Fundación para la Libertad de Prensa - FLIP

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En la madrugada del 9 de febrero, la periodista Valesca Alvarado fue agredida mientras realizaba el cubrimiento de una jornada de protestas en el parque La Paz, ubicado en Kennedy, Bogotá. Alvarado fue víctima de intimidaciones, comentarios sexistas y fue obligada a eliminar el material que había realizado. Estas agresiones vulneran la libertad de prensa y son una alerta de los riesgos diferenciados a los que se enfrentan las mujeres reporteras al hacer su trabajo.

Antes de iniciar el cubrimiento, un miembro de la Policía Nacional le prohibió la entrada a la periodista y le dijo “esta noche no hay libertad de prensa”. Además, cuando se acercó al parque para tomar fotografías con su celular, un integrante del ESMAD ordenó a los otros uniformados girarse para impedir que la periodista registrará sus identificaciones. Esto va en contravía de su obligación de garantizar el ejercicio de la libertad de expresión y significa una grave falta disciplinaria.

La periodista se trasladó a unos metros del parque para hacer algunas entrevistas y tomas de apoyo. Durante el cubrimiento, Alvarado fue víctima de violencia basada en género, pues algunos de los manifestantes le gritaron mensajes sexistas y machistas relacionados con su físico. Varias personas encapuchadas la rodearon e intimidaron para que abandonara el lugar. También le obligaron a borrar las fotografías que ella y una persona de su equipo habían tomado con su celular, vigilaron su trabajo durante toda la noche, manteniéndose detrás de la periodista y condicionando de manera agresiva qué podía grabar y qué no.

El año pasado, la FLIP registró 24 ataques a mujeres periodistas con un componente de género. En algunos de ellos se hizo uso del lenguaje ofensivo o sexista y se amenazó con daños a la integridad contra la periodista y/o su familia. Es fundamental que desde las autoridades locales y nacionales se implementen líneas de atención específicas a mujeres periodistas que han sido víctimas de agresiones basadas en género durante el desarrollo de su trabajo. Esto con el fin de mapear y visibilizar este tipo de violencia, pero sobre todo de encontrar estrategias para prevenir su repetición e incremento.

Hacemos un llamado para que las autoridades garanticen el trabajo y la seguridad de la prensa durante los cubrimientos que realizan, especialmente en el caso de las mujeres periodistas, quienes están expuestas a la violencia basada en género al hacer su trabajo.

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La FLIP valora de manera positiva la decisión del Tribunal Administrativo de Cundinamarca del 26 de mayo de 2022. Por primera vez, una autoridad judicial reconoce que en Colombia existe un marcado patrón de violencia en línea, ejercido en redes sociales, contra mujeres periodistas. Además, estableció que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y los Comités de Ética pueden sancionar a partidos y movimientos políticos y políticos, respectivamente, por utilizar o permitir este tipo de violencia para el ejercicio de la participación política y electoral. Ambos deben, conforme a sus competencias, adoptar los correctivos pertinentes en aras de cesar este tipo de violencia.

En octubre de 2020, la FLIP interpuso una acción de tutela, en representación de nueve comunicadoras, en la que se exponía el problema de la violencia en línea contra mujeres periodistas por parte de actores políticos. Estas acciones tuvieron un impacto negativo sobre la libertad de expresión e inhibieron la participación de las periodistas. Indistintamente de su origen y de sus líneas editoriales, todas sufrieron ataques en línea que fueron difundidos y alentados por líderes políticos, como represalia a su oficio; las agresiones buscaban desacreditar su trabajo. Esta violencia en línea y  de género, fue avalada por la pasividad de movimientos y partidos políticos y del CNE, que no adoptan medidas tendientes a sancionar y excluir este tipo violencia.

Destacamos cinco determinaciones claves de la decisión del Tribunal Administrativo de Cundinamarca:

  1. Reconoce que la violencia en línea es un fenómeno que, de forma creciente, afecta la privacidad y seguridad de las mujeres periodistas. El tribunal reconoció que esta violencia en línea se produce mediante el “uso inadecuado e irresponsable de las redes sociales, especialmente en el ejercicio de la actividad política”.

