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Informe especial: El Doncello pierde su única voz de denuncia, Luis Peralta

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Friday, 20 March 2015

Informe especial: El Doncello pierde su única voz de denuncia, Luis Peralta

Tras el asesinato de Peralta quedaron al descubierto fallas institucionales en la protección, inoperancia de la Fiscalía y el desprecio de funcionarios locales frente al periodista que se atrevía a denunciar la corrupción local.

A principios de febrero, Luis Peralta, de carácter recio, estilo frentero y directo, andaba preocupado, una extraña llamada le advertía que algo malo iba a suceder. Por su cabeza se acumularon viejos temores, aquellos que lo invadieron en el año 2010 cuando unos tipos dejaron en frente de su emisora una mochila con 25 kilos de anfo buscando acabar con él, su programa de radio y con varias cuadras de El Doncello, municipio del norte de Caquetá.

La bomba fue desactivada y nadie salió herido. Al día siguiente dijo al aire que si el problema era él, que lo mataran, pero que no era necesario volar la emisora, acabar con medio pueblo ni tampoco matar a sus familiares y otros periodistas. Les gustara o no, Luis decía lo que pensaba desde su micrófono.

Sus días en la radio los comenzó en el municipio de Paujil, en el norte caqueteño, 23 años atrás. Lo hizo como pirata, sin licencias ni permisos. No había cumplido el primer año cuando hizo su primera denuncia importante, advirtiendo que se estaban robando una plata en la construcción de una calle. Después de eso y con suma diligencia, un funcionario se presentó para pedirle los permisos de funcionamiento. Horas después, le cerraban para siempre la precaria estación. La lección quedó aprendida, si iba a hacer enemigos era indispensable cubrirse las espaldas. Así lo hizo. Construyó Linda Estéreo, la mejor emisora del norte del departamento, la que tenía más audiencia, contaba con mayor cobertura y con el equipo periodístico más grande.

Al frente del micrófono, Peralta llamó “ladrones” a alcaldes y gobernadores, tildó de “inútiles” a instituciones como la Fiscalía o la Personería, y “charlatanes” o “loquitos” a los funcionarios públicos que prometían y no cumplían. Muchos frentes abiertos y demasiados enemigos para un pueblo “silencioso y peligroso”, como bien resume desde la ciudad de Florencia un funcionario que conoce las venas del Caquetá.

Varias voces criticaban a Peralta, asegurando que él se metía contra los funcionarios que no le daban pauta publicitaria. “Los funcionarios públicos hablan de que yo los presiono para me den pauta y que como no me dan les doy duro, estoy cansado de esas descalificaciones”, decía Peralta al aire defendiéndose de las acusaciones.

La Fiesta de los ratones

Luis Peralta solía amenizar sus denuncias radiales con un pegajoso estribillo musical: “La fiesta de los ratones taba muy buena pero un ratón se emborrachó. Y por la bulla que allí formaba. Mira muchacho el gato de enfrente, se despertó”. La letra es de un viejo son cubano, una fábula que con mucho ritmo sirve también para dibujar la fiesta de la corrupción.

Durante su última semana con vida, Peralta dedicó sus programas a dos denuncias concretas, que apuntan a irregularidades en la contratación pública.

“En la Alcaldía (de El Doncello) compraron un carro que estaba listo, pero nada. La historia del carro compactador (de basuras) es rara. Un señor de Nariño (José Jimmy Rosero Patiño) que visita todas las alcaldías del país, licitó y le aceptaron la compra del carro en Fresno (Tolima) por 227 millones de pesos. Sin embargo, este señor no le cumplió a la Alcaldía, el negocio se cayó y no le recibieron el carro. El señor se fue y ofreció el carro en El Doncello, esta vez lo vendía por 280 millones. La Alcaldía lo compró y no lo han podido sacar a la calle porque los papeles no están en regla”, informaba Peralta en diciembre del 2014.

El periodista le dedicó más de dos meses a la rocambolesca historia del carro compactador de basuras que ha recorrido ciudades colombianas esperando ser comprado y que según las denuncias tiene varias irregularidades que han impedido su nacionalización y legalización ante la DIAN.

