un grupo del ESMAD lanzara un gas lacrimógeno hacia el área desde donde estaban haciendo el registro periodístico.
Durante las recientes jornadas, la prensa también recibió ataques por parte de manifestantes y personas encapuchadas que agredieron físicamente a los reporteros y obstruyeron su trabajo.
El pasado 16 de enero, un grupo de manifestantes que cubría las protestas sobre la carrera 30 a la altura de la calle 45 golpeó en el estómago a un reportero de Noticias Caracol y dañó el lente de su cámara con pintura. Los manifestantes, además, amenazaron con seguir agrediéndolos si continuaban registrando lo sucedido. Los periodistas del canal tuvieron que abandonar el cubrimiento.
El 21 de enero, tres periodistas de medios nacionales en Medellín fueron intimidados por un grupo de manifestantes mientras cubrían la jornada de protestas sobre la avenida Ferrocarril. Los reporteros manifiestan que fueron detenidos por un hombre quien les solicitó identificación y les exigió que se retiraran del lugar, amenazándolos con agredirlos si continuaban grabando. Solamente uno de los afectados permaneció en el cubrimiento.
La FLIP reitera su preocupación por los ataques que se vienen presentando en las manifestaciones del Paro Nacional y le hace un llamado a la Policía Nacional para que sea garante de la labor periodística e investigue disciplinariamente a los uniformados responsables de las agresiones a la prensa.
La Fundación le solicita a la Personería y a la Defensoría del Pueblo que acompañen y brinden la atención necesaria para garantizar el cubrimiento periodístico en este tipo de escenarios.
La FLIP también acude a los manifestantes para que no obstruyan la labor periodística. En medio de las deliberaciones sobre temas de interés general, es indispensable que la prensa cuente con suficientes garantías para cubrir expresiones democráticas como la protesta.
miércoles, 17 febrero 2021
Periodista es agredido por miembros del ESMAD en Popayán
La FLIP rechaza la agresión y obstrucción al trabajo periodístico de la que fue víctima el periodista Camilo Fajardo por parte de miembros del ESMAD el pasado 15 de febrero en la ciudad de Popayán. La Fundación exige a las fuerzas policiales el respeto de la labor de la prensa y garanticen el derecho constitucional de información, sobre todo, en escenarios de protesta social.