El 16 de marzo del 2021 el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Florencia, Caquetá, revirtió la condena histórica contra el sicario que asesinó al periodista Luis Antonio Peralta y a su esposa Sofía Quintero. El Tribunal redujo 13 años de la condena como resultado del desconocimiento injustificado de la relación del oficio periodístico de Peralta con su asesinato.
Para la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), quien representa legalmente a los familiares de las víctimas, la decisión del Tribunal es un pésimo precedente de cara a los altos índices de impunidad de crímenes contra la prensa y a los múltiples procesos contra los responsables de los 161 periodistas asesinados de 1977 al 2020.
El Tribunal desestimó la relación del oficio periodístico con el asesinato de manera contradictoria. En sus términos, “sobre las denuncias realizadas en el ejercicio de la profesión del periodista Peralta Cuellar, no existe duda para la sala, pero no es posible con ello establecer que el homicidio del recordado periodista se dio en razón de su labor pues el hecho indicador no permite establecer el hecho indicado”. Después de hacer esta afirmación el Tribunal añadió que algunas amenazas reportadas por el periodista no tenían que ver con las denuncias públicas realizadas.
Esto revela la falta de comprensión de los elementos esenciales del caso, tal como los riesgos inherentes al ejercicio del periodismo en regiones. La FLIP reitera que para la investigación, judicialización y sanción de crímenes contra la prensa es indispensable hacer un análisis de contexto que permita identificar plenamente las dinámicas regionales y los riesgos a los que están expuestos los periodistas por su oficio, en lugar de presumir su inexistencia en un país con altos índices de violencia contra la prensa.
Luis Antonio Peralta era un periodista crítico de la gestión pública en la región, en donde ejerció el periodismo por más de treinta años. Su trabajo estaba relacionado con las denuncias sobre irregularidades en contratación estatal, extracción de petróleo y corrupción. Su emisora Linda Stereo, de la cual fue fundador y director, fue la plataforma a través de la cual hizo públicas sus denuncias y entregó a la ciudadanía información valiosa sobre las autoridades y los funcionarios.
El Tribunal no valoró de manera adecuada este contexto ni el riesgo que le generaba el programa en el que Peralta hacía públicas algunas denuncias en contra de la administración pública. Además, desestimó que días antes de su asesinato, el periodista había anunciado que tenía conocimiento de que un precandidato habría incurrido en actos de corrupción en el municipio del Doncello, Caquetá.
La falta de reconocimiento de los riesgos inherentes al oficio periodístico es un factor que acrecienta la impunidad de los crímenes contra la prensa . En este caso, también persiste la falta de identificación y sanción de los determinadores, quienes hoy se encuentran en libertad.
La FLIP continuará acompañando este caso, y este 19 de marzo de 2021 presentó el recurso de casación contra la decisión del Tribunal para que se reconozca la necesidad de reincorporar en la decisión el reconocimiento de la relación del oficio periodístico con el asesinato de Luis Antonio Peralta. La decisión se apartó de elementos esenciales del caso y, con ello, desconoció el rol que desempeñan las autoridades judiciales en la protección de los y las periodistas y en la garantía de que los delitos y los ataques en su contra no queden impunes.
Por lo anterior, la FLIP le hace un llamado a la Procuraduría General de la Nación y a la Fiscalía General de la Nación para que coadyuven el recurso y visibilicen la violencia y los riesgos a los que están expuestos los periodistas, cuya labor contribuye a la construcción de sociedades democráticas.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) presenta su museo virtual Memorias del Periodismo en Colombia. Se trata de una plataforma digital que aporta a la recolección de memorias e historias sobre el periodismo y la violencia que se ha ejercido sobre los y las periodistas. Es el punto de partida para promover reflexiones y diferentes miradas sobre los retos que ha afrontado el oficio en el país.
Hablar de un museo es hablar de valor cultural al servicio de la sociedad. El nuestro, Memorias del Periodismo, busca contribuir a la recolección de archivo histórico regional sobre la violencia contra periodistas y medios de comunicación, y sus resistencias. Es además, una iniciativa que permite una lectura fresca de la situación actual del periodismo y promueve la reflexión, el debate y el surgimiento de estrategias que contribuyan a mejorar las condiciones para la libertad de expresión en Colombia.
La naturaleza virtual del museo permitirá que cada colombiano preocupado por el ejercicio periodístico pueda consultar, desde cualquier lugar, este diálogo entre los sucesos pasados y el presente del oficio. Este museo es una herramienta para incentivar el rescate y la conservación de materiales periodísticos, y de esta manera, sensibilizar a las autoridades y a la sociedad en torno a la necesidad de su preservación.
La exposición Periodismo, memorias desde adentro es el resultado de la investigación La información como campo de batalla. La FLIP entregó el informe de dicha investigación a la Comisión de la Verdad en febrero de 2020 con el fin de aportar al esclarecimiento de lo sucedido durante décadas de conflicto. En la investigación y en esta la primera entrega se narran las historias de tres departamentos: Arauca, Córdoba y Caquetá.
Esta exposición propone un recorrido por algunos ríos y carreteras del país, donde, a pesar de las dificultades, las resistencias también han ganado sus batallas. En el centro de estas historias están las audiencias, algunas atentas desde lugares remotos, que a diario dependen de la transmisión de información para sentir que viven en una democracia.
Las investigaciones retratadas dan cuenta de los periodistas a los que el conflicto les arrebató su vida; de los medios de comunicación que desaparecieron; y de las iniciativas que han nacido en medio de este panorama desalentador.
Presentamos e inauguramos el Museo Memorias del Periodismo con esta primera exposición. Seguiremos publicando historias con el fin de enriquecer la colección a través de nuestras investigaciones y a la importante participación de todos en la construcción colectiva de memoria.
