Fiscalía debe considerar que los asesinatos de Valentín Tezada y Jairo Calderón podrían estar motivados por su trabajo periodístico
En las últimas horas del miércoles 1 de agosto los periodistas Valentín Tezada y Jairo Calderón fueron asesinados en Cauca y Valle del Cauca. El periodismo del suroccidente del país perdió dos voces en una misma noche.
Valentín Tezada Rúa se desempeñaba como locutor en la emisora comunitaria Salvajina Estéreo, del municipio de Suárez, Cauca. Desde hace más de trece años, Tezada trabajaba como comunicador en el municipio. Harold Ambuila, director de Salvajina Estéreo, afirmó a la FLIP que el locutor trabajaba en programas musicales.
Jairo Calderón Plazas era el director de la revista digital Contacto. El medio es una guía comercial y cultural del municipio de Tuluá, Valle del Cauca. Años atrás había trabajado como camarógrafo en el canal de televisión local Tuluá Centro Televisión. Carlos Guillermo Palomino, presidente de la Asociación de Periodistas y Líderes de Opinión de Tuluá, informó a la FLIP que la revista Contacto había tenido una edición impresa pero que actualmente publicaba en línea.
Los dos comunicadores fueron asesinados en la noche del miércoles 1 de agosto en circunstancias que aún no son claras. Según la información publicada por medios nacionales, Tezada recibió una llamada y salió a encontrarse con una persona a quien las autoridades aún no identifican. En un parque cercano, le dispararon con arma de fuego. Por su parte, según la información que brindó el Mayor Julio Fernando Mora, comandante de Policía de Tuluá, Jairo Calderón se desplazaba en una motocicleta con su esposa, cuando dos hombres que se movilizaban en motocicleta le dispararon. Jairo acababa de firmar un documento relacionado con el alquiler de la moto que conducía.
Los dos homicidios se presentaron en municipios que han sido golpeados por la violencia. Suárez está ubicado en el norte del departamento del Cauca, en una región con alta extracción artesanal de oro. Además, esta región ha sido escenario para el desarrollo de cultivos ilícitos administrados por actores ilegales. Por su parte, Tuluá está ubicada en el centro del Valle del Cauca y durante años el delito con mayor impacto ha sido el asesinato. Según cifras publicadas por el diario El País, solo en junio de este año se registraron 8 asesinatos en Tuluá, lo que representa una disminución del 20% en comparación a junio del 2017.
Estos escenarios pueden implicar riesgos para el desarrollo periodístico, en especial, si se tiene en cuenta el actuar de los distintos actores ilegales que consolidan un ambiente extremadamente hostil para el ejercicio de la libertad de expresión. En estas regiones la seguridad de periodistas es aún más frágil que en el resto del país, especialmente si se tiene en cuenta que cualquier manifestación de opinión de temas de interés puede ponerlos en riesgo frente a los actores que delinquen en el territorio.
Por lo anterior, la FLIP considera que la Fiscalía General de la Nación debe incluir dentro de sus investigaciones la hipótesis de que estos crímenes podrían estar relacionados con el oficio. La FLIP presentará solicitudes formales a los fiscales en tal sentido.
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Wednesday, 07 September 2022
Lides Batalla y su tesón para develar las irregularidades en Buenaventura
Hace 38 años asesinaron al periodista Lides Renato Batalla en frente de su residencia en Buenaventura, Valle del Cauca. Fue locutor de Radio Buenaventura y director del periódico La Batalla, su trabajo se enfocó en investigar actos de corrupción administrativa y tráfico de drogas en la ciudad.
La inconformidad del periodista fue alimentándose de la situación de corrupción, presencia de grupos armados y actividades delincuenciales en Buenaventura. Lides denunciaba todas estas irregularidades en su medio de comunicación La Batalla, que fundó en 1983. Entre sus investigaciones más importantes está el caso de corrupción por parte de Jesús Jori Valencia, comandante del Departamento de Bomberos de la ciudad.
Lides Renato será recordado por su labor periodística y por velar por el bienestar de los bonaverenses. Gracias por recordar con nosotros.
Para escuchar la historia completa, te invitamos a reproducir el siguiente video:
Thursday, 05 November 2020
Mario Pineda: la voz que perdió Sevilla
Cada sábado Mario Pineda Arboleda repartía gratuitamente el periódico La Razón. Un semanario del que era director y que apenas tenía cuatro hojas, pero que por sus investigaciones se había ganado el respeto del pueblo de Sevilla, Valle del Cauca.
Wednesday, 29 September 2021
José Darío Arenas: ocho años de impunidad
El 28 de septiembre de 2013 fue asesinado el voceador de prensa José Darío Arenas en Caicedonia, Valle del Cauca, mientras vendía ejemplares del diario EXTRA del Quindío. Hoy, ocho años después de su muerte, se desconocen los responsables de su homicidio.
José Darío era el único voceador del periódico EXTRA del Quindío en Caicedonia. Llevaba alrededor de cuatro meses repartiendo y anunciando los principales titulares en la región.
El día de su asesinato, estuvo vendiendo los diarios que incluían una noticia sobre unas supuestas irregularidades por parte de funcionarios del INPEC en la cárcel de Caicedonia.
El asesinato de José Darío habría sido una intimidación hacia el peródico EXTRA del Quindío por haber publicado las denuncias del centro penitenciario. Poco tiempo después del homicidio, una de las fuentes de información recibió una llamada amenazante en la que le dijeron que “ya había caído el primero”.
Giovanna Vanegas, amiga de José Darío asegura que “su muerte fue provocada por su oficio de vocero. Lo quisieron callar por sacar la verdad a la luz. Su asesinato dejó al pueblo frío, él era un hombre trabajador, no tenía problemas con nadie”.
José Darío es recordado por Giovanna como un hombre carismático y alegre que, además de repartir periódicos, era su mejor amigo. “Nosotros vivíamos en el mismo barrio. Hace un tiempo hubo escasez de agua por esa zona y él trajo agua a mi casa. Desde ahí nos convertimos en mejores amigos, nuestra amistad era inigualable, éramos muy unidos”, cuenta Giovanna.
Con 29 años, José Darío era padre de tres hijos. “Él me decía que soñaba con celebrar los 15 años de su niña, pero no lo dejaron, le arrebataron la vida”, afirma Giovanna.
En la FLIP no olvidamos a José Darío Arenas, quien con carisma y entusiasmo, informó a la población de Caicedonia. Hacemos un llamado para que su caso no prescriba sin que sea debidamente investigado.