En 2005, varios medios de comunicación ya habían informado sobre estas interceptaciones ilegales, y habían denunciado la manera como grupos ilegales controlaban el DAS, agencia de inteligencia adscrita a la Presidencia de la República. En el mismo sentido, en mayo de 2007 se conoció que la Policía también vigilaba ilegalmente las comunicaciones de varios particulares.
Sobre este asunto, y específicamente sobre las actuaciones del DAS, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) manifiesta lo siguiente:
1. Interceptar ilegalmente las comunicaciones personales de cualquier ciudadano es un delito, y en el caso de los medios de comunicación inhibe la investigación periodística y pone en riesgo a las fuentes de información. Constituye una violación flagrante del derecho a la información y de la garantía constitucional del secreto profesional.
2. A estos hechos se añaden otras actuaciones irregulares del DAS que la FLIP ha denunciado de manera reiterada. La FLIP ha manifestado su preocupación por el hecho de que escoltas del DAS asignados a los esquemas de seguridad de periodistas, vigilen y documenten las actuaciones de éstos en vez de cumplir estrictamente con su mandato de protección. Fruto de esas labores de inteligencia, el DAS ha recogido información cuyo contenido y propósitos se desconocen.
3. Estas irregularidades ya fueron abordadas recientemente por la Corte Constitucional, en el caso de una periodista beneficiaria del Programa de Protección del gobierno: “[El Estado] sólo puede recopilar información privada en archivos de inteligencia, que puedan comprometer la responsabilidad de una persona, cuando existen datos serios, objetivos y confrontables que puedan comprometerla en una actuación criminal y, en estos casos, la investigación debe ser judicializada (…)”.
4. Resulta muy grave que entidades estatales cruciales para la protección de periodistas, como es el caso del DAS, estén involucradas permanentemente en episodios que atentan contra la libertad de expresión y el derecho a la información.
5. La FLIP exhorta a la Fiscalía General de la Nación y a la Procuraduría General de la Nación para que investiguen y determinen quiénes son los funcionarios responsables de estos hechos, y quiénes son los beneficiarios de esta información irregularmente obtenida.
6. Por último, la FLIP invita a los periodistas, medios de comunicación y organizaciones periodísticas a que debatamos, desde el punto de vista de la calidad y la ética periodística, el uso de interceptaciones ilegales de comunicaciones personales como fuente noticiosa.