En la década de los 90, en la comuna tres de Medellín, Antioquia, era común ver a la periodista María Elena Salinas Gallego recorriendo los barrios más vulnerables de la ciudad. Allí, la guerra, el abandono estatal y el narcotráfico no daban tregua. En medio de su trabajo, fue esa misma violencia la que el 5 de marzo del 2000 terminó con sus correrías e investigaciones. Fue asesinada en medio de un combate entre el Ejército y la guerrilla del ELN, y posteriormente, fue reportada como N.N en el municipio de San Carlos, en Antioquia.
Una Periodista por y para la comunidad
Desde los 16 años, en el barrio Villa Guadalupe en la comuna uno de Medellín, María Elena se vinculó al trabajo comunitario y a las necesidades de su entorno. Elkin Pérez, líder social en Medellín, recuerda que conoció a María Elena en su adolescencia cuando él y su hermano empezaron en la organización de la Juventud de Trabajadores de Colombia.
Para María Elena, el periodismo se convirtió en la vía para evidenciar la realidad a la que muchos jóvenes antioqueños estaban expuestos, por lo que inició sus estudios en la Universidad de Antioquia. Elkin cuenta que esto la llevó a ganar notoriedad y a inspirar a otros jóvenes de su comunidad a estudiar. “Ella fue de las primeras estudiantes de universidad pública, que tuvimos en nuestro barrio. Acá se volvió como un camino y un referente para mucha gente al ver que era posible avanzar en la educación”, dice Elkin.
La mirada crítica de su tiempo
Durante su formación profesional, el pensamiento crítico de María Elena se nutrió de la situación de violencia, persecución y estigmatización que sufrieron los profesores y estudiantes de la universidad. Allí, muchos eran tildados de ser delincuentes o de pertenecer a grupos armados ilegales.
El interés de María Elena en ayudar a las comunidades más vulnerables y denunciar la desigualdad, la llevarían a compartir sus conocimientos sobre la importancia del periodismo. Así, dio talleres sobre el uso de cámaras, producción audiovisual y escrita. Pablo Emilio Angarita, jefe de la periodista en el Instituto Popular de Capacitación (IPC), explicó que durante 10 años María Elena se dedicó a dar talleres de comunicación a líderes barriales. “Tenía una visión de un periodismo que debe estar ligado a las causas populares, para que la propia comunidad se apropie de ese ejercicio de prensa alternativa y no solamente fuera receptora”, afirmó Pablo.
Aunque sus amigos y colegas la recuerdan como una mujer de acciones colectivas que no buscaba protagonismos, eso no evitó que durante su trabajo también fuera víctima de persecuciones por su labor como investigadora y activista. Pablo comenta que para ese tiempo el solo hecho de optar por una causa popular ya era motivo de sospecha.
El peso del estigma
Durante su trabajo en el IPC, la casa de Maria Elena fue allanada y fue detenida en dos ocasiones por el Ejército, que la acusó de subversión. En su segunda detención, Amnistía Internacional intervino en el proceso hasta que, finalmente, el juez encargado dio por cerrado el caso.
A pesar de ser declarada inocente, de acuerdo con Pablo Angarita, ella fue sancionada socialmente. Quedó con el estigma de ser una sospechosa guerrillera, como si fuera una delincuente.
Ese mismo estigma continuaría nueve años más tarde, cuando la IV Brigada del Ejército reportaría la muerte de María Elena como la de una guerrillera del ELN muerta en combate. La periodista fue asesinada en la vereda El Capotal del municipio de San Carlos, Antioquia mientras realizaba una investigación sobre hechos violentos en el Oriente Antioqueño.
El temor embargó a sus colegas del IPC y varias organizaciones como la Red Mundial para la Expresión Libre (IFEX), quienes solicitaron una investigación inmediata al entonces gobierno de Andrés Pastrana. No obstante, el caso no fue esclarecido más allá de la orden de recolección de pruebas. La muerte de María Elena quedó en la impunidad, ya que prescribió ante las justicia colombiana en marzo de 2020. En la FLIP no olvidamos y por eso recordamos la importancia e impacto que tiene la estigmatización sobre el desarrollo de la actividad periodística y la seguridad de quienes dedican su vida al periodismo independiente.