Confirmación de interceptaciones ilegales a Vicky Dávila revive las preocupaciones por chuzadas a periodistas
El 3 de diciembre de 2019, el fiscal Daniel Hernández contó en entrevista en la W Radio que la periodista Vicky Dávila fue víctima de interceptaciones ilegales, confirmando las denuncias de posible vigilancia ilegal hechas por la periodista en 2015. Este caso se suma a otras denuncias de interceptaciones ilegales por entidades del Estado, reviviendo las preocupaciones por chuzadas a periodistas en Colombia.
En 2015, Dávila denunció que había recibido información a través de correos electrónicos anónimos donde se decía que miembros de la Policía habían ordenado el seguimiento e interceptación de sus comunicaciones privadas y se proporcionaba información muy concreta que demostraba monitoreo a su actividad periodística y personal. Estos correos llegaron después de que Dávila publicara varias denuncias sobre irregularidades al interior de la Policía Nacional. Más de cuatro años después, el fiscal Hernández confirmó que la periodista fue víctima de interceptaciones y seguimientos ilegales, pero que no fue posible determinar quién las ordenó.
Este caso se suma a los recientes denuncias de vigilancia ilegal por parte de autoridades del Estado, como las expuestas por los periodistas Daniel Coronell y María Jimena Duzán en sus columnas ¿La paz chuzada? y Acabaron con la esperanza, relacionadas con interceptaciones ilegales desde la Fiscalía. Si bien en las denuncias no se habla de interceptaciones a periodistas, sí resultan relevantes por cuanto reviven las preocupaciones por un riesgo del que la FLIP ha alertado en el pasado: la ausencia de controles a la actividad de inteligencia del Estado.
En el caso de los periodistas, las interceptaciones ilegales no sólo generan un riesgo para la seguridad de los reporteros sino la de sus fuentes. En mayo de 2019, el periodista Gonzalo Guillén publicó un artículo en el que agentes del CTI confiesan que desde la Fiscalía se estaba interceptando a los periodistas Daniel Coronell, María Jimena Duzán, Cecilia Orozco, Yohir Akerman y al mismo Guillén, al parecer con el fin de hacer montajes que los desacreditaran. Además, en junio de 2019, en el programa Revelados del periodista Julián Martínez se denunciaron posibles interceptaciones a periodistas desde la misma institución. En el programa, Orozco señala que el ex fiscal Néstor Humberto Martínez habló públicamente sobre el contenido de conversaciones privadas entre periodistas.
Además, en el transcurso de este año la FLIP ha recibido varios reportes de periodistas que manifiestan haber notado irregularidades en el funcionamiento de sus celulares y que asocian a interceptaciones ilegales que tendrían como motivación las denuncias periodísticas que han hecho.
Sobre esto, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha explicado que la interceptación de las comunicaciones tiene un efecto inhibitorio que afecta el pleno ejercicio de la libertad de expresión, diciendo que “sin un espacio privado, libre de injerencias arbitrarias del Estado o de particulares, el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión no puede ser ejercido plenamente”. La RELE y la Relatoría para la Protección y Promoción del Derecho a la Libertad de Opinión y Expresión de la ONU publicaron en 2013 una Declaración Conjunta en la que sostuvieron que la interceptación ilegal de las comunicaciones debe ser drásticamente sancionada. Lamentablemente, la investigación de estas agresiones en Colombia no muestra grandes avances.
La FLIP rechaza las interceptaciones en contra de la periodista Vicky Dávila que fueron confirmadas esta semana, así como cualquier tipo de vigilancia ilegal de periodistas en Colombia por organismos del Estado. En la actual coyuntura, el país necesita de manera acentuada garantías para una prensa libre. El Estado y las fuerzas de seguridad e inteligencia están llamados a actuar como garantes de la labor periodística.
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Friday, 16 November 2018
La FLIP expresa su preocupación por la obstrucción al trabajo periodístico en el cubrimiento de los partidos de fútbol
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) expresa su preocupación por las reiteradas violaciones a la libertad de prensa de las que han sido víctimas periodistas que cubren el fútbol profesional colombiano. En lo que va corrido del año, la FLIP ha conocido ocho casos en los que la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y el Club Atlético Bucaramanga han censurado a la prensa.
