¿Quién mató a Rodolfo Maya Aricape?
El pasado viernes, los cuatro cabildos de Caldono se reunieron en un salón para recordar a Maya. Su hija, Xiomara, ofrendó un ramo de flores: “Papi acá te traigo esta canasta con estas flores, te quiero mucho, te quise y te llevo en el corazón”. Xiomara que cumplió ocho años en septiembre pasado, estaba con su padre al frente de su casa cuando los dos asesinos llegaron en moto y le dispararon en varias oportunidades. Luego de presenciar el homicidio de su padre, corrió al interior de la casa y avisó a su mamá, Rosa Conda de 34 años. Rosa prefirió no asistir a las actividades de aniversario de la muerte de su esposo: “Todo lo que pasa con en él me duele, no entiendo por qué lo mataron.”
Caldono, en medio de la guerra
Caldono es un municipio con 39.000 habitantes de los cuales el 90%, que en su mayoría pertenecen al pueblo Nasa o son mestizos, viven en zonas rurales y montañosas. Este punto que es una importante ruta de salida hacia el Huila y al norte al Valle del Cauca, sobrevive bajo la influencia de alias Caliche, comandante de la columna móvil Jacobo Arenas de las FARC, un hombre al que se le atribuyen cerca de 500 muertos y que lleva más de 20 años en la guerrilla.
Sin embargo, Caliche no es el único problema del Cauca. El departamento entero es el escenario de una guerra aún más cruel. En la región de 30.000 kilómetros cuadrados operan los frentes 6, 8, 30 y 60 de las FARC, además de sus columnas móviles Gabriel y Jacobo Arenas. Asimismo hay tres estructuras del ELN activas y una guerrilla de origen indígena que se autodenomina “Los Nietos del Quintin Lame”. Como si esto no fuera suficiente, el pasado 6 de abril circuló un panfleto firmado por las presuntamente extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) donde amenazaban de muerte a líderes sociales, indígenas y periodistas por igual. Los actores de este teatro de guerra los completan la Vigésima Novena Brigada del Ejército Nacional, comandada por el Coronel Wilson Chávez, y conformada en Cauca por cuatro batallones, uno de ellos el batallón de Alta Montaña “General Benjamín Herrera”. En la zona también opera la brigada 14 móvil del ejército que sufrió la baja de siete de sus hombres el pasado 7 de octubre en Caldono. En medio de todo esto, está el resguardo de Rodolfo Maya y su familia.
El primer festival de cine Rodolfo Maya Aricape
Rodolfo Maya pudo haber tenido una vida tranquila en Bogotá. A los doce años, dos de sus hermanas mayores lo llevaron a la capital a terminar el bachillerato. Él era el menor de los siete hermanos Aricape. En Bogotá trabajó primero como ayudante en una ensambladora de carros y luego como asistente de carpintería. Después de una década, Rodolfo se aburrió y regresó a su tierra.
Carmen Aricape, su madre, lo recuerda como un muchacho muy servicial: “Era responsable, buen hijo, buen padre, buen hermano. Su placer era el trabajo. No tomaba, ni salía. Era muy activo, cuando había fútbol o bingos, él hacia el perifoneo, así se fue vinculando a las actividades de comunicaciones del cabildo.” Maya se unió al tejido de la ACIN, una red de Comunicación para la Verdad y la Vida, según los pueblos indígenas del Cauca. Una red compuesta por nudos, huecos e hilos; de manera que si alguien llega a “tocar un nudo haga vibrar a toda la red”.
Su hermano Diego Maya, de 44 años, recuerda que Rodolfo siempre estuvo pendiente de registrar todas las actividades de su gente: “En la escuela desarrolló vídeos para grabar la minga, las marchas, los congresos. Él quería construir la memoria de lo que viene haciendo la comunidad”. Al momento de su muerte terminaba una capacitación en la escuela de comunicaciones de la Zona Norte, pero no se alcanzó a graduar.
En su memoria, a finales de julio de este año se organizó el Primer Festival de Cine Rodolfo Maya. Manuel, Coordinador de Guardia Indígena de la zona, abrió el festival recordando a la comunidad los peligros de la polarización y de la guerra: “El presidente Santos y la fuerza “pública” anuncian la instalación de un batallón de alta montaña y exigen a los pueblos del Cauca tomar posición a favor del Estado. A su vez, las Farc también le piden a la población afectada por sus ataques no tener contacto ni alquilar viviendas a la policía o a los militares. Se pretende involucrar a la población civil en una guerra que no les pertenece para finalmente despojar los territorios donde habitan y dejarlos en manos de compañías multinacionales, interesadas en extraer elementos de la Madre Tierra, como agua y minerales.”
En el festival se compartieron documentales sobre los temas que afectan los pueblos indígenas, hubo participación de la comunidad y los estudiantes. Se motivó a los jóvenes a realizar videos y, sobretodo, se recordó a Rodolfo Maya.
Otro homicidio impune
Un año después de su muerte, el proceso por el asesinato de Rodolfo Maya sigue estancado en investigación preliminar, en la fiscalía 4 de Popayán, unidad seccional de Caloto; entre otros cientos de expedientes de caídos en la guerra que azota el Cauca. Lo poco que se sabe es que dos meses antes del asesinato apareció un grafiti en un muro de la escuela de Caloto. El letrero lo señalaba como miembro de las FARC, incluía un número celular y una cifra de 20 millones de pesos.
