Durante octubre del 2021, desde la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) daremos comienzo a capacitaciones virtuales para periodistas sobre el cubrimiento de temas electorales. Este proyecto es posible gracias al apoyo de Sura.
Frente al panorama electoral que atravesará Colombia en el 2022, asuntos como la polarización política, la desinformación, la hipervirtualización de contenidos y otros, se convierten en verdaderos retos para el libre ejercicio periodístico en el país. Por eso, desde este sábado 9 de octubre hasta el 6 de noviembre, la Escuela FLIP liderará la formación y capacitación de más de 25 periodistas de diferentes medios de comunicación a nivel nacional.
La presión y la dificultad para acceder a información pública constituyen grandes riesgos para el libre ejercicio del periodismo, pues las y los ciudadanos necesitan información para tener mayor claridad a la hora de ejercer su derecho al voto. Y por lo tanto, quienes tienen intereses electorales, potencialmente buscarán influir en la forma en que esta se presenta. Es por esto que, como organización, consideramos que es fundamental que los y las periodistas reconozcan su rol frente al derecho de informar y estar informados, especialmente en un momento tan relevante para la democracia como son las elecciones.
El curso, que busca brindar herramientas de autoprotección física y digital, así como una lectura ampliada de retos, riesgos y estrategias del periodismo en la coyuntura electoral, contará con sesiones sincrónicas de dos horas, dirigidas por tutores especializados en el cubrimiento de elecciones y con experticia en el manejo de fuentes políticas como Daniel Coronell, María Teresa Ronderos y Alfredo Molano Jimeno. Asimismo contaremos con la participación de organizaciones como Linterna Verde, y el área del Centro de Estudios de la FLIP. A través de una pedagogía centrada en el diálogo y la discusión entre periodistas y conferencistas, se espera reflexionar sobre el rol de los medios de comunicación, las y los periodistas, y sus derechos en el cubrimiento electoral, teniendo como horizonte la importancia que tales narrativas tienen sobre la ciudadanía.
El proyecto ya cuenta con la participación de periodistas, directores y editores de medios de comunicación en los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca, Arauca, Cauca, Meta, Bolívar, Atlántico, Norte de Santander, Cundinamarca y la zona del Magdalena Medio. Debido a que estos territorios, identificados por la FLIP, han presentado un número considerable de agresiones al ejercicio periodístico en anteriores jornadas electorales y presentan una alta polarización política.
Tanto tutores como estudiantes fueron seleccionados por su conocimiento y capacidad de tejer una lectura global de las problemáticas asociadas al cubrimiento de las campañas políticas y elecciones. Por eso, a partir del conocimiento teórico y práctico, se estudiarán casos que permitan a los y las periodistas identificar estrategias que puedan aplicar para fortalecer la calidad de su cubrimiento informativo.
Las tensiones que el panorama electoral supone para el cubrimiento periodístico son un tema de alta importancia para los y las periodistas en el país por lo que los resultados de estas discusiones serán documentados.
Desde la FLIP les damos la bienvenida y esperamos que todos nuestros y nuestras participantes puedan aprovechar este espacio de formación.
La época electoral de cualquier país puede significar que en redes sociales haya intentos de manipulación o interferencia en las elecciones. Es por esto que Twitter, durante las elecciones de Estados Unidos, por primera vez se decidió etiquetar los trinos que contenían información falsa o no verificada.
Una de las prohibiciones claras era publicar información que declarara una victoria electoral antes de tiempo. Los tuits que incumplieran con esto serían etiquetados con una advertencia sobre la legitimidad de las afirmaciones y dirigían a los usuarios a la página oficial de las elecciones. Cuando las personas intentaran retuitear un trino con una etiqueta de información engañosa, aparecía un mensaje que les mostraba información creíble sobre el tema antes de que pudieran ampliarlo.
En el contexto colombiano podría empezar a suceder algo similar. El Congreso del país está tramitando una ley que prohíbe que en campañas políticas se tengan discursos que desacrediten el buen nombre de los candidatos, cuestionando, por ejemplo, su idoneidad para el cargo. Si el proyecto llegase a convertirse en ley, hay una gran posibilidad de que se terminen censurando críticas o denuncias de corrupción. Twitter podría dejar de ser un espacio para discutir abiertamente sobre las capacidades de un político que aspira a un cargo público.
Otra de las medidas tomadas por Twitter durante las elecciones en Estados Unidos fue eliminar los trinos destinados a interferir con el proceso electoral o en la implementación de los resultados de las elecciones, por ejemplo, mediante acciones violentas.
En los trinos con información engañosa y que eran hechos desde cuentas de Estados Unidos con más de 100,000 seguidores, Twitter decidió agregar advertencias y restricciones adicionales mediante una etiqueta de información engañosa. Las personas debían aceptar la advertencia para ver estos trinos, esto dificultaba que hubiese retuits o me gusta. Sumado a esto, las respuestas se desactivaron y el algoritmo de Twitter no priorizó estos tuits.
Estas medidas implementadas por Twitter son importantes en cuanto priorizan la libertad de expresión, por ejemplo, al etiquetar los tuits y no eliminarlos. Esta es una postura que no reduce la discusión sobre asuntos de interés público y, que a la vez, según Twitter, ayuda a que la conversación en Twitter sea veraz.
