Preocupación de la FLIP por hechos en el esquema de protección del periodista Javier Osuna

Durante el 2016, Javier Osuna ha sido víctima de varias agresiones en contra de su oficio: Entre ellas se encuentra el robo de una USB y del celular que la Unidad Nacional de Protección (UNP) le asignó para su protección, y el forzamiento de las chapas de sus oficinas.

En abril de este año, el periodista solicitó el cambio de uno de sus escoltas. Esto porque los hechos ocurridos, entre otros, habían despertado cierta desconfianza sobre este hombre de protección.  Según la versión del periodista, esta persona tomaba fotografías de las actividades del periodista y de los lugares que visitaba. También le hacía preguntas al periodista sobre jefes paramilitares que eran objeto de sus investigaciones periodísticas. Incluso manifestó haberlos conocido en la época de servicio como miembros del Ejército.

No obstante, el proceso de cambio del escolta tuvo algunas irregularidades que agravaron la situación del periodista. A pesar de que se solicitó a la UNP que el procedimiento se hiciera de manera hermética para minimizar cualquier exposición o riesgo, el escolta conoció pormenores de su procedimiento reemplazo que no tenía por qué conocer, lo cual dio a entender que existía un manejo indebido de la información al interior de la entidad de protección. Finalmente la UNP resolvió aceptar un hombre de confianza del periodista para ingresar al esquema y retirar de la entidad el escolta reemplazado.

A la FLIP le preocupan que estos procedimientos en la gestión de la UNP estén llevando a un mayor nivel de riesgo a los periodistas. Resulta inquietante que los filtros de selección y contratación de escoltas puedan estar posibilitando el ingreso de hombres con antecendentes que generan desconfianza. Igualmente surgen preguntas sobre la forma en que se están ejerciendo evaluaciones y controles internos a estas personas que prestan protección. En especial, interesa saber si se están teniendo las opiniones de los protegidos para provocar calificaciones o sanciones a los escoltas. También preocupa que en la entidad se esté filtrando información indebidamente hasta el punto de que los escoltas conocen las opiniones y solicitudes de los protegidos.

La FLIP le pide a la UNP que asegure que sus procedimientos internos no se conviertan en factores de agravación del riesgo de sus protegidos. Igualmente que inicie los controles internos que el presente caso amerite.