La primera parte del foro, denominado Periodismo y Libertad de Prensa, se encaminó a exponer la situación actual del periodismo regional y cómo este se ve afectado por la autocensura. De acuerdo al más reciente informe elaborado por Medios Para la Paz y la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en Colombia se siguen presentando precarias condiciones laborales para el libre ejercicio del periodismo; la autocensura surge como un método de salvación contra diferentes tipos de presiones que ponen en riesgo la viabilidad de los medios de comunicación, con la posible pérdida de pauta publicitaria o amenazas de despido.
De acuerdo con Sonia Liliana Godoy, periodista del departamento del Cauca, el reportero de la región está estancado en una contratación determinada por la venta de espacios publicitarios; dichos espacios, generalmente, son adquiridos por el Estado a través de alcaldías municipales lo que condiciona el contenido o enfoque de los programas periodísticos, de manera que no afecten a los protagonistas y al mismo tiempo financiadores de la publicidad, sustento único de la labor periodística. La periodista realizó algunas reflexiones sobre el compromiso del periodista con el oficio.
Por su parte, Eduardo Márquez, Presidente de la Federación Colombiana de Periodistas (FECOLPER), dio a conocer un análisis de cuál es el perfil socioeconómico de los periodistas en la actualidad. De acuerdo con la más reciente encuesta realizada por dicha federación a cerca de mil periodistas en todo el país, 55% de los encuestados reciben un salario menor a $ 1´300.000 pesos mensuales.
El 68% de los periodistas son profesionales, ya sea porque tienen un título de pregrado y/o postgrado. “Este dato es muy importante ya que los empresarios de medios aseguran que a los periodistas los matan o los persiguen porque no tienen buena preparación”, aseguró Eduardo Márquez, presidente de FECOLPER. 64% de los periodistas hacen los aportes a pensión como independiente, 42 % están en la obligación de vender publicidad o realizar contactos de canje para poder asegurar la viabilidad de los espacios en los que trabajan y cubrir gastos personales.
La segunda parte del foro, titulada Sociedad y Libertad de Expresión, dio un panorama de cuál es el papel del Estado, la academia y el uso de las nuevas tecnologías. Santiago Villa, miembro activo del Instituto Prensa y Sociedad de Colombia ( IPYS ), se refirió al uso de las nuevas tecnologías y la Libertad de Expresión; con base en el caso que vincula supuestas amenazas contra los hijos del presidente Álvaro Uribe Vélez, por parte del joven Nicolás Castro, se concluyó que el internet se ha convertido en una herramienta con considerable influencia para acceder a la intimidad de un ciudadano y exponerlo posteriormente a un proceso de intimidación judicial, a partir de un comentario dejado en un grupo de Facebook.
Posteriormente, el presidente de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), Jorge Rojas, declaró que en Colombia existe una "guerra mediática que consiste en neutralizar, desprestigiar, perseguir, sabotear y promover actos de terrorismo contra periodistas críticos a este modelo ", que busca imponerse a lo que pueda generar la opinión pública.
Álvaro Duque, director del Programa de Periodismo y Opinión Pública de la Universidad del Rosario, dio una mirada desde la academia al ejercicio de la libertad de expresión. De acuerdo con Duque, el periodismo no es una profesión en la cual se logra un buen desempeño de manera fácil, requiere sacrificio, preparación, y no necesariamente tiene una admisible retribución económica. En la actualidad existen 72 facultades de Comunicación Social y/o Periodismo, graduando al año dos mil profesionales que salen a ejercer su profesión con las condiciones expuestas anteriormente, enfrentándose a diferentes trabas que obstaculizan el libre flujo de información.
El foro culminaría con éxito tras una masiva asistencia de diferentes estudiantes, periodistas y miembros de organizaciones de la sociedad civil, entre otros, que participaron al final de una ronda de preguntas y conclusiones entre sí. Este evento fue convocado por la Alianza Medios y Democracia, Medios para la Paz, el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) - Programa por la Paz, la Federación Colombiana de Periodistas (FECOLPER), el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), el Consejo de Redacción y la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), con el apoyo de la UNESCO.