Esta es una apuesta para combatir la desinformación sin acudir a decisiones restrictivas. Sin embargo, es más que necesario abrir el debate sobre el uso de las redes sociales en épocas electorales y las decisiones que podrían limitar la libertad de expresión de los usuarios.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) manifiesta su preocupación por los casos de obstrucción al cubrimiento periodístico que ha registrado durante las elecciones locales que se han llevado a cabo desde las 8:00 am de hoy. Con corte a la 1:00 pm, la FLIP ha tenido conocimiento de nueve casos en los que se le ha impedido a la prensa el acceso a los puestos de votación.
En varias regiones, miembros de la Policía Nacional y funcionarios de la Registraduría han impedido el desarrollo del trabajo periodístico. Si bien en algunos casos las obstrucciones se superaron, en otros, como en el puesto de votación de Atalaya en Cúcuta, ante la intransigencia de las autoridades, los reporteros se vieron obligados a retirarse. En este caso, agentes de la Policía obstaculizaron el trabajo de los reporteros Orlando Carvajal y Juan Pablo Cohen con acciones que incluyeron retención de la cédula de ciudadanía por un lapso amplio, impedimento para hacer registros audiovisuales e, incluso, una amenaza de comparendo a Cohen por supuesto irrespeto a la autoridad.
La FLIP se puso en contacto con el Coronel Palomino de la Policía Metropolitana de Cúcuta, quien sostuvo que no se permitirán grabaciones que violen la intimidad de los votantes. En efecto, los periodistas no pueden hacer registros de los tarjetones, sin embargo, es importante recordar que son libres de entrar a los puestos de votación y cubrir lo que ocurre en los lugares de sufragio. En este caso, el registro fotográfico que realizaban los reporteros correspondía a los rostros de los electores y no a sus decisiones. La decisión del Coronel puede acarrear sanciones ya que se estaría incurriendo en censura.
En el puesto de votación Claustro de la Encarnación en Popayán una teniente de la Policía Nacional le solicitó al periodista Cristian Cuellar de Unicauca Estéreo una acreditación de prensa expedida por la Registraduría Nacional para dejarlo ingresar a cubrir en el puesto de votación, aun cuando Castellanos iba identificando con los logos del medio de comunicación. En Colombia ninguna norma exige que los periodistas tengan este tipo de credenciales para ejercer su trabajo. Tal exigencia sería una restricción ilegítima a la libertad de prensa.
En Bucaramanga, la periodista Ana León de La Silla Vacía fue víctima de una obstrucción al trabajo periodístico mientras grababa una posible irregularidad electoral ocurrida cerca 200 metros del puesto de votación del Colegio Miraflores en el barrio Morrorrico ubicado en la comuna 14 de Bucaramanga. La periodista fue abordada por varias personas que se encontraban en el lugar y quienes le dijeron que no podía grabar por ser una propiedad privada y llamaron a la Policía. León asegura que los uniformados le dijeron que tenía que borrar los vídeos y amenazaron con capturarla si no lo hacía. Ante la negativa de la periodista para borrar el material, el policía decidió hacer una anotación sobre lo sucedido.
En otro caso, en San José del Guaviare, funcionarios de la Registraduría impidieron que periodistas de Caracol Radio entrevistaran a votantes y jurados de votación. La FLIP se comunicó con uno de los delegados de la Registraduría en Guaviare, quien dijo que los periodistas sólo estaban autorizados por la entidad para realizar tomas generales y no entrevistas. La FLIP también se comunicó con la Jefe de Prensa de la Registraduría Nacional, quien dijo que los periodistas pueden realizar entrevistas, pero sólo a los votantes. Ambas posiciones son erróneas, ya que la ley no establece ninguna restricción en este sentido.
Es necesario recordar que la jornada electoral que se desarrolla el día de hoy es de absoluto interés público y los periodistas tienen derecho a estar en los puestos de votación; a utilizar sus equipos de registro como teléfonos celulares, cámaras fotográficas y de video siempre y cuando no interfieran con la labor de los testigos electorales y no afecten el derecho de los ciudadanos a ejercer el voto secreto. La obstrucción al cubrimiento periodístico es un hecho grave que se considera como censura previa que puede constituir delitos y faltas disciplinarias.
Las constantes obstrucciones por parte de funcionarios y fuerza pública son resultado del desorden institucional que han promovido las entidades del Gobierno y el Estado. El Decreto 1924 de 2019, expedido por el MinInterior, limita injustificadamente el ejercicio periodístico y promueve la censura a la prensa. Sumado a lo anterior, existe un desconocimiento generalizado acerca de las garantías internacionales y constitucionales en el ejercicio periodístico. Los servidores públicos deben recibir capacitaciones para no obstaculizar la libertad de prensa y evitar que la ciudadanía no acceda a información relevante.
La FLIP reitera los llamados que ha hecho a la Policía Nacional y a la Registraduría para que garanticen el libre desarrollo del cubrimiento periodístico de las elecciones locales. De la misma manera, la FLIP solicita a la Procuraduría y a la Defensoría del Pueblo que acompañen e investiguen este tipo de hechos para garantizar el derecho a la información de toda la ciudadanía.