  2. Las agresiones en línea siguen un patrón en donde los comentarios de líderes y figuras políticas son determinantes en su amplificación.

  3. Aclara la ruta para denunciar los actos de violencia de actores políticos. Explicó que no existe un mecanismo especial para denunciar la violencia en línea de actores políticos pero que se puede reportar a través del derecho de petición. La ciudadanía y la prensa pueden acudir a los comités de ética de los partidos y movimientos políticos y del CNE, respectivamente, las faltas de los integrantes de dichas organizaciones políticas y aquellas cometidas por los partidos y movimientos políticos, cuando se advierta que han asumido una actitud permisiva respecto al uso o incitación a la violencia en línea.

  4. Establece que el CNE y los comités de ética tienen competencia para sancionar a partidos y movimientos políticos y a sus afiliados, respectivamente, y deben adoptar un papel más proactivo en aras de prevenir y sancionar la incitación de la violencia en línea en ejercicio de la actividad política.

  5. Dispone diversas medidas para prevenir que las redes sociales de miembros y afiliados a partidos políticos, se conviertan, amparados en una falsa legitimación del ejercicio de la actividad política, en instrumentos de violencia contra la mujer periodista.

Esta decisión se convierte en un importante precedente y sienta las bases para abordar el fenómeno de la violencia en línea, que impacta de manera diferencial a periodistas mujeres, y que, además, se incorpora dentro de la actividad política y pone en riesgo la participación de las mujeres en espacios públicos y la vida democrática. Esto ha sido condenado recientemente por parte de los Relatores y Expertos de Libertad de Expresión. La violencia contra la prensa como parte de la actividad electoral tiene un efecto inhibidor directo sobre el debate público.

La garantía de espacios seguros donde las mujeres puedan participar libres de violencia podrá ser desarrollada en mayor medida por la Corte Constitucional, que decidirá el caso en sede de revisión. La Corte ya conocía del caso, pero declaró la nulidad de lo actuado en febrero, por lo que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca decidió en primera instancia de nuevo. Ahora, la Corte deberá retomar el caso que fue seleccionado para revisión desde el 29 de junio de 2021.

Esperamos que en su decisión, la Corte dé lineamientos concretos para que partidos, movimientos políticos y las autoridades electorales respondan de forma concreta a las necesidades actuales. Además de la violencia en línea con un componente de género, existe un riesgo de uso de discurso de odio y una narrativa negativa contra la prensa, que es impulsada por mensajes de líderes políticos y funcionarios públicos en sus redes sociales. Esto ha generado un efecto cascada que ha afectado al gremio periodístico en general y a la ciudadanía cuando se informa y opina a través de espacios digitales. Resulta urgente que se adopten medidas para garantizar las condiciones óptimas para la participación y deliberación libre de violencia.  

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Temblores ONG, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y Sisma Mujer rechazan las prácticas de la Policía Nacional que vulneraron el derecho a la dignidad humana, a una vida libre de violencias y la libertad de prensa de una periodista en Bogotá, que fue sometida a prácticas de tortura y violencia sexual por parte de agentes de la Policía en la estación de Policía de la localidad Santa Fé, ubicada en el barrio La Macarena. Exigimos a las entidades de control y a la Policía una investigación célere para sancionar a los uniformados responsables de la detención ilegal, la violencia sexual y la eliminación del material periodístico. 

El domingo 13 de septiembre una periodista estuvo tomando fotografías sobre las repercusiones de la pandemia en el barrio La Macarena. Durante el recorrido, la reportera tomó fotos a unos escudos de dotación de la Policía que estaban en la vía pública recargados contra una pared. En ese momento, fue abordada por tres policías de manera desafiante, mientras le reclamaban por haber hecho ese registro fotográfico, la acusaban de haber cometido un supuesto delito. A pesar de que aseguró que estaba haciendo un ejercicio académico de fotoperiodismo, los uniformados la hicieron ingresar de manera arbitraria a la estación. 