Atlético Bucaramanga, uno de los principales censores de la prensa deportiva
La FLIP tuvo conocimiento de que el Club Atlético Bucaramanga prohibió a los periodistas del programa radial El Combo de Charles, dirigido por el periodista Édgar Figueroa, el acceso a los eventos deportivos organizados por el equipo. En un comunicado publicado el 21 de junio en las redes sociales del Bucaramanga, las directivas del equipo declararon persona no grata a “Carlos Edgar Figueroa Mendoza y su equipo de trabajo por las reiteradas ofensas a la institución y las incitaciones a la violencia”. Además, señalaron que “se les restringe el ingreso a cualquiera de los eventos deportivos realizados por el Club Atlético Bucaramanga, incluyendo ruedas de prensa”.
Figueroa negó que hubiera incitado a la violencia y por el contrario, aseguró que esta decisión se produjo luego de que los periodistas de El Combo de Charles hicieran críticas a la administración y al rendimiento que había teniendo el club.
El caso del Combo de Charles no es único caso de violación a la libertad de prensa en el que se ha visto involucrado el Atlético Bucaramanga. El 23 de octubre, el club publicó un boletín en el que anunció a los medios de comunicación que se les permitiría el ingreso al entrenamiento de ese día. Sin embargo, el comunicado aclaraba “no pueden sacar imágenes donde aparezca el profesor Flabio Torres por cuestiones que todos conocemos”. Flabio Torres se encuentra inhabilitado para dirigir desde la zona del juego al cuadro leopardo, debido a que el técnico dirigió al Deportivo Pasto en las tres primeras fechas de la Liga Águila 2018- II.
La Fundación se intentó comunicar con Fernando Rivera, jefe de prensa del equipo, para conocer las razones por las que el club tomó esta determinación, pero no hubo ninguna respuesta.
Dimayor: más casos de obstrucción
La FLIP tuvo conocimiento de que el 6 de noviembre el periodista John Jolmes Cardona de La Crónica del Quindío fue víctima de una obstrucción al trabajo periodístico. El reportero se encontraba cubriendo el partido entre el Deportes Quindío y el Deportivo Pereira e intentó tomar fotografías de un incidente que se presentó en una de las tribunas del estadio Centenario. Sin embargo, el periodista manifiesta que el comisario de campo de la Dimayor, Juan Guillermo Salgado, se le acercó y le dijo que no podía estar ahí, ni podía tomar fotos y que se tenía que retirar o le sería suspendida la acreditación.
Cardona, que tenía el chaleco que lo identificaba como periodista de La Crónica del Quindío, único medio impreso de la ciudad de Armenia, decidió retirarse sin tomar ninguna fotografía tras la presión e insistencia de Salgado.
Después de esto, el 9 de noviembre el periodista recibió un correo de la Dimayor diciéndole que le había sido “retirada la acreditación por ingresar al terreno de juego, violando de esta forma el protocolo de medios y falta de respeto ante un funcionario DIMAYOR”.
Frente a esto, el jefe de prensa de la Dimayor, Carlos Lajud, aseguró que el funcionario de la Dimayor le dijo al periodista que no podía entrar a la cancha pues, según el Protocolo para medios de comunicación acreditados de la Dimayor, los periodistas tienen acceso a la zona de juego, pero no al campo de juego. Sin embargo, el periodista manifiesta que, además de solicitarle que se retirará, el delegado intentó quitarle la cámara en varias ocasiones, exigiendo que borrara las fotografías que supuestamente había tomado.
Otro caso de censura en el que está involucrada la Dimayor se presentó el 22 de abril cuando la principal autoridad del Fútbol Profesional Colombiano le notificó a Caracol Radio que la credencial del periodista Luis Anaya había sido suspendida. Esta decisión se dio después de que el periodista publicara en sus redes sociales una fotografía en la que sostenía un cartel que decía: “Ya Cartagena se mamó: ¡No más Rendón! Hoy los hinchas entregan estos afiches en el estadio. @RealCartagena”. En alusión a Rodrigo Rendón, presidente del equipo.