La Fundación para la Libertad de Prensa hace públicos sus reparos respecto del Decreto 1924 de 2019, expedido por Ministerio del Interior y mediante el cual se disponen reglas especiales “para el normal desarrollo de las elecciones” regionales y locales. Para la FLIP el decreto limita injustificadamente el ejercicio del derecho a la libertad de expresión, prensa e información en las elecciones que se realizarán el próximo 27 de octubre.
Dichas limitaciones, que incluyen la prohibición difundir entrevistas a candidatos, la exigencia de que autoridades confirmen la información publicada sobre materia electoral y la exigencia de acreditaciones para el uso de cámaras y celulares en los lugares de votación, no son compatibles con los parámetros constitucionales sobre libertad de expresión y prensa.
La FLIP recuerda lo siguiente a todas las autoridades encargadas de la vigilancia y el acompañamiento durante las elecciones, así como a la opinión pública:
El día de las elecciones no está prohibido por ley realizar entrevistas a los candidatos (Art. 3 Decreto 1924 de 2019)
El artículo 3 del decreto prohíbe la realización, entre otros, de entrevistas el día de las elecciones. A la luz de la Ley Estatutaria 130 de 1994, Ley Estatutaria 163 de 1994 y Ley Estatutaria 1475 de 2011 se prohíbe a los medios, en términos generales, la transmisión y reproducción de propaganda y publicidad política. No obstante, ninguna de estas normas prohíbe la emisión de entrevistas. Prohibirlo no solo viola el principio de legalidad, según el cual cualquier restricción a la libertad de expresión debe estar consignada en una ley (Art 13.2 Convención Americana sobre Derecho Humanos), sino que además es una limitación desproporcionada de los derechos a la libertad de prensa y expresión.
Exigirle a los medios publicar información confirmada por fuentes oficiales es una forma de censura (Art 11. Decreto 1924 de 2019)
El artículo 11 dispone que los medios pueden publicar información cuando esta sea confirmada por fuentes oficiales. Esta restricción desconoce el mandato del artículo 20 de la Constitución según el cual “no habrá censura”. Exigir confirmación de autoridades estatales para publicar información es una forma control previo a la información que se puede transmitir. En Colombia todo control a la información debe ser posterior a su publicación (sentencia T-391 de 2007).
Para la FLIP, el artículo 11 del Decreto 1924 de 2019 desconoce el mandato del artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que establece que todas las limitaciones a la libertad de expresión debe estar “expresamente fijadas por la ley y ser necesaria”. La medida no garantiza la preservación del orden público y sí impide tanto a los medios como a la ciudadanía tener acceso a información de interés nacional como lo son las afectaciones al orden público durante las elecciones por fuera de la confirmada oficialmente.
Así mismo, la segunda parte del artículo que obliga a los medios a dar prelación a los comunicados emitidos por las autoridades electorales o de policía viola la libertad editorial y la independencia de los medios de comunicación, pues se acerca a una imposición de contenidos por parte del gobierno, práctica que reprocha la Corte Constitucional (sentencia T-391 de 2007).
No es obligatorio estar acreditado para cubrir elecciones
El artículo 13 del decreto prohíbe la utilización de cámaras fotográficas y de video dentro del puesto de votación, salvo los medios de comunicación debidamente identificados. Al respecto debe recordarse que, como ha aclarado la Corte Constitucional (sentencia C-87 de 1998), el periodismo es una actividad de libre ejercicio para la cual no se pueden exigir habilitaciones ni documentos especiales. En consecuencia, la exigencia de alguna identificación no puede convertirse en una excusa para evitar el acceso de cualquier tipo medio de comunicación a los puestos de votación.
Así mismo, la Registraduría Nacional del Estado Civil dispone en su página web: ”Los miembros de los medios de comunicación están autorizados para permanecer dentro de los puestos de votación con cámaras fotográficas o de video con el fin de registrar todo lo que sucede durante el desarrollo de los comicios, siempre y cuando no interfieran en el secreto del voto ni obstaculicen la labor de los jurados” (Disponible en: https://wsr.registraduria.gov.co/La-Fuerza-Publica-puede-impedir-el,22103.html).
La FLIP resalta a los y las periodistas que durante el cubrimiento de las elecciones tienen los siguientes derechos:
La fuerza pública no tiene permitido impedir el acceso de los medios de comunicación a los puestos de votación mientras estén realizando su labor periodística. Vea aquí el concepto de la Registraduría al respecto: (link: https://wsr.registraduria.gov.co/La-Fuerza-Publica-puede-impedir-el,22103.html )
La prensa tiene derecho a permanecer en los puestos de votación y a utilizar sus teléfonos celulares, cámaras fotográficas y de video.
En Colombia el único documento que se le puede exigir a un periodista para su identificación es la cédula de ciudadanía. La Corte Constitucional declaró contrario a la Constitución exigir carnés, tarjetas profesionales o cualquier otro medio de acreditación para ejercer el oficio mediante la sentencia C-087 de 1998. En el mismo sentido se pronunció la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Opinión Consultiva 05 de 1985.
Está prohibido que las autoridades decomisen equipo técnico periodístico, o eliminen o extraigan información de los mismos sin autorización del periodista. Toda la información reunida durante la reportería está protegida por la reserva de la fuente y los periodistas tienen el derecho a negarse a entregarla (Artículo 74 de la Constitución Política y sentencia T- 298 de 2009 de la Corte Constitucional).