En la unidad policial, la sometieron a un procedimiento de requisa invasiva sin justificación real, constitutivo de violencia sexual, por lo que una mujer policía llevó a la reportera al baño y de forma intimidante y despectiva, le pidió que se desnudara completamente y se pusiera en cuclillas. Tampoco se tomaron medidas de bioseguridad. Frente al trato humillante, las razones de su detención y del procedimiento, los uniformados manifestaron que debían descartar que fuera guerrillera o terrorista porque el registro fotográfico de sus implementos de dotación era un delito. 

La misma agente que le pidió entrar al baño le quitó el celular y eliminó las fotografías tomadas en el cubrimiento periodístico por el barrio. Más adelante, los uniformados le solicitaron su firma en una hoja en blanco, pero ella se negó. La reportera manifiesta que en ese momento le quitaron de nuevo la cédula para anotar sus datos y la amenazaron con trasladarla a la Sijín para judicializarla. Adicionalmente, los uniformados se refirieron al gremio periodístico de manera ofensiva y señalaron a la prensa de ser la responsable de las agresiones contra la institución. Mejorar la imagen institucional mediante represalias, estigmatizaciones, violencia hacia la mujer y ataques contra la prensa no es legítimo, por el contrario, ahonda la deslegitimación institucional. 

Expresamos nuestro repudio a los hechos cometidos en contra de la reportera y consideramos injustificables e inexcusables los hechos de violencia sexual, tratos crueles, degradantes e inhumanos y los abusos de los uniformados que realizaron este procedimiento, que violaron directamente los derechos fundamentales de la reportera  a la dignidad humana, a una vida libre de violencias, a no ser sometida a tortura ni a penas, o tratos crueles inhumanos o degradantes y a la libertad de prensa. 

La investigación y sanción de los responsables son indispensables y deben ser respaldadas por medidas de prevención, medidas necesarias para garantizar la no repetición de este tipo de situaciones que afectan la dignidad de las mujeres periodistas y el derecho a ejercer su labor libremente. La violencia de género no es, en ningún escenario, una forma legítima para limitar la libertad de prensa sobre la protesta social. 

Exigimos que:

  • la Policía Nacional rechace públicamente este tipo de conductas y se comprometa a impartir directrices claras sobre la prohibición absoluta de las acciones de tortura y de violencia sexual en el interior de la institución.

  • la Fiscalía General de la Nación identifique, juzgue y sancione a las personas responsables y que para ello incluya una perspectiva de género. Que esto se lleve a cabo por funcionarios capacitados en casos similares y en atención a víctimas de discriminación y violencia por razón de género.

  • la Policía Nacional inicie las investigaciones disciplinarias sobre estos hechos para sancionar a los agentes de la estación de Policía de La Macarena, que afectaron los derechos a la integridad, la dignidad humana y la libertad de prensa de la periodista.

  • la Procuraduría General de la Nación ejerza el control preferente disciplinario por la gravedad de los hechos y la Defensoría del Pueblo un haga acompañamiento de las investigaciones disciplinarias.

  • la Procuraduría General de la Nación coordine y evalúe el conocimiento y la implementación de la Policía Nacional sobre el enfoque de derechos humanos que debe guiar su labor, y con base en ello haga una formación para sus miembros para prevenir distintas formas de violencia en las protestas sociales. 

Temblores ONG, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y Sisma Mujer haremos seguimiento del caso, así como de la respuesta estatal frente a esta denuncia. La investigación y sanción de estos actos son indispensables para reafirmar entre los agentes oficiales que tienen la obligación de garantizar derechos fundamentales en todas sus formas de acción. 

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A propósito del día internacional de la mujer, hablamos con Ana María Mesa Villegas, periodista de Radio Nacional de Colombia en Caldas y docente de la Universidad de Manizales. La conversación giró alrededor de las violencias simbólicas y físicas que sufren las mujeres, en particular, las mujeres periodistas. 

Desde el martes 3 de marzo, en Twitter Colombia, se ha desarrollado un dinámica muy activa en la que cientos de mujeres (y algunos hombres) han parafraseado comentarios sexistas que tradicionalmente son dirigidos a las mujeres. Pero esta vez, el blanco de dichos comentarios han sido los hombres. 

