Atentado contra los transmisores de Caracol radio en Cúcuta
La explosión causó daños en la antena de transmisión y en la caja de sintonía (equipos utilizados para recibir y transmitir la señal de radio) y dejó fuera del aire a la emisora de la cadena básica de Caracol y a Radio Reloj. Pocas horas después, los técnicos lograron restablecer la transmisión de la cadena básica, pero hasta el momento Radio Reloj se encuentra fuera del aire. Ninguna persona resultó herida en el atentado.
Según Javier Rojas, gerente de Caracol radio en Cúcuta, el monto de los daños causados por este nuevo atentado, podría alcanzar los trescientos millones de pesos.
En una llamada telefónica recibida hoy- 10 de diciembre de 2002- en el periódico La Opinión, la Unidad Catatumbo del Frente 33 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- se atribuyó el atentado. Según le dijo a la FLIP el periodista que recibió la llamada, un supuesto comandante de las FARC, que se identificó como Rubén Zamora, afirmó que ese grupo guerrillero era el autor del atentado contra los transmisores de Caracol porque "le hacían juego a las políticas del gobierno de Uribe y de los militares". El supuesto jefe guerrillero dijo también que las FARC no eran responsables de los dos atentados anteriores contra la prensa en Cúcuta.
El pasado 13 de noviembre una bomba explotó al frente de las instalaciones de RCN radio. Seis días más tarde, la Policía desactivó un explosivo que había sido colocado en la sede del periódico La Opinión. El 26 de noviembre, el Ejército de Liberación Nacional -ELN- se adjudicó estos atentados en una grabación enviada a una emisora de Ocaña y advirtió que la "falta de imparcialidad en las noticias" era la causa de estos ataques.
A raíz de estos hechos, la Policía de Cúcuta se reunió esta mañana con los directores de los principales medios de comunicación. Según el Comandante de la Policía, Coronel Edgar Orlando Vale, las condiciones de seguridad de los equipos de transmisión y de las antenas repetidoras facilitan las acciones de la guerrilla. "Se van a realizar estudios de seguridad a los distintos medios y a tomar medidas de protección como el aislamiento y la iluminación de los equipos y vigilancia especial para algunas instalaciones", aseguró el coronel.
Los atentados contra la prensa de Cúcuta se dan en medio de una grave situación de orden público. La presencia de tres frentes guerrilleros, de grupos paramilitares y de narcotraficantes hacen que esa región del nororiente de Colombia presente uno de los más altos índices de violencia. Sólo en noviembre de 2002, según datos de la prensa local, se registraron más de 113 homicidios en Cúcuta. "Los medios - dice Eduardo Blanco, periodista de Caracol radio- han informado sobre esto y por eso pretenden silenciarlos".
La Fundación para la Libertad de Prensa condena esta serie de atentados contra el derecho a informar. La labor de los medios y de los periodistas es informar y así deben entenderlo todos los grupos armados ilegales. Es urgente, además, que los organismos de seguridad del Estado brinden todas las medidas de protección necesarias para garantizar que los medios de comunicación y los periodistas de Cúcuta puedan cumplir con su función.
Publicado en Pronunciamientos