Una vez se cierren los puestos de votación, la prensa debe poder acceder a los boletines de la Registraduría con toda la información que en ese momento se esté generando.
Aquí puede conocer el manual “El antes, durante y después para los periodistas en elecciones”.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) expresa su preocupación por las agresiones que se han presentado en lo corrido de 2019 contra los periodistas y medios de comunicación que están informando sobre las elecciones regionales del próximo 27 de octubre. Estas violaciones evidencian que los periodistas, en especial los de ciertas regiones del país, se encuentran en un alto nivel de riesgo cuando hacen cubrimiento electoral.
A nueve días de las votaciones para la elección de mandatarios locales, la FLIP ha documentado 24 violaciones a la prensa durante el cubrimiento de las acciones adelantadas por los candidatos y partidos políticos en época de campaña. Esta cifra es alarmante si se tiene en cuenta que en 2015, cuando se realizaron las últimas elecciones regionales, la FLIP documentó un total de 22 agresiones contra la prensa, incluyendo las que se registraron durante el día de los comicios, en los que suelen registrarse números importantes de agresiones contra la prensa.
Durante el 2019, los ataques a la prensa en medio del cubrimiento de temas relacionados con el proceso electoral se han presentado mayoritariamente en los departamentos de Nariño, Santander y Antioquia. Estos departamentos y Cauca, Norte de Santander y Arauca preocupan especialmente a la FLIP dado que viven contextos complejos, en los que los periodistas se enfrentan a un riesgo alto a la hora de realizar su labor.
En Nariño se concentra una gran cantidad de cultivos de coca y los grupos armados se disputan el control de la costa pacífica. Esto ha ocasionado que los reporteros de la región tengan que desarrollar su labor en medio de las presiones de los grupos armados y se vean obligados a autocensurarse por temor a represalias. Este año en el municipio de Samaniego fue asesinado el periodista Libardo Montenegro.
Por su parte Antioquia, con 27 casos, es el segundo departamento con más agresiones a la prensa durante lo corrido del 2019. Además, ha estado históricamente en los registros de la FLIP como una de las regiones en las que más se agrede a la prensa.
Santander, con 18 casos, es el cuarto departamento con más agresiones a periodistas este año. Actualmente, este departamento vive una de las contiendas electorales más reñidas, lo cual crea un ambiente de tensión política en el que el afán de salvaguardar los intereses de los candidatos aumenta el riesgo de la prensa a ser estigmatizada, obstruida, acosada judicialmente, agredida y amenazada.
Cauca, Norte de Santander y Arauca también preocupan especialmente a la Fundación por el alto riesgo que enfrentan sus periodistas. En Cauca, los comunicadores han sido atacados repetidamente en medio del cubrimiento de protestas sociales, por parte de manifestantes, miembros de la Fuerza Pública y, en algunas ocasiones, miembros de grupos al margen de la ley.
En Norte de Santander, la presencia de disidencias, grupos guerrilleros como el ELN y el EPL y grupos paramilitares ha dificultado el cubrimiento de temas de alto interés general, derivando incluso en el secuestro y desplazamiento de periodistas.
Por su parte, Arauca es a la fecha el tercer departamento con más agresiones a la prensa, incluyendo el asesinato del productor audiovisual Mauricio Lezama. El fortalecimiento del ELN y la consolidación de una disidencia de las FARC, así como el surgimiento de nuevos actores armados en la zona que se disputan el control del territorio, configuran un nuevo mapa de violencia que afecta notablemente la labor periodística.
Como es común en las violaciones a la libertad de prensa, en la mayoría de ocasiones se desconoce al responsable de estos hechos. De los 24 casos que se han documentado en este 2019 relacionados con el cubrimiento de elecciones, en 12 ocasiones el perpetrador fue un agente desconocido y en el resto de situaciones el agresor tiene algún interés en la contienda política. En ese sentido, los candidatos han sido responsables de seis acciones de censura contra la prensa.
Uno de los casos ha sido el de la amenaza que recibieron los periodistas de Ipiales, Nariño, Miguel Rojas y Rubén Darío Rojas por una serie de debates que organizaron junto a varios medios con candidatos a la alcaldía y a la gobernación. También se destaca la intimidación, agresión verbal y eliminación del material periodístico del que fue víctima la periodista Blanca Urango por parte de la ex candidata a la alcaldía de Cartagena por Colombia Humana Adelina Covo, durante una entrevista que la reportera le estaba realizando.
Otra agresión grave fue la estigmatización contra Jhon Jairo Jácome por parte de Iván Gélvez, candidato por el Centro Democrático a la alcaldía de Cúcuta, quien señaló en un entrevista que Jácome era vocero del Partido FARC y atacaba a todo lo que tenía que ver con Álvaro Uribe. Esto resulta problemático porque cuando se hacen señalamientos en los que de manera injusta se vincula con intereses políticos a la prensa con el fin de desacreditarla, estos pueden ser interpretados por algunas personas como instrucciones, instigaciones, autorizaciones o apoyo para la comisión de actos que pongan en riesgo o vulneren la seguridad de los periodistas.