El primer tuit que escribió Ana María, y que fue el punto de partida de la tendencia, decía: "Por promiscuos. Por no usar condón. Por no hacerse la vasectomía. Por tirar con cualquiera. Por no impedir su erección. Por tener necesidades incontrolables. Por ser incapaces de pensar. Por no saber controlarse. Por acosadores. Por violadores. Ojalá lo tipos se embarazaran". Después de esto se desató en cadena una serie de trinos que, según El Tiempo, han sido más de 43.000. Incluso, surgió un hashtag: #ComoHombres y llegó a países como México y Chile.

Este primer trino surgió debido a un asunto fundamental que estaba captando la atención de muchas audiencias: la interrupción voluntaria del embarazo. El lunes 2 de marzo, en la Corte Constitucional de Colombia se discutía el aborto legal y las posibilidades de despenalizarlo por completo o dejarlo como está (legal bajo tres causales). La decisión de la sala fue dejarlo tal y como estaba sin emitir ningún pronunciamiento de fondo. Como parte de la discusión pública, en palabras de Ana María, "un señor puso un tuit que decía que las mujeres utilizábamos el aborto como método anticonceptivo. Y yo dije 'qué tal que fueran los hombres los que se embarazaran y cuáles serían los juicios de valor que ellos recibirían si esto les pasara a ellos'".

"La generalización no puede ser 'todos los hombres son unos acosadores', pero la generalización sí es 'todas las mujeres hemos sido acosadas o maltratadas verbalmente, o violentadas físicamente, económicamente'".

Cuando le preguntamos a Ana María si conocía de alguna campaña similar al #ComoHombres, ella se refirió al MeToo y a Cuéntalo tú. Además recordó una película francesa que se llama No soy un hombre fácil: "es un señor que de pronto se levanta en un mundo donde las mujeres cumplen los roles convencionales que cumplen los hombres. Y cómo le toca a un señor, en ese mundo, soportar las patanerías y las idioteces de las mujeres, que hacen el papel de los hombres". 

Le preguntamos a Ana María sobre estas situaciones sexistas en el entorno del trabajo. Ella lleva más de 15 años en la radio. "En este medio es muy común que lo primero que hacen los hombres para describir a una invitada mujer es hablar sobre su belleza". Estas son situaciones que no ocurren cuando los invitados son hombres. Además, recordó un momento de hace un par de años, y al darle la vuelta al comentario, con la lógica #ComoHombres sería: "voy a poner a Julián a cubrir la fuente de presidencia porque a Juana Manuela Santas le encantan los tipos de piernas largas".

Esto nos llevó a hablar de las violencias dirigidas exclusivamente a las mujeres periodistas. La FLIP ha alertado que las mujeres periodistas son más vulnerables a ser víctimas de agresiones por razón de su género, por parte de compañeros de trabajo, editores, jefes o fuentes. 

"Cada vez que salimos a la calle a hacer reportería estamos corriendo el riesgo y nos exponemos un poco a situaciones incómodas con las fuentes. No solamente que empiecen a coquetearnos sino también que comiencen a acosarnos y a agredirnos directamente". 

Ana María habló de un caso en el que una colega había sido amenazada y al momento de poner en conocimiento de las autoridades la situación, la respuesta de la Policía fue desacreditar su denuncia y señalar que la situación se debía a que ella seguro se había involucrado con un hombre casado. "A eso no se expone un hombre periodista", aclaró Ana María.

El equipo de trabajo de Ana María en Radio Nacional está compuesto mayoritariamente por mujeres. Por esta razón, ella conoce de primera mano muchas otras situaciones sexistas y de acoso que han tenido que vivir sus colegas. Lamentablemente no es difícil encontrar ejemplos de casos de acoso, de violencia y de estigmatización hacia las mujeres periodistas. 

"Esto que me dicen a mí no se lo decían a mi hermano, no se lo decían a mi tío, no se lo decían a mi papá. Esto me lo decían a mí. No se lo decían a mis colegas hombres. Esto es algo que nos dicen a las mujeres. Y cuando se volteta, voltearlo es muy sencillo, se hace muy transparente y muy evidente lo estúpido que es, lo ridículo que es todos esos mensajes". 