En enero del 2015 Peralta daba seguimiento al tema: “Lo curioso de toda esta historia es que a pesar de que el carro no ha sido matriculado, ya está recorriendo las calles. Algo le tuvieron que dar al funcionario, o burundanga o mermelada, pero algo le dieron para que pusiera la placa cuando aún no está matriculado”.

Su otra denuncia iba dirigida a otra irregularidad de la Empresa de Servicios Públicos. Con estas palabras empezó, el que sería sin que él lo supiera, su último programa. “Empresas de Servicio es donde más se acumulan los actos de corrupción que hemos denunciado y como no alcanza la plata para tanta fiesta de ratones que hacen ahí, ahora aumentan la tarifa del agua y de la recolección de basuras. Como el carro de la basura costó tanta plata pues es lógico que ahora se incrementen los impuestos para el agua y recolección de basuras”.

Sus dardos apuntaban a Gustavo Quintero, el gerente de la empresa. “El apetito de don Gustavo es voraz y ahora resulta que les está cobrando a los campesinos por el alcantarillado, cuando ese servicio no se les está prestando”.

En su programa Peralta dijo conocer a un mototaxista que le había confesado que le habían pagado 200.000 pesos por llevar unos materiales y simular que estaba haciendo obras de alcantarillado, para así justificar el alza en el cobro del servicio. “Aquí tengo el nombre de la persona que le pagó el cheque al mototaxista. Esto ya huele a delincuencia común, a atracadores. En esto se ha convertido la empresa pública del servicio público”. También dijo que el lunes 16 de febrero anunciaría el nombre de la persona que había pagado. El sábado 14, dos días antes, fue asesinado.

Marihuaneros y guerrilleros

Peralta dedicó varias de sus columnas radiales de opinión para hablar del mal trato por parte de funcionarios públicos contra él y otros periodistas de su emisora. “Ayer el señor Gustavo se refirió al periodista como un bazuquero, como un marihuanero. Hay un dicho tras de ladrón, bufón. Usted no puede poner en tela de juicio la labor que está haciendo nuestro periodista”.

Las denuncias que se hacían desde Linda Estéreo habían puesto a sus periodistas en la mira de policías, funcionarios y del alcalde, Fernando Troncoso.

Uno de esos periodistas le contó a la FLIP el acoso que sufrió a finales del 2014. “La primera vez estaba haciendo unas compras y un oficial se me acercó y me dijo: usted es de los periodistas de la emisora, ¡guerrilleros! A los pocos días estaba en una cafetería con unos amigos cuando un grupo de policías se me acercó, me reconoció y me dijo. Hasta sapo de la guerrilla será usted. Entonces se acercó a mi moto y le empezó a tomar fotos. Me dijo que en esa moto habían hecho ‘vueltas’ los guerrilleros, después de eso el grupo de agentes se rieron y se fueron”. Peralta también advirtió este suceso en la radio. 

En un círculo más cerrado, Peralta sabía de una fuente que él consideraba confiable que el Alcalde lo había mencionado en un Consejo de Seguridad, realizado a finales del 2014. Según esa información, el señor Troncoso se había referido a él como “el detonante de muchas cosas que pasaban en el municipio”.

Esta versión fue desmentida por Sandra Milena García, alcaldesa encargada en el momento de la entrevista, y quien se desempeña como Secretaria de Gobierno. “Con el Alcalde tenían sus diferencias, pero no se mencionó a Luis en el Consejo”.

“No pase por ahí, algo va a pasar en la emisora”

El seis de febrero, la empleada de la familia Peralta recibió en su teléfono un mensaje de voz de una vecina. Era la llamada de una amiga preocupada, preguntando si había pasado algo, porque a ella le dijeron que no fuera a pasar por enfrente de la radio, algo iba a pasar en los próximos días.

Preocupado por el mensaje, Luis se dirigió a la Fiscalía del municipio. Pero según le contó a sus hijos, en la Fiscalía le dijeron que esa denuncia no tenía ningún soporte, “que era muy vaga, que no prosperaría y que eso era mejor no ponerla”. El comandante de la Policía de El Doncello, no da crédito a esa versión y explica que le habían pedido que volviera en media hora, porque en ese momento estaban ocupados y después Luis no había regresado.