En este contexto de intensificación de la violencia contra la prensa durante el tiempo de campaña, la FLIP presenta el manual Cubrimiento electoral y libertad de prensa que busca ser una herramienta para que los periodistas tengan mayor información acerca de sus derechos y de cómo pueden protegerlos antes, durante y después de los comicios.
Adicionalmente, la FLIP hace los siguientes llamados a las autoridades competentes para que garanticen el desarrollo de la labor informativa:
La FLIP le solicita a la Policía Nacional que tome las medidas necesarias para proteger a los reporteros que se encuentren en riesgo por el desarrollo de su labor periodística en época electoral. Así mismo, la FLIP le solicita a la institución que durante el día de las votaciones garantice el libre ingreso de los periodistas a los puestos de votación y permita el registro noticioso sin ningún tipo de restricciones.
La FLIP le hace un llamado a la Defensoría del Pueblo para que promueva acciones durante los últimos días de la contienda electoral para prevenir hechos de violencia contra la prensa.
La FLIP les solicita al Consejo Nacional Electoral y a la Registraduría Nacional del Estado Civil que, en medio de su labor de ejercer vigilancia y control de la actividad electoral, garanticen el acceso de la prensa a los hechos noticiosos del día de las votaciones con el fin de que los ciudadanos puedan acceder a información plural y oportuna.
Finalmente, la FLIP le hace un llamado a todos los partidos, movimientos políticos y candidatos a que se comprometan a brindar las garantías necesarias para el cubrimiento periodístico en época electoral. Los candidatos y miembros de las campañas tienen la principal responsabilidad de promover un ambiente favorable para ejercer la labor informativa durante los comicios.
Por primera vez en la historia, la mayoría de las fórmulas vicepresidenciales en las Elecciones 2018 son mujeres, un hecho que se presenta en el contexto de un debate cada vez más importante sobre el rol de la mujer en la sociedad y los problemas que enfrenta.
Como parte de un proyecto sobre desinformación, el centro de Internet y Sociedad Linterna Verde, en asocio con la Fundación para la Libertad de Prensa, presenta un informe que monitorea los discursos de género –tanto de candidatos presidenciales como de sus fórmulas– a través del análisis de cerca de 45 mil entradas en Facebook y Twitter. Este ejercicio se realizó en compañía de Colnodo, que promueve la apropiación de tecnologías de la información y las comunicaciones con un enfoque de género.
El ‘Polígrafo de Género’ permitió no sólo ver cómo las candidatas a la vicepresidencia han hablado de la mujer, sino también constatar que han sido ellas y no sus fórmulas presidenciales masculinas las que en últimas han empujado esta agenda –más allá del enfoque que escogieron–. Para algunas organizaciones de mujeres esta visibilidad no implicó siempre una mayor profundidad. Aunque las candidatas mencionaron temas que habían estado tradicionalmente invisibilizados, como la economía del cuidado o la reducción de la violencia contra la mujer, otros igualmente relevantes estuvieron ausentes.
Durante los próximos meses produciremos otros informes sobre la manera como algunos temas de interés público se enfocan y debaten en redes sociales. Nuestro objetivo es promover el debate público en la era digital y, en particular, ayudar a las organizaciones de la sociedad civil a que entiendan mejor las lógicas de la desinformación en línea, las estrategias que se emplean para su producción y los actores relevantes.
La FLIP registró cinco agresiones durante la jornada de votación para Congreso y consultas interpartidistas. De estas, cuatro fueron obstrucciones durante el cubrimiento y se presentó una amenaza. Las situaciones se dieron en Sucre, Risaralda, Caquetá y Bogotá.
En Sucre, un periodista de La Silla Caribe fue intimidado por seguidores de una candidata al Senado cuando registraba un posible caso de compra de votos. En Bogotá, Pereira y Caquetá, agentes de la Policía obstaculizaron el trabajo de los periodistas argumentando que no tenían autorización para registrar lo que estaba sucediendo en los puntos de votación. Además, ordenaron a dos periodistas la eliminación del material obtenido.
Sumado a lo anterior, la FLIP recibió denuncias de varios periodistas que no pudieron obtener información oficial en los puestos de votación. Los jurados y delegados de Registraduría argumentaron que existía una “orden” según la cual ellos no podían dar ninguna clase de información relacionada con la jornada.
A pesar de que en comparación con el 2014 disminuyó el número de agresiones durante la jornada de elecciones legislativas, el panorama sigue siendo preocupante. Las condiciones que impuso la Registraduría para el cubrimiento mediático son confusas. Los agentes argumentaron sus obstrucciones con normas que no hablan del cubrimiento mediático, como la “ley de garantías”, e inclusive apelaron a la obediencia ciega de los periodistas por ser ellos la “autoridad”.
El pasado 5 de marzo, el Ministerio del Interior expidió el decreto 430 de 2018 por “el cual se dictan normas para la conservación del orden público durante el periodo de elecciones al Congreso de la República”. El artículo 11 dice que no se pueden usar “dentro del puesto de votación, teléfonos celulares, cámaras fotográficas o de video entre las 8:00 a.m. y las 4:00 p.m., salvo los medios de comunicación debidamente acreditados por la Registraduría Nacional del Estado Civil”.