Otro periodista que ha visto vulnerados sus derechos por funcionarios de la Dimayor es Fredy Arango, fotógrafo del diario La Patria en Manizales, quien el 19 de marzo de 2018 cubría el partido entre el deportivo Once Caldas y Águilas de Rionegro, en el estadio Palogrande de Manizales. El encuentro se retrasó por las fuertes lluvias que obligaron a drenar la gramilla del estadio y el periodista Arango publicó fotos de este procedimiento en las redes sociales del periódico La Patria.
El comisario de la Dimayor que se encontraba en el estadio se acercó a Arango y le dijo que debía eliminar las fotos que había publicado argumentando, sin razón, que sólo estaba permitido tomar fotos del partido y que esto no incluye los demás situaciones que ocurran por fuera de este encuentro. El comisario, además, amenazó con quitarle la credencial si no borraba las fotografías.
Sobre este caso, el jefe de prensa de la Dimayor manifestó que el periodista tomó videos a la cancha y que esto no está permitido argumentando que el fútbol colombiano es un espectáculo privado y los derechos de “lo que ocurre en los escenarios deportivos” son de los canales licenciatarios.
Sin embargo, la Fundación para la Libertad de Prensa expresa su preocupación por este tipo de decisiones de Dimayor, debido a que los derechos de transmisión de los partidos no pueden convertirse en una excusa para censurar a la prensa. Si bien es cierto que los reporteros deben respetar los derechos para la transmisión de los partidos, esto no significa que no puedan hacer cubrimiento de hechos de interés general que suceden en los escenarios deportivos.
Frente a lo anterior, la FLIP considera que las decisiones de retirar las acreditaciones de los periodistas resultan desproporcionadas. Es necesario recordar que la Corte Constitucional estableció en la sentencia T-498 de 1994, que “Los clubes deportivos son organismos de derecho privado que cumplen funciones de interés público y social”. Lo anterior, implica que existe un deber de garantizar acceso y transparencia para la ciudadanía. Es por eso que es problemático que se excluya del cubrimiento de todo lo que rodea al evento deportivo a un medio, pues se afecta la pluralidad de información y opinión que se debe garantizar toda sociedad democrática.
Teniendo en cuenta lo anterior, la FLIP le hace un llamado a la Dimayor para que reconsidere las sanciones interpuestas a los periodistas y para que se generen protocolos que cumplan con los estándares internacionales de la libertad de prensa. La Dimayor, como máxima autoridad del Fútbol Profesional Colombiano, tiene la responsabilidad de garantizar el cubrimiento periodístico de los eventos deportivos, que son de alto interés público.
La FLIP considera necesario que existan garantías por parte de las directivas del club Atlético Bucaramanga, para que los medios de comunicación puedan informar sobre las gestiones de la institución. El estadio Alfonso López, en el que el Bucaramanga juega como local, es propiedad de la alcaldía y la seguridad en los estadios es responsabilidad de los miembros de la Policía Nacional, quienes juegan un rol de funcionarios públicos. Esta contribución del sector público acentúa la necesidad de cubrimiento y la veeduría que deben hacer los medios de comunicación frente las gestiones de los clubes del Fútbol Profesional Colombiano y su desempeño en los torneos.
De acuerdo a lo anterior, la FLIP le hace un llamado tanto a la Dimayor como a los clubes tomen las medidas necesarias para que, durante las instancias finales de la liga, se garantice el cubrimiento periodístico con el fin de que los ciudadanos puedan recibir información oportuna sobre los espectáculos deportivo.
Actualización
El periodista John Jolmes Cardona conoció este 15 de noviembre una carta en la que la Dimayor le anuncia al Deportes Quindío la decisión de suspender la acreditación del periodista por lo que queda de este año y no renovarla para el 2019.