Rosa ahora trabaja en una tienda ayudándole a su hermana: “yo me retire del cabildo, de las asambleas, para mí es muy duro”. Su hermano Diego, profesor de primaria en la escuela del resguardo, cuenta: “Uno se queda sin palabras. Mamá ha sido muy fuerte y nos da valor. Tener este dialogo, recordarlo; es muy duro. El viernes estuvimos orando por él y se hizo una reflexión amplia. El cabildo dijo que los violentos no nos pueden frustrar este proceso organizativo.”
Carmen Aricape teme que nunca se sepa quién mató a su hijo: “En el campo siempre está uno desprotegido. Hay cabildo, pero ellos están también en la oscuridad. Hay tantos grupos, la guerrilla, el Ejército, grupos que se odian, uno nunca sabe quién fue. Como siempre por acá, se supo como fue la muerte, pero no se supo quién fue”. Así, inmerso en impunidad, permanece por ahora el homicidio de Rodolfo Maya, uno de los 19 asesinatos que ha atestiguado desde el 2009 está pequeña comunidad indígena al norte de una de las regiones más vulneradas por la guerra en Colombia.
Contexto y fuentes:
El festival
http://festivalrodolfomaya.blogspot.com/
Ministro de defensa:
Relatoría:
http://www.cidh.org/relatoria/showarticle.asp?artID=823&lID=2
Indígenas rechazan declaraciones de ministro de Defensa sobre alianza con guerrillas
NACIÓN La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca aclaró que en Cauca hay "comunidades victimizadas por los actores armados (incluida la fuerza pública) y atrapadas en el fuego cruzado de la confrontación armada".
http://www.semana.com/nacion/indigenas-rechazan-declaraciones-ministro-defensa-sobre-alianza-guerrillas/163735-3.aspx
Norte del cauca, zona de guerra
http://www.citytv.com.co/videos/703124/analisis-de-la-situacion-de-caloto-cauca
http://www.agendapropia.com/index.php/conflicto
ACIN:
http://nasaacin.org/index.php?option=com_content&view=article&id=60:tejido-&catid=54:comunicacion-y-relaciones-externas&Itemid=57
Published in Pronouncements
Tagged as Periodistas asesinadosImpunidad
Temas de interés
Other pronouncements
Tuesday, 15 August 2006
Siete años después, el asesinato de Jaime Garzón sigue en la impunidad
Siete años después del asesinato del periodista y humorista Jaime Garzón, ocurrido en Bogotá el 13 de agosto de 1999, no hay un solo detenido por el crimen. El único condenado por los hechos fue el jefe paramilitar Carlos Castaño, desaparecido desde abril de 2004.
Friday, 20 March 2015
Quinto aniversario de la muerte de Clodomiro Castilla
Hoy, 19 de marzo de 2015, se cumplen cinco años del asesinato de Clodomiro Castilla en Montería, Córdoba. Castilla solía hacer denuncias sobre corrupción política y paramilitarismo en el departamento.
En su momento, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo en un comunicado, emitido el 22 de marzo del 2010, que reconocía “el rápido repudio de este crimen por las más altas autoridades colombianas pero expresa su profunda preocupación por la situación de desprotección en la que se encontraba el periodista, pese a haber solicitado oportunamente la actuación del Programa de Protección a Periodistas del Estado colombiano”.
Castilla había sido beneficiario de medidas del programa de protección del Ministerio del Interior y de Justicia desde agosto de 2006. No obstante, estas habían sido retiradas en febrero de 2009. Ante nuevas amenazas, el periodista solicitó en noviembre del mismo año que tales medidas fueran reasignadas. Esta petición fue negada pues el estudio de riesgo de Castilla había resultado “ordinario”.
Cinco años después de ocurridos estos hechos son pocos los avances en la justicia. Según información de la Fiscalía General de la Nación entregada a la FLIP a finales de 2014, la investigación por el asesinato de Castilla permanece en etapa de indagación.
La FLIP hace un llamado a la Fiscalía para que de impulso a la investigación por el asesinato de Castilla y de esta forma evite que permanezca en la impunidad. Al respecto, el principio 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión indica que “el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada”.
Tuesday, 29 September 2020
Manuel Martínez: 27 años de impunidad
Hoy se cumplen 27 años del homicidio contra Manuel Martínez Espinosa, periodista de Radio Súper en Popayán, Cauca. Cada noche, en su programa el Yunque, se ponía detrás del micrófono para hablar sobre el día a día de su ciudad.
Manolo, como lo llamaban sus compañeros, estaba comprometido con el bienestar de la ciudadanía y por eso realizaba denuncias sobre corrupción política en la región.
En esta cápsula lo recuerdan tres de sus compañeros de trabajo. Nos cuentan más sobre cómo era Manuel y sobre el momento de su asesinato.
El homicidio de Manuel Martínez prescribió en 2013 y solo se llegó a condenar a uno de los autores materiales. Sin embargo, su recuerdo permanece entre sus familiares y colegas.
Gracias por recordar su vida con nosotros. En la FLIP no olvidamos.