La Fundación no ha encontrado información que aclare cuál es el protocolo por parte de la Registraduría para garantizar el cubrimiento mediático al proceso electoral. No son claros los criterios de acreditación ni los tiempos de respuesta.
En la página web de la Registraduría puede leerse que la Fuerza Pública no puede impedir el ingreso de los medios. “Para el ingreso a los puestos los periodistas no requieren acreditación o permiso especial por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Los miembros de los medios de comunicación están autorizados para permanecer dentro de los puestos de votación con cámaras fotográficas o de vídeo con el fin de registrar todo lo que sucede durante el desarrollo de los comicios, siempre y cuando no interfieran en el secreto del voto ni obstaculicen la labor de los jurados”, dice la publicación.
En resumen, no fueron claras las condiciones en las que los periodistas pueden realizar el cubrimiento al proceso electoral. La Registraduría y el Ministerio del Interior deben garantizar el libre ejercicio de la prensa en lugar de restringirlo con normas confusas.
La FLIP hace un llamado a la Registraduría para que en los próximos comicios sean claros los protocolos para el cubrimiento electoral. Estos deben estar de acuerdo con los estándares internacionales de libertad de prensa. En Colombia la Corte Constitucional ha aclarado que la calidad de periodista no depende de una credencial, un acta de grado o una tarjeta profesional.
En Florencia, Caquetá, el periodista Camilo Muñoz fue víctima de intimidaciones y obstrucciones por parte de la Fuerza Pública. Según el relato del director del medio Letras Claras, él se encontraba en el punto de votación Barrios Unidos del Sur y un agente de policía no le permitió hacer cubrimiento en el lugar. Después de una discusión, el periodista se fue de ahí. Muñoz informó a la FLIP que el uniformado luego le reclamó a su esposa, quien era jurado de votación, por la denuncia que había hecho el periodista. Según Muñoz, en el momento del escrutinio tampoco lo dejaron ejercer su trabajo de reportería.
También en la mañana de ayer, Juan Pablo Pérez, periodista de la Silla Vacía, se encontraba haciendo el cubrimiento electoral en Sincelejo. Pérez notó una situación en la que parecía que un grupo de militantes de algún movimiento político estaban pagando a las personas por mostrar el certificado electoral. El reportero tomó fotos de los hechos y dos hombres que participaban en la actividad lo increparon. Le exigieron eliminar las fotos y finalmente se dirigieron a la estación de policía. Allí, uno de los hombres le dijo que no podía andar tomando fotos porque “uno no sabe qué chirrete podría aparecer”.
En la estación, los agentes no registraron ninguna denuncia ni actuaron para proteger al periodista. El comandante de la Policía de Sincelejo dijo a la FLIP que la situación “no había llevado a ningún lugar” y que estaban a la espera de una denuncia formal.
En Bogotá, varios periodistas del medio universitario Plaza Capital se vieron obstaculizados en su ejercicio de reportería. Una de ellas, Camila Carrillo, estuvo en tres puestos de votación y en todos tuvo problemas para acceder a la información. En Las Margaritas, cerca al centro comercial Cedritos, después de insistir, un uniformado la dejó ingresar únicamente en compañía de una agente de policía que verificó qué fotos tomaba.
Luego, Carrillo se dirigió al punto de votación Centro de Desarrollo Comunitario Simón Bolívar, allí los uniformados tampoco le permitieron el ingreso y argumentaron erróneamente que se debía a la “ley de garantías”. Finalmente, en el Colegio Distrital Aquileo Parra dos agentes de policía le ordenaron borrar las fotos. La periodista no accedió y tuvo que irse del lugar.
Otra periodista de Plaza Capital, María Isabel Rodríguez, se encontraba en el punto de Bulevar Niza registrando la indignación de los votantes por la falta de tarjetones para la consulta interpartidista. Rodríguez habría grabado una entrevista y un agente de Policía la obligó a eliminar el video frente a él. El uniformado argumentó que “él era la autoridad y era él quien decidía”.
En Pereira, el equipo periodístico de El Tiempo fue retirado del punto Gimnasio Pereira. Un intendente de Policía pidió al fotógrafo acreditación del medio, sin embargo él trabaja como freelance. Cuando el periodista Fernando Umaña le explicó al oficial la situación, este insistió en que el fotógrafo no estaba autorizado para hacer registro en el lugar.
La FLIP solicita a la Policía Nacional a que capacite a los agentes que prestarán sus servicios en las próximas elecciones para que no violen los derechos de los periodistas. Es necesario que exista un diálogo directo entre la Registraduría y la Policía Nacional para evitar las obstrucciones injustas a la prensa.
La FLIP expresa su preocupación por el ambiente amenazante para la prensa en el departamento de Arauca durante el proceso electoral. Hoy, 10 de marzo, disidencias de las Farc llamaron a la emisora Meridiano 70 y amenazaron a los periodistas.
En la emisora se estaba realizando una entrevista a Miguel Matus, candidato al Senado por Centro Democrático. Personas que se identificaron como miembros de las Farc llamaron al medio y amenazaron al candidato. Además, acusaron a la emisora de estar al servicio del partido político y los declararon objetivo militar.
Durante la llamada amenazante, los autores hicieron énfasis en no debían llamarlos “disidencias”, sino Farc. Según ellos, los disidentes son quienes participaron en el proceso de paz. Esto coincide con la información que este grupo ilegal habría distribuido en Arauquita hace dos semanas a través de un panfleto. En aquella ocasión también amenazaron a los medios locales.
