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Viernes, 09 April 2004 03:00

Un año después del asesinato de Guillermo Bravo

El 28 de abril de 2003 el periodista investigativo Guillermo Bravo Vega fue asesinado en su casa en Neiva. Bravo Vega se encontraba trabajando en su computador cuando un sicario entró hasta la sala de su casa y le propinó tres disparos que acabaron con su vida. 

A la fecha el proceso judicial se encuentra en etapa preliminar. Es decir, se están practicando pruebas con el fin de determinar la identidad de los posibles autores. Hasta el momento no hay nadie sindicado por el crimen. 

La FLIP invitó al hijo del periodista, Juan Carlos Bravo, a escribir unas palabras en conmemoración del primer aniversario de la muerte de su padre. 

"Ayer se cumplió un año del asesinato del analista y periodista Guillermo Bravo Vega, mi padre, fundador de Eco-Impacto Televisión. Sólo un oscuro sicario y su patrón creen que la inteligencia se calla con un cobarde disparo. 

Hace un año, en la oscura noche del 28 de abril de 2003, mentes criminales silenciaron su voz, la voz del poeta, el novelista, el analista, el amigo, el padre, el maestro, el investigador, pero sobre todo, el periodista de denuncia frontal contra la corrupción política. 

Y es precisamente esa corrupción y las prácticas politiqueras las que tienen sumida al Huila en una crítica situación social que por el momento no tiene reversa. ¿De dónde van a salir los 2 mil millones de pesos para pagarle a los extrabajadores de la Licorera del Huila que fueron despedidos para vender la empresa al mejor postor? 

Aún nos embriaga la profunda tristeza entre quienes conocimos la pluma y la voz de quien sin vacilaciones y con todo el empuje sacó a la luz pública los actos más aberrantes de corrupción en toda la historia del departamento del Huila.

Pero la sangre de Guillermo Bravo empieza a germinar entre las nuevas generaciones de huilenses. Seguiremos luchando por el desarrollo de la región en medio de las serias dificultades económicas y sociales que han generado, entre otras cosas, la corrupción. 

Es hora de acabar con los amiguismos y con la politiquería que tiene sumida en la pobreza y en la violencia al pueblo opita. 

Los opitas somos gente berraca, gente que hace respetar su tierra y sus valores y que no se merece esa suerte, la suerte que nos están imponiendo unos cuantos". Juan Carlos Bravo. Neiva, 29 de abril de 2004.