El último día de reportería de Abelardo Liz
¿Quién era el comunicador indígena asesinado la semana pasada en el norte del Cauca? ¿Qué hacía en medio de las confrontaciones entre las fuerzas armadas y comunidades indígenas? ¿Para qué medio de comunicación trabajaba y sobre qué informaba?
Se escuchan disparos seguidos de un jadeo. Se ve el pasto. La imagen se mueve y en un plano inclinado hacia arriba, aparecen dos personas tapándose la boca. Al fondo un grupo de militares avanza. En la siguiente escena se ve un paisaje verde y marrón. Es un día opaco, las plantas están secas y los árboles no son muy altos. De nuevo los disparos, la imagen se tambalea bruscamente, se precipita y ahora solo se ve el suelo. “Me dieron, me dieron”, se oye un grito ahogado, sin fuerzas y tras varios movimientos, la imagen solo proyecta un cielo que da vueltas.
Quien grababa era el comunicador Abelardo Liz, y ese fue su último cubrimiento periodístico.
Liz trabajaba en la emisora Nación Nasa Estéreo ubicada en el municipio de Corinto, en el norte del Cauca, era el menor de seis hijos y el pasado 7 de agosto celebró su cumpleaños número 34. Murió seis días después, mientras registraba una confrontación entre la fuerza pública y las comunidades indígenas del proceso de ‘liberación de la madre tierra’ en la finca Quebrada Seca en el municipio de Corinto. Recibió tres impactos de bala que fueron disparados desde la zona donde se encontraba el Ejército Nacional. Con Abelardo, la cifra de periodistas asesinados en Colombia, desde 1938, asciende a 161.
La primera noticia
Liz se empezó a formar como periodista en el 2014 en la escuela de comunicaciones promovida por la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) y un año después, cuando se creó Nación Nasa Estéreo se vinculó a la emisora. Al principio, solo apoyaba las emisiones de los fines de semana, pero dado su compromiso y liderazgo pronto se convirtió en periodista de planta.
Desde que empezó el 2020, Abelardo se unió al grupo de cuatro comunicadores de tiempo completo con los que contaba Nación Nasa. Participaba en el programa El Sabor de la Tarde, un espacio musical con una franja de entrevistas. Además realizaba notas y hacía registro audiovisual para medios comunicativos de la comunidad de Corinto. El rol de Abelardo en el equipo de comunicaciones era fundamental: se encargaba de entrevistar a la gente, particularmente a los jóvenes, para visibilizar todo lo que pasaba y se preocupaba por los temas económicos y ambientales.
Natalia Salazar, una de las compañeras de Abelardo en la emisora lo describe como una persona muy respetuosa que siempre estuvo muy comprometida con su trabajo y que tenía una fuerte vocación por todo lo que se hacía desde el Tejido de Comunicaciones de los Pueblos Indígenas.
“La pérdida de Abelardo le deja un gran vacío en nuestro equipo. Abelardo no solo era nuestro compañero, era nuestro amigo y hacía parte de esta familia de comunicación. Es una persona irremplazable”, manifiesta Natalia.
Para Juan Dagua, comunicador de la emisora Radio Payumat, Abelardo era un joven con mucha inquietud sobre lo que pasaba a su alrededor, que deseaba aprender para compartir sus conocimientos con la comunidad y por eso se sumó a la escuela de comunicaciones hace seis años.
Por su parte, Gerald Bermúdez, quien conoció a Abelardo en 2014 en unos talleres de comunicación que Bermúdez impartió, afirma que Liz “era una persona muy comprometida, con una vocación de servicio increíble y muy entregado a su trabajo”.
En el lugar de los hechos
Desde hace cinco años varias comunidades indígenas del Cauca se han unido para desarrollar un proceso llamado la liberación de la madre tierra. Con frecuencia se organizan mingas para ocupar terrenos que han sido sembrados en caña de azúcar. A punta de machete tumban toda la caña y a cambio siembran comida: maíz, plátano, yuca, fríjol… El argumento es histórico: “estas tierras han sido de nuestros abuelos ancestralmente, fueron arrebatadas con violencia hace unos 80 años, y desde hace más de 30 solo hay caña. En las mingas de liberación las familias bajan, cortan caña, siembran alimento, levantan sus cambuches y crían animales. Recuperan la tierra y la liberan del monocultivo”. Así lo explica Dora Muñoz, coordinadora de Tejido de Comunicaciones del Cabildo de Corinto.