Vea: Disidencias de las Farc amenazan a la prensa en Arauca.
Las guerrillas y otros actores armados imponen condiciones violentas a los medios de comunicación para el cubrimiento electoral. Amenazar a la prensa por cómo denominar a un grupo armado es bastante problemático. No puede ocurrir que por el uso de la palabra “disidencia”, los periodistas vean afectada su integridad. Si los medios denominan como “Farc” al grupo armado que opera en Arauca, tendrían problemas con el partido político y con los candidatos que esperan ser elegidos popularmente.
La FLIP condena estas amenazas en contra la prensa regional. En Arauca se está viviendo un momento muy difícil para los medios de comunicación debido a la fuerte presencia de diversos grupos armados y al margen de la ley. Según los datos de la Misión de Observación Electoral (MOE), el departamento de Arauca hay tres municipios que se encuentran en riesgo extremo por violencia: Arauca, Saravena y Tame.
La FLIP hace un llamado a las autoridades para que enfoquen sus recursos en la prevención de violencia en el departamento de Arauca. Deben existir garantías para que la prensa pueda ejercer su trabajo libremente en la temporada de elecciones. Es urgente proteger a la prensa en medio de la polarización y la vulnerabilidad evidente que implica hacer reportería en medio de actores armados como disidencias de las Farc y el ELN.
La FLIP exige a la Policía Nacional y a la Unidad Nacional de Protección (UNP) que tomen medidas inmediatas para la protección de los periodistas en Arauca. Así mismo, la FLIP solicita a la Fiscalía General de la Nación que investigue estos hechos y dé con los responsables de este ataque.
Por Pedro Vaca Villarreal*
Desde hace varios años, el líder político usa la marca de este canal como una especie de comodín proselitista, olvida que de ser presidente le corresponde garantizar la libertad de expresión.
Un estudiante hace cuatro preguntas pertinentes en la contienda electoral, pero incómodas para Gustavo Petro. La respuesta tiene como antesala etiquetarle como “una pregunta tipo RCN”. Hay risas y aplausos del auditorio, pero lágrimas en la democracia porque aprovecha el momento para criticar al canal pero no responde a las preguntas. En otro momento, Gustavo Petro recuerda el asesinato de un líder comunitario en Buenaventura y, sin un motivo serio, nombra también al canal dando a entender que RCN no habló del tema, cuando en realidad sí lo ha hecho. Gustavo Petro quiere recibir una ovación y dice “de eso no se habla en RCN”.
Señor candidato Gustavo Petro, yo creo que usted no ve mucho al canal RCN, y no está mal, la libertad de prensa también supone que las audiencias escojan a través de qué medios quieren informarse. También permite este derecho que las personas hagan críticas sobre la forma como estos canales cubren la información. Pero si hay algo que va en contra de esta garantía constitucional es que un personaje público, que aspira a ocupar un cargo de elección popular, propicie un clima adverso para la libertad de prensa.
La democracia permite el disenso, pero los señalamientos sistemáticos e injustificados se parecen más a la persecusión y son peligrosos, no solo para los medios, sino sobre todo para los periodistas que los representan. Cada vez que Gustavo Petro usa la imagen de RCN para asociarla a un problema concreto, está dando una licencia no explícita para que sus adeptos o seguidores ataquen al canal, o a los reporteros que llevan un chaleco que los identifica como representantes de ese medio. ¿Usted sabe lo jodido que es llevar un chaleco de un medio de comunicación en Colombia?, ¿sabe acaso qué implica para el reportero que se queda en Buenaventura que usted lo exponga como alguien que contamina la sociedad?
En la democracia colombiana NO sobran medios, antes faltan. Si usted aspira a liderar este país debería concentrarse en el déficit de información, no a pontificar sobre lo bueno y lo malo del periodismo en lo poco que hay. Ayer, El Tiempo anunció que Llano Siete Días cerrará, a lo mejor para usted es una buena noticia, porque sale un medio de un empresario. Pero para la democracia es fatal. No sé si le doy una buena o mala noticia, pero debe saber que si es presidente, le corresponderá garantizar la libertad de expresión de RCN y sus palabras de campaña pueden pesarle mucho a futuro.
Usted tiene razón en que Colombia es un país donde los grandes medios tienen intereses cruzados con otros sectores de la economía y que esto puede impactar, no solo en el caso de RCN, sino en muchos otros sectores, la información que reciben los colombianos. Pero ese planteamiento no es excusa para arremeter contra un medio y sus trabajadores. Usted se equivoca situando su liderazgo como un tribunal de ética periodística, un asunto importantísimo, pero que debe estar muy alejado de los políticos. A usted no le corresponde ese debate. Ojalá tenga la entereza democrática para reconocerlo.
Cuando en medio de sus seguidores habla despectivamente de los periodistas presentes, incentiva en sus votantes un rechazo al pluralismo. Su teoría de la democratización y la diversidad se podría ir al piso si alguno de sus seguidores lleva su invitación de rechazo a la práctica. Piense en lo que hace Uribe con Daniel Coronell y lo que hace usted con RCN y no se extrañe si se ve reflejado en el mismo espejo.