Este tipo de acoso y violencia es muchas veces simbólico. Aun así, Ana María no dudó en afirmar que es necesario un ejercicio de reconocimiento por parte de los hombres. "Yo pienso que tiene que empezar a haber consecuencias. Todas estas cosas siguen quedando en la impunidad. Y consecuencia no necesariamente tiene que ser que te vayas para la cárcel". 

A propósito del acoso, por años normalizado, que experimentan las mujeres periodistas en las salas de redacción, la FLIP y Las Igualadas presentaron el siguiente video en el marco del Día del Periodista:

 

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Por sentiido.com

En 2020 se cumplen 25 años de la Plataforma de Acción de Beijing, la hoja de ruta adoptada por 189 países para alcanzar la igualdad de género. Aún son varios los retos pendientes en cuanto a mujeres y medios de comunicación.

En septiembre de 1995, justo cuando se cumplieron cincuenta años de la fundación de las Naciones Unidas, 189 países adoptaron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que tuvo lugar en Beijing (China).

Después de acordar que los derechos de las mujeres son derechos humanos, los gobiernos se comprometieron a lograr la igualdad de género, lo que entre otras cosas implica garantizarles a las mujeres una vida libre de violencias. (Ver: Es feminismo: no humanismo ni “igualismo”).

La Plataforma de Beijing, que desde entonces se ha convertido en la hoja de ruta para impulsar la igualdad de las mujeres en todos los ámbitos, establece una serie de objetivos, distribuidos en 12 temas, que los países se comprometieron a cumplir. Uno de ellos está enfocado en mujeres y medios de comunicación, teniendo en cuenta que persisten los contenidos con estereotipos de género y las imágenes peyorativas de las mujeres.

EN MUCHOS CONTENIDOS SE INSISTE EN PRESENTAR A LAS MUJERES EXCLUSIVAMENTE EN ROLES TRADICIONALES O COMO CONSUMIDORAS DESAFORADAS.

Asimismo, son pocas las mujeres que han llegado a ocupar cargos directivos en medios tradicionales o que formen parte de sus juntas directivas. De hecho, un estudio realizado en 2015 por la organización Sembra Media demostró que las mujeres están aprovechando las bajas barreras que existen para crear medios digitales y de esta manera esquivar el techo de cristal de los medios tradicionales.

El Capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing establece dos objetivos estratégicos en cuanto a mujeres y medios:

  1. Aumentar la participación y el acceso de las mujeres a los espacios de toma de decisiones, de debate y de exposición de ideas de los medios de comunicación y a las nuevas tecnologías de la información.
  2. Promover una imagen de las mujeres libre de estereotipos.

Al cumplirse 25 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing que Colombia suscribió, vale la pena preguntarse en qué se ha avanzado y qué falta respecto a mujeres y medios de comunicación, una de las esferas en las que más retos persisten.

ENTRE EL 9 Y EL 20 DE MARZO DE 2020 TENDRÁ LUGAR LA 64 REUNIÓN DE LA COMMISSION ON THE STATUS OF WOMEN (CSW) EN NUEVA YORK.

Dos momentos clave para hacer dicho balance son los foros “Generación Igualdad” celebrados por iniciativa de la sociedad civil y coordinados por ONU Mujeres. El primero será en Ciudad de México entre el 7 y 8 de mayo y el segundo en París entre el 7 y 10 de julio.

Las Coaliciones para la Acción que se presentarán en estos espacios eligieron seis temas clave en los que enfocarán sus energías para diseñar una agenda feminista 25 años después de Beijing:

  1. Violencia de género.
  2. Justicia y derechos económicos.
  3. Autonomía física y derechos sexuales y reproductivos.
  4. Acción feminista a favor de la justicia climática.
  5. Tecnología e innovación para la igualdad de género.
  6. Movimientos y liderazgo feministas.

Aunque los seis son temas importantes, faltó incluir “mujeres y medios”. Además de ser necesario trabajar con más ímpetu en disminuir los estereotipos sexistas en los contenidos -teniendo en cuenta sus repercusiones en prejuicios e imaginarios- es urgente garantizarles a las mujeres un mayor acceso y participación en las industrias de medios y tecnologías de la información.