Peralta también acudió con su grabación ante el Comandante de la Policía, el Teniente Juan Felipe Jiménez, un joven veinteañero que tiene a su cargo la seguridad de casi treinta mil habitantes. El teniente Jiménez, diligente, hizo un acta, visitó dos veces la emisora para reunirse  con Luis y envió un requisito de protección para el periodista al comando de Florencia. 

La FLIP conoció este documento, aunque todavía no ha recibido copia pues se encuentra bajo cadena de custodia. Sin embargo, Peralta nunca recibió protección.

El comandante de la Policía de Florencia le dijo a la FLIP que nunca recibió esta solicitud, pero que conocía de las amenazas y que por eso había informado a la Unidad Nacional de Protección (UNP), entidad cuyo mandato es ofrecer protección efectiva a la población de periodistas. La UNP no inició el trámite.

Al tiempo que esto sucedía, Peralta, preocupado, viajó hasta Florencia y visitó con su grabación la Dirección General de Fiscalías. Un fiscal lo atendió y le repitió lo que ya le habían dicho, que no había una denuncia específica contra él y que no se advertía que le fuera a pasar algo malo. Luis, colérico, regresó a El Doncello. 

Esta parte de la historia podría amenizarse con otro Son: Por qué fue que songo le dio a borondongo, por qué borondongo le dio a Bernabé, por qué bernabé le pego a muchilanga, por qué muchilanga le echó a burundanga…

El último día

Desprotegido Luis, el trabajo del sicario se hizo fácil. De acuerdo con los investigadores de la Policía, Yean Arlex Buenaventura se bajó de la moto cuando estaba a cien metros del blanco. Caminó sin prisas y con paso firme, no le importaban los testigos que comían pollo en el restaurante, tampoco los que bebían algo en las tiendas vecinas de la emisora. Faltaban siete minutos para las seis y el hombre de la pistola solo tenía un pañuelo que cubría su rostro. Se acercó al andén donde, sentado en su silla, descansaba Luis, en compañía de su esposa. Buenaventura Disparó. Con el primero no lo mató, Luis reaccionó y quiso huir, no pudo, Yean lo remató antes con otros dos tiros. También dejó gravemente herida a su esposa, quien un mes después continúa en cuidados intensivos.

Yean volvió a donde lo esperaba la moto y escapó. No fue muy lejos pues al día siguiente tenía otro trabajo que realizar en el mismo pueblo. El encargo no salió bien, y a pesar de haber disparado cinco veces, el hombre que recibió las balas sobrevivió.

Esta es la escena que ha reconstruido la Fiscalía y que permitió capturar a Buenaventura. Durante la audiencia de legalización de captura, el homicida negó los cargos del asesinato de Peralta. Sin embargo, aceptó ser el culpable de otras muertes: La de una señora en diciembre, otros dos hombres y del atentado cometido el día siguiente de la muerte de Peralta. Como le aseguró otra fuente a la FLIP, “este tipo sabe que este muerto sí es el que lo va a joder, es muy costoso matar a un periodista”.

Con enorme tristeza, uno de sus hijos reflexiona. “Los que mandaron a matar a mi papá no se imaginaron cómo nos destrozaron la vida a toda la familia. Uno se imagina que estas cosas le pasan a los que roban o hacen cosas malas, nunca pensé que esto le pasaría a alguien que lo único que hacía era decir lo que pensaba y denunciar”.

En el último mes, el silencio en El Doncello es hondo. Los campesinos ya no escuchan a quien los saludaba todos los días, tampoco saben qué pasó con los recibos que llegan más altos ni con el carro de basura que recorre las calles con un impacto de bala de un enfrentamiento reciente entre la Policía y guerrilleros. Los municipios vecinos de El Paujil, Cartagena del Chairá o tampoco conocen en qué andan sus mandatarios, ni sus obras, si se van a entregar o hay sobrecostos. Hay silencio, Linda Estéreo está apagada.

 
 

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