Rechazamos las estigmatizaciones de Álvaro Uribe hacia el columnista Rodrigo Uprimny
Desde ayer, 24 de septiembre, y a través de su cuenta de X (Twitter), el expresidente Álvaro Uribe Vélez ha acusado de manera reiterativa a Rodrigo Uprimny (*), luego de que el columnista publicara su columna de opinión “Los falsos positivos, la JEP y Uribe” en El Espectador. Los señalamientos de Uribe Vélez son estigmatizantes y constituyen una agresión directa para Uprimny y para las voces críticas que surgen desde la prensa.
En su columna, Uprinmy habla de la audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre las ejecuciones extrajudiciales en Casanare y la responsabilidad “moral y política” del expresidente. El mismo día, y en calidad de apoderado de Uribe Vélez, el abogado Jaime Granados publicó un comunicado en el que calificó a Uprimny como “columnista contratista”, infiriendo que sus posturas tienen alguna relación o influencia económica. Además, el expresidente Uribe replicó el comunicado y se refirió al columnista como el “abogado de Santos, la Farc y contratista de la Comisión de la Verdad”. Un día después, cita el mismo trino y señala a Uprimny de que “podría ser uno de los responsables morales y políticos del terrorismo por sus posturas”.
Ante el comunicado de Granados y los mensajes de Uribe, el columnista les ha respondido de manera directa y ha insistido en que sus ataques no incluyen argumentos ni pruebas de las acusaciones, sino que se enfocan en cuestionar su reputación e integridad. Además, pese a que el Uprimny le ha solicitado que debe presentar una solicitud de rectificación, bajo los términos de la ley, el expresidente continúa con su actitud hostil y escribe más mensajes estigmatizantes a través de sus redes sociales.
Estos ataques por parte del expresidente contra la prensa han sido reiterativos, pues en los últimos años también hemos documentado las acusaciones contra Daniel Coronell (2023) y el acoso judicial a Yohir Akerman (2022). Esta sistematicidad deja en evidencia que Uribe Vélez recurre a este tipo de señalamientos intimidantes como retaliación a las y los periodistas que critican, revelan o denuncian sus acciones.
Sobre esto, las Relatorías para la Libertad de Expresión han hecho énfasis en que “los líderes políticos y las personas que ejercen la función pública no deben hacer declaraciones que puedan promover la intolerancia, la discriminación o la desinformación y, en cambio, deben aprovechar sus posiciones de liderazgo para contrarrestar estos daños sociales y promover el entendimiento intercultural y el respeto a la diversidad.”
Una vez más, le hacemos un llamado al expresidente Uribe Vélez a que se abstenga de enviar mensajes estigmatizantes hacia la prensa ni haga acusaciones infundadas hacia las y los periodistas, en especial a quienes hacen denuncias o seguimiento a sus acciones cuando era funcionario público. Es necesario que las figuras públicas entiendan que sus mensajes y comentarios tienen un mayor impacto en la ciudadanía, especialmente si son sistemáticos y utilizan canales de difusión masivo como lo son las redes sociales.
Así mismo, debe recordar que puede expresar sus quejas o inconformidades con la prensa de una manera que no afecte su labor, a través de la solicitud de rectificación, siempre y cuando lo haga bajo los términos que estipula la ley. El expresidente no debe incurrir en categorizaciones riesgosas ni estigmatizantes para la prensa, sino que debe alimentar el debate público y promover un discurso que favorezca la libertad de prensa y de expresión.
(*) Rodrigo Uprimny es miembro de la Asamblea de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP.
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Saturday, 16 April 2016
Álvaro Uribe Vélez ataca de nuevo a Daniel Coronell por Twitter
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechaza los continuos señalamientos y acusaciones hechas por el senador del Centro Democrático contra el columnista de Semana.
En la última edición de la revista Semana, el periodista Daniel Coronell publicó su columna habitual con el título “La criminalización del que investiga”. El texto hacía referencia a la estigmatización de la que fue víctima el periodista Yohir Akerman por parte de Álvaro Uribe Vélez. También señaló en su columna otros hechos que relacionarían a Uribe y a su familia con narcotraficantes. Finalmente destacó que la forma en la que el Senador y Expresidente se defiende de las denuncias es incriminando al que investiga, una estrategia para desviar las acusaciones en su contra.