Su aspiración presidencial me obliga a invitarlo a comprender el porqué de mi reclamo. Bien sea para que milite en la cancha de la libertad de expresión o para dejar constancia de que lo intentamos. Si usted está tan interesado en la información de los colombianos, me gustaría conocer sus propuestas para conectar a los 6.9 millones de Colombianos que viven en regiones en las que no circula información local, o qué hacer en un país donde la radio militar dobla en número a la radio pública civil, donde se registran 310 agresiones contra la prensa, donde la autocensura es enorme, donde no hay condiciones para hacer ni el periodismo que a usted le gustaría, ni ningún otro.
Este episodio me lleva a invitarlo a usted y al resto de candidatos a que desayunemos un día para conversar sobre el rol de un presidente para garantizar la libertad de expresión. No pretendo obstaculizar la carrera de ningún candidato a la presidencia, quiero que quien llegue a ser presidente conozca sus obligaciones con respecto al derecho que me encomendaron cuidar en la FLIP. De momento, por lo que veo en campaña, usted no va por buen camino. Es decisión suya si quiere o no sintonizar su propuesta de país con los estándares de libertad de expresión.
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La campaña #VotoInformado está invitando a los candidatos a que asuman compromisos públicos de respeto a la libertad de prensa. En el conteo de agresiones que hemos realizado en periodo electoral, Petro se ubica en el primer lugar al lado de Alejandro Ordóñez. Vea más información aquí.
*Director ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Prensa - FLIP.
Por más de 21 años, la Fundación para la Libertad de Prensa ha trabajado en pro de los periodistas en Colombia. Y al hacerlo, esta organización ha defendido el derecho de los ciudadanos a estar informados. En época electoral, las personas requieren de información para poder tomar decisiones. No obstante, también es un tiempo en el que los intereses políticos y la violencia ponen en riesgo el acceso a información importante para poder elegir.
La campaña #VotoInformado es un esfuerzo de la FLIP para que candidatos, periodistas y la ciudadanía en general, se articulen en la defensa de la libertad de prensa como mecanismo para tomar decisiones informadas.
Como parte de esta iniciativa, la Fundación envió 30 cartas a candidatos de Cámara y Senado, y próximamente le enviará un mensaje similar a los candidatos presidenciales, en la que se les invita a asumir los siguientes compromisos:
Rechazar públicamente que se realicen declaraciones que estigmaticen o pongan en peligro a medios de comunicación o periodistas.
Comprometerse públicamente, por medio de la etiqueta #VotoInformado, a que, en caso de tener inconformidades con el cubrimiento hecho sobre ellos o sobre su campaña o la colectividad que representa, las expresará a través de solicitudes de rectificación, acompañadas de las respectivas pruebas.
Promover entre sus seguidores, adeptos y los miembros de su campaña o la colectividad que representa, el respeto por el trabajo de los medios de comunicación y periodistas.
Desde que empezó el 2018, adicional al monitoreo constante que hace la FLIP a las violaciones a la libertad de prensa, la FLIP viene prestando especial atención a los señalamientos, estigmatizaciones, acusaciones y agresiones por parte de los candidatos a los medios o los periodistas.
El conteo, hasta ahora, va así:
Los precandidatos a la presidencia Alejandro Ordóñez y Gustavo Petro, encabezan el Censurómetro de la FLIP con 3 ataques a la prensa cada uno. En el caso de Ordóñez sus ataques se concentran en la estigmatización de periodistas. Así lo hizo con Ramiro Bejarano, Daniel Coronell, Yohir Akerman y Ricardo Silva. Por su parte, los ataques de Gustavo Petro fueron a Revista Semana, al periodista Darío Arizmendi, de Caracol Radio, además de sus señalamientos contra el canal RCN. Carlos Caicedo, precandidato a la presidencia de la República, hizo señalamientos contra la Silla Vacía y su directora Juanita León. La candidata al Senado Leszli Kálli por el Centro Democrático, también hizo varias acusaciones injustificadas contra este medio. Finalmente, están los candidatos al Senado Miguel Gómez, del Partido Conservador, y Álvaro Uribe Vélez, del Centro Democrático. En el caso de Gómez, a través de su cuenta de Twitter, publicó un ataque general a los medios del país. Por su parte, Uribe Vélez realizó un intento de obstrucción a un periodista de Noticias UNO. |
Queremos que los ciudadanos reflexionen sobre la importancia del periodismo como una herramienta para entender el acontecer nacional y un apoyo útil a la hora de decidir su voto. Son las preguntas incómodas de los reporteros, las críticas de los columnistas, los debates al aire en los medios los que posibilitan entender un poco más quién es la persona que aspira a representar a una colectividad durante los próximos 4 años.
Entendemos que para muchos candidatos esto puede ser incómodo, pero esa exposición hace parte de el rol que rodea a los funcionarios públicos. Su intimidad es menor y, adicionalmente, su papel les exige promover un clima favorable para la libertad de prensa.
Invitamos a los ciudadanos a que se unan a esta campaña, nos ayuden a monitorear a los candidatos y le exijan a aquellos por los que planean votar que asuman compromisos por la defensa de la libertad de prensa con la etiqueta #VotoInformado y la cuenta @Flip_org.
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