En el 2014 la Policía sigue siendo el principal agresor contra la prensa
Durante el 2013 la FLIP alertó, de manera reiterada, que los agentes de la Policía se habían convertido en los principales agresores de la prensa. De los 123 ataques que registró la FLIP, 28 fueron cometidos por esta fuerza, es decir el 23%. Por encima de las bandas criminales o de los grupos guerrilleros. Sin embargo, las alarmas encendidas no encontraron ningún eco que permitiera tomar los correctivos necesarios.
En los tres primeros meses de 2014, la FLIP ha registrado 57 agresiones contra la prensa. De estas, 13 fueron cometidas por miembros de la Fuerza Pública, es decir, el mismo 23%. De nuevo, por encima de grupos guerrilleros y bandas criminales.
Los últimos dos casos registrados por la FLIP resultan sumamente preocupantes, pues no solo significaron la obstrucción al trabajo periodístico, sino que terminaron con detenciones ilegales, ultrajes a los periodistas y en uno de los casos también fue eliminado el material periodístico.
El 19 de marzo, durante las protestas de transportadores que se realizaron en Cali, Valle del Cauca, el periodista Manuel Sánchez, del canal de televisión local ‘C’, registraba la captura de uno de los manifestantes por parte de agentes de la Policía. Al camarógrafo le resultó significativo que los hombres vistieran el chaleco al revés, impidiendo su identificación.
Al notar la presencia del periodista, los policías le quitaron la cámara fotográfica en la que estaba registrando los hechos y procedieron a detenerlo, esto a pesar de que se identificó como miembro de la prensa. Posteriormente el comunicador fue remitido a la estación de ‘La Flora’, a cargo del Mayor Gustavo Moreno.
Sánchez le relató a la FLIP que mientras estuvo bajo la custodia de los uniformados, fue golpeado de manera repetida, lo que le provocó lesiones, tal y como lo corrobora el informe de medicina legal, y una incapacidad de 10 días.
Además de esto, Sánchez fue posteriormente llevado a la URI, en donde fue judicializado y retenido por varias horas argumentado que éste estaba participando activamente en los daños que hicieron los manifestantes.
Las imágenes que Sánchez tenía en su cámara fueron borradas.
Por otra parte, el 22 de marzo, en el municipio de Chía, Cundinamarca, Francisco Alvarado, quien trabaja como fotógrafo del periódico mensual ‘La Calle’, fue agredido y detenido por policías, también de manera ilegal. Alvarado estaba tomando fotos de un arresto que realizaba un grupo de ocho agentes contra un ciudadano que al parecer se encontraba alterando el orden público.
Según el testimonio del periodista, cuando los policías se dieron cuenta de que él estaba tomando fotos empezaron a insultarlo y después lo trasladaron a la estación ‘El Curubito’, donde lo retuvieron una hora, “sometido a todo tipo de insultos proferidos por los agentes que portaban los chalecos: 102178, 191296, 104969 y 94157”.
Posterior a este hecho, según su propio relato, el periodista se dirigió a la Personería Municipal donde le negaron atención alegando que ellos no tenían la facultad para juzgar la actuación de la Policía.
La FLIP se puso en contacto con las autoridades locales de estas dos ciudades, quienes confirmaron los hechos y escuchó que los argumentos utilizados para justificar las detenciones son que los periodistas “no colaboraban con la autoridades y alteraban el orden público”.
La FLIP recuerda a las autoridades que la presencia de la prensa en este tipo de escenarios no solo es legal sino necesaria. Esto porque los periodistas se convierten en testigo de los hechos y es el principal garante de la correcta actuación de la Fuerza Pública.
La FLIP exige a los máximos responsables de la Policía Nacional que actúen con la debida diligencia y celeridad en el esclarecimiento de los hechos y en la sanción de los responsables. Y solicita que las agresiones contra los periodistas y comunicadores sean condenados de manera enérgica.
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Thursday, 05 June 2014
Preocupación por nuevas propuestas que debilitarían autonomía de la CIDH y de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), el Centro de Estudios de Justicia y Sociedad (Dejusticia), la Misión de Observación Electoral (MOE) y Andiarios, manifiestan su preocupación por las nuevas propuestas de reforma a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Estas inquietudes fueron presentadas por medio de una carta enviada hoy, 3 de junio de 2014, a la Canciller Colombiana, María Ángela Holguín.
Thursday, 03 July 2014
Balance elecciones presidenciales: Funcionarios de la Registraduría y agentes de la Policía obstaculizan labor de la prensa
A pesar de las numerosas campañas, tanto de organizaciones civiles como de autoridades nacionales, los funcionarios regionales obstaculizaron, tal y como pasó en las elecciones legislativas, la labor de los periodistas durante el cubrimiento electoral presidencial.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) resalta de manera positiva que durante las elecciones presidenciales, tanto en primera como en segunda vuelta, las agresiones contra la prensa disminuyeron significativamente, en comparación con la jornada electoral para elegir Congreso. En las dos fechas se registraron siete casos y la mayoría de ellos pudieron resolverse sin afectar seriamente el trabajo periodístico, frente a los 11 casos registrados el pasado 9 de marzo.
Thursday, 27 July 2006
Reporte de caso – El proceso penal contra la revista ‘Soho’
El pasado 26 de julio fue aplazada en Bogotá la audiencia pública del caso de la revista ‘Soho’, donde el juez iba a decidir si se abría juicio penal contra el director y los colaboradores de la publicación. El proceso comenzó el año pasado, después de que la revista publicó unas fotos de una modelo con el torso desnudo y de varios personajes públicos donde se recreaba la última cena y la crucifixión de Jesucristo. Las fotos venían acompañadas de un artículo del reconocido escritor colombiano Fernando Vallejo. Varias personas y un movimiento laico denunciaron penalmente a todos los involucrados por injuria y calumnia y por “daños o agravios a personas o cosas destinadas al culto”.