Tuesday, 16 May 2017
Álvaro Uribe Vélez estigmatiza a periodista de Noticias Uno
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechaza los señalamientos hechos por el senador del Centro Democrático contra Julián Martínez, reportero del noticiero que dirige Cecilia Orozco.
El lunes 15 de mayo el senador Álvaro Uribe Vélez estigmatizó a Martínez a través de su cuenta en Twitter: “A Noticias Uno, su periodista Pro Farc Julián Martínez y a su directora dra Orozco les repetiré la respuesta de 2013 a su repetido infundió,” (sic.) dijo Uribe.
A Noticias Uno, su periodista Pro Farc Julián Martínez y a su directora dra Orozco les repetiré la respuesta de 2013 a su repetido infundió
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 15 de mayo de 2017
Los ataques del senador del Centro Democrático se produjeron luego de que Martínez publicara una nota en la que denuncia que entre los años 2008 y 2010, Uribe destinó recursos del Estado para sus propiedades. Según la publicación, el entonces presidente Uribe firmó un decreto que le permitió recibir subsidios por más de 3000 millones de pesos a través de su finca el Ubérrimo y otros predios ubicados en Mocarí, Córdoba.
Las estigmatizaciones del senador sitúan al periodista en una situación de riesgo infundado que puede desencadenar ataques de mayor gravedad. Este señalamiento, sobre el cual Uribe no presenta pruebas, supone que el reportero pertenece o simpatiza con un grupo armado. Algunos podrían interpretar esto como un aval para agredir al periodista.
Al respecto, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión declara que los funcionarios públicos tienen la obligación de adoptar un discurso favorable que contribuya a prevenir la violencia contra la prensa: “la obligación de garantizar los derechos de libertad de expresión y a la integridad personal requiere que los funcionarios públicos se abstengan de realizar declaraciones que expongan a periodistas y trabajadores de medios de comunicación a un mayor riesgo de actos de violencia”.
En segundo lugar, los señalamientos de Uribe son un mensaje amedrentador para otros medios y periodistas, que generan un efecto inhibitorio para continuar con la investigación del tema publicado por Noticias Uno, que es un asunto de interés público. En ese sentido, la estrategia del Senador de responder con acusaciones personales, en lugar de presentar su versión sobre los hechos, debilita la deliberación pública y fractura las garantías para que los ciudadanos en Colombia puedan opinar e informar sobre el poder público.
La FLIP invita al senador Álvaro Uribe a expresar sus desacuerdos con la prensa de una manera que no afecte la labor de los periodistas y a adoptar un discurso que garantice la libertad de expresión y de información. Así mismo, la FLIP hace un llamado a la Procuraduría General de la Nación para que adelante la investigación disciplinaria en contra del funcionario y determine las sanciones a las que haya lugar.
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Algunos antecedentes
No es la primera vez que Álvaro Uribe recurre a los ataques contra la prensa como respuesta pública a las críticas, denuncias y cuestionamientos que se le hacen en su condición de persona pública sometida a escrutinio social. La FLIP ha registrado las siguientes:
En 2002 Daniel Coronell publicó en una columna que en 1984 un helicóptero de Alberto Uribe Sierra, padre de Álvaro Uribe, había sido encontrado en el laboratorio de Tranquilandia. En esa ocasión el actual senador del Centro Democrático acusó por primera vez al columnista de Semana de tener vínculos con los narcotraficantes Perafán y Villegas.
En abril de 2006 el entonces presidente Uribe afirmó que algunos medios de comunicación le “están haciendo daño a la legitimidad institucional” y que “la libertad periodística no puede sustituir a la justicia”. En su momento la FLIP expresó su preocupación por estas declaraciones, ya que podían malinterpretarse y generar una estigmatización en contra de los medios de comunicación y de la libertad de prensa en general.