En Corinto hay siete puntos de liberación distribuidos en cuatro haciendas: Granadita, García Riva, Miraflores y Caucanita. Pertenecen a los ingenios azucareros de Incauca, Manuelita y Mayagüés. Desde la perspectiva de estas empresas y de las autoridades estatales, los procesos de liberación son una invasión a la propiedad privada. Por eso se producen los desalojos. El ESMAD, la Policía y el Ejército apoyan las acciones de las empresas de seguridad privada de los ingenios y entran a los terrenos con maquinaria a arrasar los cultivos, a decomisar los animales, a tumbar los cambuches y a forzar a la gente a abandonar el área. Los días 12 y 13 de agosto de 2020 estaban precisamente en medio de un desalojo forzado con presencia militar en un punto de liberación conocido como la finca Quebrada Seca en Corinto.
Los líderes indígenas se han reunido varias veces con los voceros de los ingenios azucareros para conciliar la tenencia de la tierra, pero no han llegado a ningún acuerdo satisfactorio, entonces las comunidades se han mantenido firmes: “resistiremos y continuaremos liberando la tierra del monocultivo”, dice Dora. Mientras tanto, las autoridades estatales también han reforzado su posición: acuden a las armas para diseminar a la población.
No era la primera vez que Abelardo debía cubrir una minga de liberación o un desalojo forzado. El proceso de liberación de la madre tierra es complejo e involucra luchas indígenas históricas por la tierra que hoy está en manos de empresas agroindustriales. La presencia de un periodista indígena en momentos como los que se vivieron la semana pasada en Corinto es más que obvia.
“Abelardo estaba registrando estos hechos para contarlos en la emisora y en la página web. Estuvo el día 12 registrando el desalojo y hablando con la comunidad. Y el día 13 estaba haciendo lo mismo. Él no tenía ni una piedra en la mano, solo tenía su cámara”, comenta Dora, quien también trabajaba con Abelardo en la emisora Nación Nasa Estéreo.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Cauca ha sido enfática en sostener que el día 13, cuando la fuerza pública empezó a disparar contra la comunidad, no había presencia de ningún grupo armado disidente de las FARC, como lo aseguró el Ejército en sus comunicados públicos.
Abelardo recibió los impactos de las balas mientras grababa las confrontaciones entre la fuerza pública y las comunidades. Cayó al suelo con su cámara aún encendida en la mano. El video que grabó está publicado en el canal de YouTube de Nación Nasa. Fue su último trabajo periodístico.
“Reportamos desde Nación Nasa Estéreo en el norte del Cauca”
En 2002 la comunidad del Cabildo de Corinto decidió crear su propia emisora comunitaria: Nación Nasa Estéreo. Esta hace parte de Radio Payumat, una red que recoge a las demás emisoras indígenas que hay en el norte del departamento y que se enlazan en una sola frecuencia a través del Consejo Regional Indígena del Cauca y la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca.
Cuando se creó la emisora de Corinto, otros cabildos ya tenían sus propias estaciones radiales, como Toribío y Jambaló. Juan Dagua es comunicador de Radio Payumat y afirma que hoy esta radio llega al 80% del territorio. Alrededor de 30 mil personas se informan por este medio.
Las escuelas de formación donde Abelardo empezó a perfilarse como reportero fueron espacios creados por la misma comunidad para que quienes estuvieran interesados empezaran a prepararse para trabajar como comunicadores. Después de estos talleres se creó Nación Nasa Estéreo. Juan cuenta que las escuelas de formación se dieron para que los jóvenes retomaran prácticas y saberes que se estaban perdiendo con los años.
Uno de los objetivos de la emisora es tratar temas propios del cabildo que son prácticos y útiles para las personas: informan desde sitios y temas sagrados, hasta asuntos políticos y de activismo como las mingas de liberación. Nación Nasa Estéreo, además de emitir contenido por la emisora, también difunde material en su página web y a través de su canal de Youtube. Hasta la semana pasada, el equipo periodístico estaba conformado por cinco comunicadores.