También hay otros retos clave:

  1. Amenazas a la libertad de expresión: "La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha dicho que las mujeres periodistas enfrentan un riesgo adicional en el ejercicio de su oficio, mayor vulnerabilidad frente a otras agresiones y dificultades para el acceso y posicionamiento de su rol periodístico", señala el informe Callar y fingir: la censura de siempre, de 2019, de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia.

Esto, producto de las violencias presenciales y digitales que viven y que incluyen los discursos de odio, el acoso sexual, el acoso judicial y la intimidación y el abuso de poder por parte de fuentes y jefes. La violencia contra ellas es más frecuente cuando abordan derechos de las mujeres o de las personas LGBTI o denuncian hechos de sexismo y machismo. (Ver: Acoso sexual: lo que se dice vs. lo que es).

“LAS MUJERES PERIODISTAS ENFRENTAN UN RIESGO ADICIONAL PARA EL EJERCICIO DE SU OFICIO RESPECTO DE SUS PARES HOMBRES”, FLIP.

  1. Faltan políticas, leyes y regulaciones en género y comunicaciones: Es necesario adoptar más políticas y leyes, así como medidas de autorregulación para erradicar los contenidos sexistas, estereotipados y discriminatorios en los medios de comunicación. También es fundamental que se cumpla con la regulación ya existente al respecto.
  2. Mayor acceso de mujeres indígenas y afro a medios de comunicación: Es imperativo garantizarles a las mujeres indígenas y afro el acceso seguro y libre a las tecnología de la información y a los medios de comunicación apropiados para producir y divulgar información y conocimiento que fortalezcan sus dinámicas culturales, políticas y sociales.

FALTA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LOS PROGRAMAS DE PREGRADO Y POSGRADO DE LAS CARRERAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y PERIODISMO.

  1. Mayor acceso de niñas y mujeres a tecnologías de la información y de comunicación como inteligencia artificial y Big Data: Solamente la brecha digital entre hombres y mujeres, al menos en Colombia, es evidente. Según la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer mientras el 70 por ciento de los hombres acceden regularmente a Internet, solo el 56 por ciento de las mujeres lo hace.


El paso a seguir es que los 189 países que adoptaron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing demuestren que 25 años después mantienen firme su compromiso por garantizar los derechos de las mujeres, hecho que debe evidenciarse en fijar la igualdad de género de manera clara y precisa en sus rutas de acción (incluido mujeres y medios de comunicación) y en aumentar los recursos destinados a este objetivo.

 

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La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechaza las amenazas en contra de las reporteras y La Silla Vacía por el desarrollo de su labor periodística. Les exigimos a las autoridades diligencia para investigar y sancionar a los responsables.

Este sábado 14 de julio fue difundido un panfleto firmado por el Bloque Central de Las Águilas Negras en el que Jineth Bedoya y los periodistas de La Silla Vacía fueron estigmatizados como guerrilleros y declarados objetivo militar. El grupo criminal emitió la siguiente amenaza: “Esta vez no estamos jugando, a partir de la fecha procedemos a la ejecución total de nuestras advertencias por varios años y que no fueron escuchadas por estos milicianos guerrilleros disfrazados de supuestos líderes y lideresas sociales”. Junto a los nombres de los periodistas aparecen también los de otros activistas, líderes sociales, defensores de derechos humanos y sindicalistas.

El domingo 15 de julio la periodista María Jimena Duzán recibió una amenaza a través de la cuenta de twitter @Gustavo68831299. El desconocido que se hace llamar LíederSocialSigloXXI le envió el siguiente mensaje a la reportera: “la verdad colombianos hagan patria esta sra @MJDuzan deber ser violada, escupuda, pucada con motosierra y cokgada eln plaza Bolivar, hagan honor al nombre de paramilitares.”

Teniendo en cuenta la dificultad que han tenido las autoridades para investigar este tipo de amenazas transmitidas a través de internet, la FLIP le exige a la Fiscalía General de la Nación que solicite el apoyo de expertos en delitos informáticos de otros países para dar con el paradero de los responsables de estas intimidaciones y que reciban las sanciones judiciales correspondientes.