-Visite el museo siguiendo este enlace: https://memoriasdelperiodismo.co/index.html
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El periodista Edison Molina trabajaba en la emisora Puerto Berrío Estéreo, donde asesoraba a la comunidad de Puerto Berrío, Antioquia en temas legales, pues también ejercía el derecho. Edison hacía fuertes denuncias contra la corrupción y lideraba la oposición al alcalde de hace siete años, Robinson Baena.
El 11 de septiembre del 2013, Edison fue asesinado en el mismo municipio. Hoy, queremos explicarles lo que ha pasado con su caso, pero sobre todo, recordarlo y honrar su trabajo.
Edison Molina dirigía el programa “Consultorio jurídico” de la emisora comunitaria de Puerto Berrío. Sus conocimientos en leyes fueron su principal herramienta para asesorar a la ciudadanía en asuntos jurídicos. Luz Marina de la Pava, su esposa, recuerda que Edison era una persona muy servicial: “le gustaba mucho enseñarle a la gente. No era egoísta con su conocimiento. Era muy luchador por los derechos fundamentales de las personas. A él le dolía mucho que la gente a veces no pudiera acceder a esas cosas tan básicas”.
Edison incentivó la defensa de los derechos de los ciudadanos. Con su trabajo ayudó a que las personas conocieran y accedieran a algunos instrumentos como la tutela. Luz Marina agrega que Edison también fomentaba el deporte entre los jóvenes del municipio.
Para Luz Marina es imposible separar al periodista del abogado y del esposo. Para ella él era tan buen comunicador como cocinero: “a Edison le encantaba cocinar”, dice, “ cocinaba delicioso y le gustaban mucho los asados”. La conexión que tenían los dos esposos era especial: “parecía que adivinaba lo que uno pensaba, lo que uno quería. Me hacía reír mucho por eso porque decía ‘¿es que usted cree que yo no sé lo que usted piensa? Yo sé lo que usted piensa’”, comenta Luz Marina con la voz entrecortada.
Edison trabajó por su comunidad. Su esposa y su amigo Leonardo Ortega lo recuerdan como una persona que siempre estuvo dispuesta a ser la voz que se levanta contra las injusticias.
Después de siete años, el homicidio contra Molina sigue en total impunidad. Su esposa ha participado activamente en la búsqueda de justicia, pero el dolor y la impotencia siguen siendo las palabras que mejor describen lo que siente. Sin embargo, afirma que no pierde la esperanza y que, aunque tienen incertidumbre, conserva la fe puesta en Dios.
“Es que yo ya llevo siete años tirando de este carro y la verdad es que uno se siente a veces como cansado y agotado”, esto les dice Luz Marina a sus amigos con frecuencia y nos lo repite a nosotros. A pesar de los años de impunidad, ella no desfallece en la búsqueda de justicia.
Desde la FLIP, como representantes de las víctimas, hemos identificado algunos errores en la investigación, que han contribuido a que las investigaciones no progresen. Al comienzo, no se garantizó la independencia del fiscal a cargo, además, la investigación no se orientó a establecer que el homicidio tenía relación con la labor periodística. Por petición de la familia y de la FLIP, se trasladó la investigación a la Unidad Nacional de Fiscalías de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario y se reconoció la labor periodística que desempeñaba Edison.
Además, no hubo una recolección oportuna de las pruebas. Por ejemplo, hasta el año pasado se solicitó la sábana de llamadas de un número telefónico. La empresa operadora no pudo entregar este material ya que están obligados a guardar esta información por sólo cinco años. También, se han evidenciado prolongados periodos de inactividad en el proceso. Por ejemplo, de agosto a diciembre de 2019, la Fiscalía no adelantó actividades de investigación.
En julio de 2018, el Juzgado Diecisiete Administrativo Oral del Circuito de Medellín declaró responsable a la Nación por el asesinato de Edison. Se logró demostrar que el Estado falló en su obligación de proteger la vida e integridad de Edison Molina. En la decisión se reconoció que él ejercía como periodista y que, como consecuencia de su labor y de su rol como líder de oposición, fue objeto de amenazas que no fueron atendidas oportunamente por el Estado. En ese sentido, las amenazas y el homicidio de Edison constituyen una grave violación a los derechos humanos.
El juez declaró responsable a la Policía Nacional por no atender la solicitud de protección y a la Fiscalía General de la Nación porque a pesar de que pidió medidas preventivas a la Policía, desconoció el deber constitucional y legal de brindar protección a la víctima, teniendo en cuentas las amenazas que había recibido.
Aunque el caso de Edison en este momento se encuentra en completa impunidad, desde la FLIP queremos recordar la invaluable labor que ejerció como periodista. Hacemos un llamado para que su caso no quede en el olvido. Es deber de la Fiscalía investigar con celeridad para dar con los responsables y que sean llevados ante la justicia.
#EnLaFLIPNoOlvidamos #NoMásImpunidad
Hoy recordamos a Javier Darío Arroyave, periodista de Cartago, Valle del Cauca, asesinado hace 13 años.
Javier Darío era director de la emisora Ondas del Valle, corresponsal para El Tiempo y asesor de prensa de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca.
Han pasado 13 años y el crimen contra Javier Darío sigue en completa impunidad, pero su memoria sigue viva entre sus familiares y colegas.
#EnLaFLIPNoOlvidamos
Hoy en nuestra cápsula de memoria recordamos al periodista John Félix Tirado, asesinado hace 28 años en Pereira, Risaralda.
El caso del asesinato de John Félix Tirado prescribió en 2012. Aunque la justicia no se ha pronunciado, no queremos que su nombre y su trabajo sean olvidados. Gracias por recordar con nosotros.
En la FLIP no olvidamos.
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