Este es el reporte periodístico que entregó Nación Nasa Estéreo después del asesinato de su periodista:
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Wednesday, 19 August 2020
El último día de reportería de Abelardo Liz
¿Quién era el comunicador indígena asesinado la semana pasada en el norte del Cauca? ¿Qué hacía en medio de las confrontaciones entre las fuerzas armadas y comunidades indígenas? ¿Para qué medio de comunicación trabajaba y sobre qué informaba?
Se escuchan disparos seguidos de un jadeo. Se ve el pasto. La imagen se mueve y en un plano inclinado hacia arriba, aparecen dos personas tapándose la boca. Al fondo un grupo de militares avanza. En la siguiente escena se ve un paisaje verde y marrón. Es un día opaco, las plantas están secas y los árboles no son muy altos. De nuevo los disparos, la imagen se tambalea bruscamente, se precipita y ahora solo se ve el suelo. “Me dieron, me dieron”, se oye un grito ahogado, sin fuerzas y tras varios movimientos, la imagen solo proyecta un cielo que da vueltas.
Quien grababa era el comunicador Abelardo Liz, y ese fue su último cubrimiento periodístico.
Liz trabajaba en la emisora Nación Nasa Estéreo ubicada en el municipio de Corinto, en el norte del Cauca, era el menor de seis hijos y el pasado 7 de agosto celebró su cumpleaños número 34. Murió seis días después, mientras registraba una confrontación entre la fuerza pública y las comunidades indígenas del proceso de ‘liberación de la madre tierra’ en la finca Quebrada Seca en el municipio de Corinto. Recibió tres impactos de bala que fueron disparados desde la zona donde se encontraba el Ejército Nacional. Con Abelardo, la cifra de periodistas asesinados en Colombia, desde 1938, asciende a 161.
La primera noticia
Liz se empezó a formar como periodista en el 2014 en la escuela de comunicaciones promovida por la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) y un año después, cuando se creó Nación Nasa Estéreo se vinculó a la emisora. Al principio, solo apoyaba las emisiones de los fines de semana, pero dado su compromiso y liderazgo pronto se convirtió en periodista de planta.
Desde que empezó el 2020, Abelardo se unió al grupo de cuatro comunicadores de tiempo completo con los que contaba Nación Nasa. Participaba en el programa El Sabor de la Tarde, un espacio musical con una franja de entrevistas. Además realizaba notas y hacía registro audiovisual para medios comunicativos de la comunidad de Corinto. El rol de Abelardo en el equipo de comunicaciones era fundamental: se encargaba de entrevistar a la gente, particularmente a los jóvenes, para visibilizar todo lo que pasaba y se preocupaba por los temas económicos y ambientales.
Natalia Salazar, una de las compañeras de Abelardo en la emisora lo describe como una persona muy respetuosa que siempre estuvo muy comprometida con su trabajo y que tenía una fuerte vocación por todo lo que se hacía desde el Tejido de Comunicaciones de los Pueblos Indígenas.
“La pérdida de Abelardo le deja un gran vacío en nuestro equipo. Abelardo no solo era nuestro compañero, era nuestro amigo y hacía parte de esta familia de comunicación. Es una persona irremplazable”, manifiesta Natalia.
Para Juan Dagua, comunicador de la emisora Radio Payumat, Abelardo era un joven con mucha inquietud sobre lo que pasaba a su alrededor, que deseaba aprender para compartir sus conocimientos con la comunidad y por eso se sumó a la escuela de comunicaciones hace seis años.
Por su parte, Gerald Bermúdez, quien conoció a Abelardo en 2014 en unos talleres de comunicación que Bermúdez impartió, afirma que Liz “era una persona muy comprometida, con una vocación de servicio increíble y muy entregado a su trabajo”.
En el lugar de los hechos
Desde hace cinco años varias comunidades indígenas del Cauca se han unido para desarrollar un proceso llamado la liberación de la madre tierra. Con frecuencia se organizan mingas para ocupar terrenos que han sido sembrados en caña de azúcar. A punta de machete tumban toda la caña y a cambio siembran comida: maíz, plátano, yuca, fríjol… El argumento es histórico: “estas tierras han sido de nuestros abuelos ancestralmente, fueron arrebatadas con violencia hace unos 80 años, y desde hace más de 30 solo hay caña. En las mingas de liberación las familias bajan, cortan caña, siembran alimento, levantan sus cambuches y crían animales. Recuperan la tierra y la liberan del monocultivo”. Así lo explica Dora Muñoz, coordinadora de Tejido de Comunicaciones del Cabildo de Corinto.