La FLIP rechaza esta decisión de la Dimayor pues considera que se trata de una sanción unilateral contra un periodista, fruto de un proceso en el que Cardona no fue escuchado. Además, la sanción impuesta es desproporcionada respecto a la conducta que supuestamente cometió el periodista.
Sunday, 08 December 2019
Confirmación de interceptaciones ilegales a Vicky Dávila revive las preocupaciones por chuzadas a periodistas
El 3 de diciembre de 2019, el fiscal Daniel Hernández contó en entrevista en la W Radio que la periodista Vicky Dávila fue víctima de interceptaciones ilegales, confirmando las denuncias de posible vigilancia ilegal hechas por la periodista en 2015. Este caso se suma a otras denuncias de interceptaciones ilegales por entidades del Estado, reviviendo las preocupaciones por chuzadas a periodistas en Colombia.
En 2015, Dávila denunció que había recibido información a través de correos electrónicos anónimos donde se decía que miembros de la Policía habían ordenado el seguimiento e interceptación de sus comunicaciones privadas y se proporcionaba información muy concreta que demostraba monitoreo a su actividad periodística y personal. Estos correos llegaron después de que Dávila publicara varias denuncias sobre irregularidades al interior de la Policía Nacional. Más de cuatro años después, el fiscal Hernández confirmó que la periodista fue víctima de interceptaciones y seguimientos ilegales, pero que no fue posible determinar quién las ordenó.
Este caso se suma a los recientes denuncias de vigilancia ilegal por parte de autoridades del Estado, como las expuestas por los periodistas Daniel Coronell y María Jimena Duzán en sus columnas ¿La paz chuzada? y Acabaron con la esperanza, relacionadas con interceptaciones ilegales desde la Fiscalía. Si bien en las denuncias no se habla de interceptaciones a periodistas, sí resultan relevantes por cuanto reviven las preocupaciones por un riesgo del que la FLIP ha alertado en el pasado: la ausencia de controles a la actividad de inteligencia del Estado.
En el caso de los periodistas, las interceptaciones ilegales no sólo generan un riesgo para la seguridad de los reporteros sino la de sus fuentes. En mayo de 2019, el periodista Gonzalo Guillén publicó un artículo en el que agentes del CTI confiesan que desde la Fiscalía se estaba interceptando a los periodistas Daniel Coronell, María Jimena Duzán, Cecilia Orozco, Yohir Akerman y al mismo Guillén, al parecer con el fin de hacer montajes que los desacreditaran. Además, en junio de 2019, en el programa Revelados del periodista Julián Martínez se denunciaron posibles interceptaciones a periodistas desde la misma institución. En el programa, Orozco señala que el ex fiscal Néstor Humberto Martínez habló públicamente sobre el contenido de conversaciones privadas entre periodistas.
Además, en el transcurso de este año la FLIP ha recibido varios reportes de periodistas que manifiestan haber notado irregularidades en el funcionamiento de sus celulares y que asocian a interceptaciones ilegales que tendrían como motivación las denuncias periodísticas que han hecho.
Sobre esto, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha explicado que la interceptación de las comunicaciones tiene un efecto inhibitorio que afecta el pleno ejercicio de la libertad de expresión, diciendo que “sin un espacio privado, libre de injerencias arbitrarias del Estado o de particulares, el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión no puede ser ejercido plenamente”. La RELE y la Relatoría para la Protección y Promoción del Derecho a la Libertad de Opinión y Expresión de la ONU publicaron en 2013 una Declaración Conjunta en la que sostuvieron que la interceptación ilegal de las comunicaciones debe ser drásticamente sancionada. Lamentablemente, la investigación de estas agresiones en Colombia no muestra grandes avances.
La FLIP rechaza las interceptaciones en contra de la periodista Vicky Dávila que fueron confirmadas esta semana, así como cualquier tipo de vigilancia ilegal de periodistas en Colombia por organismos del Estado. En la actual coyuntura, el país necesita de manera acentuada garantías para una prensa libre. El Estado y las fuerzas de seguridad e inteligencia están llamados a actuar como garantes de la labor periodística.