23 años del asesinato de Rodolfo Julio Torres
El 21 de octubre de 1999, desconocidos ingresaron a la residencia del periodista Rodolfo Julio Torres, lo secuestraron, y al día siguiente, su cadáver fue hallado en el corregimiento Rincón del Mar, en el municipio de San Onofre, Sucre. Rodolfo trabajó en Radio Caracolí, Estación Fuentes y al momento de su muerte era el corresponsal de Sucre del periódico El Meridiano. Como periodista, Rodolfo realizaba reportajes sobre las irregularidades de la administración local y temas de corrupción.
Durante la década de los noventa y los 2000, San Onofre estuvo sometido al control del Bloque Héroes de los Montes de María, de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En esos años, el jefe paramilitar Rodrigo Mercado Pelufo, alias “Cadena”, estableció el orden social, su propia justicia y sanciones para quienes se atrevieran a incumplir sus órdenes. Durante más de una década esta zona de Sucre guardó silencio ante las atrocidades cometidas por los paramilitares.
Toda esta situación le indignaba al periodista Rodolfo Torres, que además de la violencia, también tenía que convivir con la corrupción. Edwin Balseiro, primo del comunicador, recuerda que “él era bastante inquieto, le gustaba mucho el trabajo con comunidades y ayudar a las personas en cuestiones sociales”. Así, Torres desde su labor periodística denunció la presencia de grupos de autodefensa y paramilitares, e hizo veeduría a la administración local de Yamil Blanco Blanco (1995-1997) y de Luis Salaiman Fayad (1998-2000). Por esto, su trabajo fue estigmatizado y Torres fue catalogado por los paramilitares como enemigo, ya que supuestamente era auxiliador de la guerrilla.
Aunque Torres nunca cedió ante las amenazas y hostigamientos, fue asesinado por desconocidos el 21 de octubre de 1999. “En la camisa que tenía puesta ese día le escribieron sapo”, menciona Balseiro. Y entre nostalgia e impotencia, recuerda cómo le fue arrebatada la persona que le estaba enseñando a ser locutor y a redactar.
El día del homicidio, la comunidad también perdió a un líder. “Se perdió una voz bastante importante, él era el vocero de la comunidad. En ese momento, era la voz que daba a conocer al país lo que estaba sucediendo en la región y con su asesinato hubo un silencio total. Nadie se atrevía a decir nada que pudiera catalogarse como un ataque a los grupos que operaban en ese tiempo en esta zona”, afirma Balseiro.
El 21 de octubre de 2019, prescribió la investigación en el caso del asesinato del periodista, lo que quiere decir que la Fiscalía no trabajará más en encontrar a quienes estuvieron involucrados en el crimen. Con la muerte del periodista, los autores materiales e intelectuales del crimen lograron amedrentar y silenciar a la población de San Onofre.
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jueves, 27 octubre 2022
23 años del asesinato de Rodolfo Julio Torres
El 21 de octubre de 1999, desconocidos ingresaron a la residencia del periodista Rodolfo Julio Torres, lo secuestraron, y al día siguiente, su cadáver fue hallado en el corregimiento Rincón del Mar, en el municipio de San Onofre, Sucre. Rodolfo trabajó en Radio Caracolí, Estación Fuentes y al momento de su muerte era el corresponsal de Sucre del periódico El Meridiano. Como periodista, Rodolfo realizaba reportajes sobre las irregularidades de la administración local y temas de corrupción.
Durante la década de los noventa y los 2000, San Onofre estuvo sometido al control del Bloque Héroes de los Montes de María, de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En esos años, el jefe paramilitar Rodrigo Mercado Pelufo, alias “Cadena”, estableció el orden social, su propia justicia y sanciones para quienes se atrevieran a incumplir sus órdenes. Durante más de una década esta zona de Sucre guardó silencio ante las atrocidades cometidas por los paramilitares.
Toda esta situación le indignaba al periodista Rodolfo Torres, que además de la violencia, también tenía que convivir con la corrupción. Edwin Balseiro, primo del comunicador, recuerda que “él era bastante inquieto, le gustaba mucho el trabajo con comunidades y ayudar a las personas en cuestiones sociales”. Así, Torres desde su labor periodística denunció la presencia de grupos de autodefensa y paramilitares, e hizo veeduría a la administración local de Yamil Blanco Blanco (1995-1997) y de Luis Salaiman Fayad (1998-2000). Por esto, su trabajo fue estigmatizado y Torres fue catalogado por los paramilitares como enemigo, ya que supuestamente era auxiliador de la guerrilla.
Aunque Torres nunca cedió ante las amenazas y hostigamientos, fue asesinado por desconocidos el 21 de octubre de 1999. “En la camisa que tenía puesta ese día le escribieron sapo”, menciona Balseiro. Y entre nostalgia e impotencia, recuerda cómo le fue arrebatada la persona que le estaba enseñando a ser locutor y a redactar.
El día del homicidio, la comunidad también perdió a un líder. “Se perdió una voz bastante importante, él era el vocero de la comunidad. En ese momento, era la voz que daba a conocer al país lo que estaba sucediendo en la región y con su asesinato hubo un silencio total. Nadie se atrevía a decir nada que pudiera catalogarse como un ataque a los grupos que operaban en ese tiempo en esta zona”, afirma Balseiro.
El 21 de octubre de 2019, prescribió la investigación en el caso del asesinato del periodista, lo que quiere decir que la Fiscalía no trabajará más en encontrar a quienes estuvieron involucrados en el crimen. Con la muerte del periodista, los autores materiales e intelectuales del crimen lograron amedrentar y silenciar a la población de San Onofre.