En Corinto hay siete puntos de liberación distribuidos en cuatro haciendas: Granadita, García Riva, Miraflores y Caucanita. Pertenecen a los ingenios azucareros de Incauca, Manuelita y Mayagüés. Desde la perspectiva de estas empresas y de las autoridades estatales, los procesos de liberación son una invasión a la propiedad privada. Por eso se producen los desalojos. El ESMAD, la Policía y el Ejército apoyan las acciones de las empresas de seguridad privada de los ingenios y entran a los terrenos con maquinaria a arrasar los cultivos, a decomisar los animales, a tumbar los cambuches y a forzar a la gente a abandonar el área. Los días 12 y 13 de agosto de 2020 estaban precisamente en medio de un desalojo forzado con presencia militar en un punto de liberación conocido como la finca Quebrada Seca en Corinto.
Los líderes indígenas se han reunido varias veces con los voceros de los ingenios azucareros para conciliar la tenencia de la tierra, pero no han llegado a ningún acuerdo satisfactorio, entonces las comunidades se han mantenido firmes: “resistiremos y continuaremos liberando la tierra del monocultivo”, dice Dora. Mientras tanto, las autoridades estatales también han reforzado su posición: acuden a las armas para diseminar a la población.
No era la primera vez que Abelardo debía cubrir una minga de liberación o un desalojo forzado. El proceso de liberación de la madre tierra es complejo e involucra luchas indígenas históricas por la tierra que hoy está en manos de empresas agroindustriales. La presencia de un periodista indígena en momentos como los que se vivieron la semana pasada en Corinto es más que obvia.
“Abelardo estaba registrando estos hechos para contarlos en la emisora y en la página web. Estuvo el día 12 registrando el desalojo y hablando con la comunidad. Y el día 13 estaba haciendo lo mismo. Él no tenía ni una piedra en la mano, solo tenía su cámara”, comenta Dora, quien también trabajaba con Abelardo en la emisora Nación Nasa Estéreo.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Cauca ha sido enfática en sostener que el día 13, cuando la fuerza pública empezó a disparar contra la comunidad, no había presencia de ningún grupo armado disidente de las FARC, como lo aseguró el Ejército en sus comunicados públicos.
Abelardo recibió los impactos de las balas mientras grababa las confrontaciones entre la fuerza pública y las comunidades. Cayó al suelo con su cámara aún encendida en la mano. El video que grabó está publicado en el canal de YouTube de Nación Nasa. Fue su último trabajo periodístico.
“Reportamos desde Nación Nasa Estéreo en el norte del Cauca”
En 2002 la comunidad del Cabildo de Corinto decidió crear su propia emisora comunitaria: Nación Nasa Estéreo. Esta hace parte de Radio Payumat, una red que recoge a las demás emisoras indígenas que hay en el norte del departamento y que se enlazan en una sola frecuencia a través del Consejo Regional Indígena del Cauca y la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca.
Cuando se creó la emisora de Corinto, otros cabildos ya tenían sus propias estaciones radiales, como Toribío y Jambaló. Juan Dagua es comunicador de Radio Payumat y afirma que hoy esta radio llega al 80% del territorio. Alrededor de 30 mil personas se informan por este medio.
Las escuelas de formación donde Abelardo empezó a perfilarse como reportero fueron espacios creados por la misma comunidad para que quienes estuvieran interesados empezaran a prepararse para trabajar como comunicadores. Después de estos talleres se creó Nación Nasa Estéreo. Juan cuenta que las escuelas de formación se dieron para que los jóvenes retomaran prácticas y saberes que se estaban perdiendo con los años.
Uno de los objetivos de la emisora es tratar temas propios del cabildo que son prácticos y útiles para las personas: informan desde sitios y temas sagrados, hasta asuntos políticos y de activismo como las mingas de liberación. Nación Nasa Estéreo, además de emitir contenido por la emisora, también difunde material en su página web y a través de su canal de Youtube. Hasta la semana pasada, el equipo periodístico estaba conformado por cinco comunicadores.
Este es el reporte periodístico que entregó Nación Nasa Estéreo después del asesinato de su periodista: