Asesinato de Jaime Vásquez afecta el cubrimiento de temas de interés público
Ayer 22 de abril, Alejandro José Arias, alias ‘El Cojo’, fue trasladado a la cárcel La Picota por el asesinato de Jaime Vásquez, ocurrido el pasado 14 de abril, en Cúcuta, Norte de Santander. Arias fue señalado por los delitos de homicidio agravado, porte ilegal agravado y concierto para delinquir agravado.
Jaime Vásquez era reconocido por investigar e informar asuntos de interés público de Cúcuta y Norte de Santander a través de sus páginas de X (Twitter) y Facebook, en la que tenía más de 72 mil seguidores. Solía hacer transmisiones en vivo en Facebook al menos una vez por semana, en las que se grababa y presentaba documentos de contrataciones o licitaciones que servían como apoyo visual a sus denuncias. En los últimos meses, Vásquez hizo seguimiento y denunció las irregularidades relacionadas con empresas, hospitales públicos, contratistas, actores políticos del departamento y otros sucesos de interés como la implementación del Programa de Alimentación Escolar, PAE. Durante el 2023, en compañía de doce periodistas, realizó el programa “A las 19PM, periodismo investigativo con voz propia”, que salía en vivo en su perfil de Facebook y en otras nueve plataformas, incluyendo algunas emisoras. Luego de once meses, regresó a su espacio informativo habitual.
Este homicidio tiene un efecto inhibidor sobre el ejercicio periodístico local, pues algunos periodistas han asegurado que no continuarán investigaciones como las que Vásquez estaba realizando, por temor a posibles represalias. A pesar de que contaba con un esquema de seguridad otorgado por la Unidad Nacional de Protección (UNP), compuesto por un hombre de seguridad, Vásquez no estaba acompañado al momento de su asesinato.
Además, semanas antes, Vásquez le advirtió a un colega del departamento que la violencia en Cúcuta se estaba recrudeciendo. Según cifras de la Policía, entre el sábado 13 y el domingo 14 de abril se registraron nueve asesinatos en la ciudad, incluido el homicidio de Vásquez. Sumado a esto, Norte de Santander es el departamento con mayor número de agresiones contra la prensa en el 2024. De acuerdo con nuestra documentación, van 17 ataques en contra de periodistas que incluyen cinco amenazas, tres acosos, dos obstrucciones al ejercicio periodístico y otras. Quince de estas agresiones fueron en Cúcuta. En febrero advertimos sobre el riesgo que corren las y los periodistas que cubren temas relacionados con seguridad y orden público y le pedimos a la Alcaldía de Cúcuta, la Policía Metropolitana y la Gobernación Departamental desarrollar una estrategía de prevención y protección a la prensa. Sin embargo, aún no hay avances en estas medidas.
Ante el recrudecimiento de las agresiones, y la falta de garantías y respuestas por parte de las autoridades, periodistas locales dicen que solo informarán qué ocurre en el departamento pero no realizarán un cubrimiento crítico sobre noticias relacionadas con hechos de corrupción. Este sentimiento de desprotección hacia la prensa tiene como consecuencia la autocensura y vulnera los derechos a la libertad de prensa y al acceso a la información que debe tener la ciudadanía sobre temas de interés y de coyuntura en el departamento.
La investigación del crimen está priorizada por la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía General. Por eso, le solicitamos a la institución que continúe adelantando las investigaciones para identificar y judicializar a quienes ordenaron el asesinato de Vásquez, con el fin de determinar otras responsabilidades mayores en el delito. En esta vía, el centro penitenciario donde se encuentra recluido Arias también debe brindarle medidas para salvaguardar su integridad, pues alias ‘El Cojo’ ha sido víctima de amenazas previas. Es importante que el Estado garantice su protección y seguridad, ya que podría aportar información relevante para el esclarecimiento de los hechos y la individualización de los autores intelectuales.
Así mismo, le pedimos a la UNP que priorice las solicitudes que hacen las y los periodistas de Cúcuta para contar con un esquema de protección o reforzar el que ya tienen, pues atender de manera oportuna y proporcional estos riesgos, previene el escalamiento de la violencia y de otras agresiones, como ocurrió con el periodista Rafael Moreno. Moreno enfrentó por tres años las fallas de la UNP y fue asesinado el 16 de octubre de 2022 en Montelíbano, Córdoba.
De igual manera, extendemos nuestras condolencias a la familia, amigos y colegas de Jaime Vásquez.
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