El 2 de octubre de 2007, en una entrevista que le hizo Caracol Radio, el mandatario aseguró que el periodista Gonzalo Guillén "ha dedicado una carrera periodística a la infamia y a la mentira". Los señalamientos se hicieron luego del lanzamiento del libro “Amando a Pablo, odiando a Escobar”, que motivaron a Uribe a decir que el periodista estaba detrás de este y otros libros en su contra.
El 9 de octubre de 2007, Daniel Coronell retomó un señalamiento que había hecho Uribe contra el periodista Gonzalo Guillén, con ocasión de la publicación del libro “Amando a Pablo, odiando a Escobar”. Este hecho provocó una discusión entre el expresidente y el periodista en medios, donde Uribe calificó a Coronell de mentiroso y miserable. Horas después el columnista de la Revista Semana recibió un correo firmado por las Águilas Negras, en el cual anunciaban: “Quien ataca a nuestro presidente firma su sentencia de muerte”.
En el año 2009, se refirió a Hollman Morris como “cómplice del terrorismo”. En ese momento, el Relator para la Libertad de Expresión de la ONU y la Relatora para la Libertad de Expresión de la CIDH expresaron su preocupación por los señalamientos. Para los organismos internacionales, estas afirmaciones ponen en riesgo a los periodistas y generan un efecto de autocensura.
Este episodio fue analizado con posterioridad por la CIDH, organismo que en el informe “Violencia contra periodistas y trabajadores de medios” definió que los funcionarios públicos tienen la obligación de adoptar un discurso público que contribuya a prevenir la violencia contra periodistas.
En diciembre de 2010, Daniel Coronell publicó una columna en la que retomaba una investigación del Miami Herald en la que se hablaba de una relación entre los hijos de Álvaro Uribe y los hermanos Nule, cuestionados contratistas en el país. Tras la publicación, Uribe volvió a insistir en la relación del periodista con el narcotráfico y el lavado de dinero.
El 17 de septiembre de 2014, durante el debate que se realizó en el Congreso sobre paramilitarismo, el expresidente Uribe señaló a Telesur y a Canal Capital como “medios de comunicación serviles al terrorismo. Las declaraciones provocaron respuestas violentas como el trino que hizo un desconocido en Twitter el 23 de septiembre “me ofrezco a matar a @HOLLMANMORRIS”, quien para ese entonces era gerente de Canal Capital.
En octubre de 2014, Daniel Coronell habló en una de sus columnas sobre las conversaciones que mantuvieron miembros del gobierno de Uribe con alias “Pablo Catatumbo”. Según el columnista, personas cercanas a presidencia le ofrecieron al comandante guerrillero despejar 868 km para un posible acercamiento con el grupo armado. De inmediato el senador del Centro Democrático recurrió a los ataques contra el periodista, asegurando que recibía dinero del gobierno de Juan Manuel Santos para mentir sobre Uribe.
El 10 de diciembre de 2014, el Senador del Centro Democrático publicó en su cuenta de Twitter tres mensajes que atentaron contra la libertad de prensa y la protección especial a la actividad periodística. En los trinos hacía referencia a la entrevista que Morris realizaría en una cárcel de Itagüí a un hombre condenado por paramilitarismo.
En su momento la FLIP le recordó a Uribe que esa información por defecto es reservada y que, al hacerla pública, ponía en riesgo al periodista y a sus fuentes. Adicionalmente, se advirtió que las afirmaciones podían vulnerar la presunción de inocencia del periodista y afectar su credibilidad. También se hizo referencia a la necesidad que tienen los funcionarios públicos de mantener un discurso favorable a la libertad de expresión y la deliberación pública.
Luego de las agresiones, la FLIP le envió una carta al expresidente Uribe donde se le hacía un llamado para que aportara a construir un ambiente favorable a la deliberación pública, que respete y no afecte el libre flujo de ideas. El Senador del Centro Democrático jamás brindó respuesta, por el contrario, continuó con las agresiones a periodistas como las que emitió contra Yohir Akerman y Daniel Coronell en marzo y abril de 2016.
JohirAkerman, desteñido militante del ELN que busca notoriedad con la honra de los míos y la personal
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 29 de marzo de 2016