La FLIP expresa su preocupación por estos hechos, debido a que, en el caso de Jineth Bedoya y los periodistas de La Silla Vacía, los agresores sentenciaron: “Para nuestra organización no existe ningún esquema de seguridad que nos impida proceder y ejecutar a cada uno de estos guerrilleros”. Por lo anterior, la Fundación le solicita a la Unidad Nacional de Protección que implemente medidas de protección adecuadas para salvaguardar la vida y la integridad de los periodistas amenazados a través de internet.

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El pasado 8 y 9 de agosto se llevaron a cabo dos actuaciones clave dentro del proceso que se adelanta por el secuestro, tortura y violencia sexual de los que fue víctima la periodista Jineth Bedoya Lima en el año 2000.

Por un lado, en el proceso que se adelanta contra Alejandro Cárdenas Orozco (alias 'J.J.') y Jesús Emiro Pereira Rivera (alias 'Huevo de Pizca'), se llevó a cabo la lectura de alegatos de conclusión en donde las partes del proceso recogieron sus argumentos con el fin de exponer al juez por qué debe condenarlos o absolverlos.

En su intervención, la Flip solicitó al juez que condenara a los acusados teniendo en cuenta que la agresión a Jineth Bedoya Lima se enmarca en un escenario de agresiones a la prensa y a las mujeres por parte de estructuras paramilitares. La Fiscalía y el Procurador del caso igualmente solicitaron que tanto ‘J.J.’ como ‘Huevo de Pizca’ fueran condenados. Las partes quedaron a la espera la decisión del juez.

Al mismo tiempo, la Corte Suprema de Justicia confirmó ayer la sentencia de primera instancia del Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá, mediante la cual ordenó la exclusión de Alejandro Cárdenas y Mario Jaimes Mejía (Alias 'Panadero') de Justicia y Paz. Con esta decisión, tanto ‘J.J.’ como el ‘Panadero’ pierden el beneficio de una pena alternativa y deberán cumplir penas ordinarias en caso de que sean condenados en los múltiples procesos que se adelantan en su contra.

La Flip reconoce estas actuaciones como un avance en la lucha contra la impunidad en crímenes contra periodistas y exhorta a las autoridades judiciales para que continúen su labor en la búsqueda de verdad y justicia para Jineth Bedoya. Sin embargo, la Flip no desconoce que los 17 años que han transcurridos sin justicia efectiva se han constituido en una nueva forma de revictimización para Bedoya.

Por ello, la Fundación reafirma su compromiso sobre este caso e insiste en la necesidad de avanzar en el proceso con celeridad y diligencia de tal forma que se logre garantizar la verdad y la justicia.

Con lo anterior, se sentaría un importante precedente no sólo para las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado, sino también para todas aquellas periodistas que han experimentado la crueldad de la guerra como consecuencia de su compromiso con contar la verdad.

Antecedentes

El 25 de mayo de 2000 la periodista Jineth Bedoya Lima, que en ese momento trabajaba en el diario El Espectador, fue víctima de violación, tortura y secuestro luego de acudir a la cárcel La Modelo de Bogotá para entrevistar al jefe paramilitar Mario Jaimes Mejía.

Tres años después, la reportera fue nuevamente víctima de secuestro, pero esta vez por parte de las Farc en Caño Jabón, Meta. Para ese entonces, Bedoya estaba realizando seguimiento a la situación de orden público del municipio, luego del secuestro masivo perpetrado allí por el grupo guerrillero en el año 2002.

Por estos hechos Bedoya lidera, desde 2009, la campaña ‘No es hora de callar’, que busca que las mujeres víctimas de violencia sexual denuncien a sus agresores y socialicen sus casos con el fin de recuperar su dignidad. Estas campañas, así como otras iniciativas que lidera la reportera para promover el perdón y la reconciliación, han aumentado su situación de riesgo por las múltiples amenazas que ha recibido durante los últimos 17 años.

En marzo de este año, la periodista fue revictimizada al ser llamada una vez más a contar lo ocurrido en mayo de 2000.

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